La Hachiko rusa, una gata que esperó 7 años sobre la tumba de su dueño, muere por complicaciones de salud

A pesar del interés de la comunidad por brindarle un nuevo hogar, esta felina permaneció desde 2018 en el cementerio donde descansa su antiguo cuidador; ella será enterrada en el mismo lugar

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El gato naranja fue bautizado por la comunidad rusa por su comportamiento al recostarse diario, por siete años, sobre la tumba de su dueño. Crédito: -(VK, "Bigueros rayados" Ayudemos juntos a los animales)

Hachiko es el perro de Japón que trasciendió las fronteras como un ejemplo emblemático de lealtad y amor incondicional. Este can esperó durante nueve años a su dueño fallecido en la estación de Shibuya, hasta su propia muerte. Su conmovedora historia ha sido inmortalizada en libros, películas y estatuas, convirtiéndose en un ícono universal del amor perruno. Desde entonces, cuando una mascota demuestra un comportamiento similar, manteniéndose cerca del lugar donde su dueño vivió o fue sepultado, se les denomina cariñosamente como aquel canino nipón.

Este es el caso de una gata en Daguestán, Rusia, que protagonizó una historia igualmente conmovedora. Desde la muerte de su cuidador en junio de 2018, esta minina pelirroja permaneció junto a su tumba durante siete años, sin importar el frío, la lluvia y las condiciones adversas. El vínculo entre ambos fue tan profundo que, pese a los intentos por rescatarla y brindarle un hogar, ella siempre regresaba al cementerio. Por este comportamiento, los habitantes locales comenzaron a llamarla “la Hachiko rusa”.

Con el paso del tiempo, su salud se vio gravemente afectada por las duras condiciones de vida. A pesar de recibir alimento y refugio temporal de varias personas, su deseo de permanecer junto a su dueño nunca flaqueó. Finalmente, cuando su estado de salud se deterioró considerablemente, fue trasladada a San Petersburgo para recibir tratamiento especializado, gracias a la intervención de voluntarios y donaciones de ciudadanos conmovidos por su historia.

Una gata fiel: siete años de duelo en un cementerio de Daguestán

La Hachiko rusa se instaló
La Hachiko rusa se instaló encima de la tumba de su cuidador desde el momento en que este murió. -(VK, "Bigotes rayados" Ayudemos juntos a los animales)

La historia de esta gata comenzó a conocerse públicamente en noviembre de 2018, cuando el hermano de una joven voluntaria identificada como Khadizhat, residente de Majachkalá, le contó acerca de un gato pelirrojo que vivía en una tumba. Ella, que llevaba más de un año ayudando a animales abandonados, no dudó en acudir de inmediato, a pesar de que era una noche lluviosa y con mucho frío. El animal no opuso resistencia cuando ella lo tomó en brazos. Estaba mojado, sucio y acurrucado junto a la tumba. Desde entonces, la mujer lo llevó a su casa por las noches, mientras que en las mañanas esta gata se mostraba ansioso por volver al cementerio.

De acuerdo con los lugareños, el animal se instaló en la tumba de su dueño inmediatamente después del funeral, y permaneció ahí desde entonces. Se sabe que el cuidador de la felina “Hachi” era un hombre de la tercera edad, pero se desconoce si tenía familiares. Aun cuando muchos vecinos del cementerio intentaron darle un hogar, la gata siempre rechazó cualquier intento de adopción, huyendo constantemente para regresar a la sepultura de su primer cuidador.

Con el paso del tiempo, el estado de salud de la felina empeoró. En febrero de 2025, el refugio “Bigotes rayados” informó que la gata Hachiko tenía una grave dificultad respiratoria, vómitos, y un cuadro avanzado de peritonitis viral infecciosa, junto con neumonía e insuficiencia renal. Khadizhat, junto con voluntarios de San Petersburgo, logró que se le brindara atención médica especializada. Debido a lo costoso de la atención, el refugio y sus voluntarios iniciaron una campaña de recaudación de fondos que permitió trasladarla a una clínica veterinaria en dicha ciudad.

En San Petersburgo, Hachiko recibió cuidados médicos intensivos, así como un hogar temporal donde pudo experimentar una vida doméstica por primera vez en años. Si bien se adaptó rápidamente al entorno, lo sorprendente para los locales fue que esta vez no buscaba la salida del hogar “como si finalmente comprendiera que estaba a salvo”, explicó el refugio. Lamentablemente, su frágil estado de salud no le permitió vivir mucho tiempo más. El 5 de abril, se dio a conocer su fallecimiento y se especificó que sus restos serían llevados de vuelta a Daguestán para ser enterrados junto a la tumba de su dueño.

El duelo felino: cómo enfrentan los gatos la pérdida de sus cuidadores

Debido a que pasó siete
Debido a que pasó siete años en la intemperie, Hachiko adquirió graves enfermedades que la llevaron a la muerte.

Aunque los gatos son comúnmente considerados animales independientes, diversos estudios han demostrado que son capaces de experimentar procesos de duelo complejos tras la pérdida de un cuidador humano o felino. Estos animales pueden sufrir alteraciones emocionales notables, que se traducen en cambios de comportamiento, estado de ánimo y salud física.

La Asociación Americana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (ASPCA) explica que algunos gatos, tras la pérdida de su compañero o cuidador, pueden mostrar síntomas de depresión a través de la disminución del apetito y actividad física, aumento de horas de sueño, mayor necesidad de afecto o, por el contrario, un incremento en la agresividad. Aunque no existe evidencia concluyente de que comprendan la muerte en sí, es claro que perciben la ausencia y los cambios en el ambiente, lo cual les genera angustia y confusión.

Para ayudar a un gato en duelo, los especialistas recomiendan mantener la rutina diaria sin alteraciones bruscas, con horarios de alimentación, disposición de los muebles y entorno familiar. Estimular el apetito es crucial, ya que una ingesta deficiente puede provocar enfermedades como la lipídosis hepática. También es recomendable dedicar más tiempo al juego, caricias y cepillado para mantener su bienestar emocional.