Fatou, la gorila más vieja del mundo, celebra su 68 cumpleaños en Berlín con un delicioso regalo

La homenajeada recibió una cesta repleta de frutas y verduras, adaptada cuidadosamente a sus necesidades alimenticias

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La gorila occidental de tierras
La gorila occidental de tierras bajas Fatou, la más antigua del mundo según el zoológico de Berlín, toca una canasta de frutas antes de su 68.º cumpleaños en el zoológico, en Berlín, Alemania, el 11 de abril de 2025. -(Reuters/Liesa Johannssen)

Fatou, reconocida como la gorila más longeva que vive en cautiverio en el mundo, se prepara para conmemorar un hito extraordinario: su cumpleaños número 68. Según informó el zoológico de Berlín, donde reside desde 1959, la celebración comenzó el viernes con un regalo especial en vísperas de su aniversario oficial, que es este domingo 13 de abril.

La gorila nació en 1957 y llegó dos años después a lo que entonces era Berlín Occidental. Desde entonces, es una de las residentes más emblemáticas del recinto.

A su avanzada edad, los cuidadores han implementado medidas específicas para garantizar su bienestar. Debido a que ya no tiene dientes, su dieta consiste en alimentos suaves y fáciles de masticar. El veterinario del zoológico, André Schüle, destacó que Fatou recibe “la mejor atención posible” para mantener su calidad de vida.

Un espacio tranquilo para una longeva habitante

La gorila Fatou recibió como
La gorila Fatou recibió como regalo una canasta llena de fruta suave, la cual puede comer sin preocupación a pesar de su larga edad.

Fatou vive en un recinto separado de los otros cinco gorilas que habitan el zoológico de Berlín. Según detalló Schüle, esta decisión se tomó para proporcionarle un entorno tranquilo, lejos del bullicio de los ejemplares más jóvenes, cuyas edades oscilan entre los 4 y los 39 años.

“Ella tiene la paz que merece a su avanzada edad”, afirmó el veterinario, subrayando el compromiso del zoológico con el cuidado de sus animales más longevos.

En su hábitat natural, los gorilas suelen vivir entre 35 y 40 años, mientras que en cautiverio, gracias a los cuidados especializados, pueden superar ampliamente esa expectativa. Fatou es un claro ejemplo de ello, con una edad que la convierte en un caso excepcional dentro de su especie. El año pasado, la gorila se convirtió en la residente más longeva del zoológico tras el fallecimiento de Ingo, un flamenco que se encontraba en el zoológico desde 1955 y cuya edad estimada era de al menos 75 años.

La historia de Fatou no solo es un testimonio de la dedicación del zoológico de Berlín, sino también un recordatorio del impacto que los entornos controlados pueden tener en la vida de los animales. Su cumpleaños número 68 no solo celebra su longevidad, sino también el esfuerzo continuo por garantizar su bienestar en cada etapa de su vida.

Fatou es un símbolo de la conservación y el cuidado animal en cautiverio. Su historia, que comenzó hace más de seis décadas, sigue siendo un ejemplo de cómo los zoológicos pueden desempeñar un papel crucial en la protección de especies y en la educación sobre la importancia de preservar la biodiversidad.

Por qué los gorilas están en peligro de extinción

A pesar de los esfuerzos
A pesar de los esfuerzos de conservación, las poblaciones de gorilas siguen enfrentando un panorama sombrío. -(Reuters)

Los gorilas enfrentan una crisis de supervivencia sin precedentes. De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), las dos especies principales de gorilas, el gorila occidental (Gorilla gorilla) y el gorila oriental (Gorilla beringei), están clasificadas como en peligro crítico y en peligro, respectivamente, en su Lista Roja de Especies Amenazadas.

De acuerdo con la información publicada por la organización Global Wildlife Conservation, la caza furtiva es la mayor amenaza para los gorilas, ya que son perseguidos por su carne y, en algunos casos, capturados para el comercio ilegal.

Otra amenaza significativa es la pérdida de hábitat. La expansión de la agricultura, la tala de bosques y la construcción de infraestructuras han fragmentado los ecosistemas donde habitan los gorilas. Esto no solo dificulta su acceso a alimentos y refugio, sino que también los expone a mayores riesgos de caza y enfermedades.

En este último punto, las enfermedades representan un desafío creciente. Según la IUCN, los gorilas son altamente vulnerables a enfermedades transmitidas por humanos, como el ébola. Un estudio publicado en 2006 en la revista Science reveló que esta enfermedad causó la muerte de aproximadamente 5 mil gorilas en el Congo y Gabón, con tasas de mortalidad que alcanzaron entre el 90 % y el 95 %. La transmisión zoonótica, es decir, entre humanos y animales, ha demostrado ser devastadora para estas especies.

Además, los conflictos armados en las regiones donde habitan los gorilas agravan la situación. Las tensiones políticas y sociales en países africanos como Congo, Ruanda y Uganda dificultan los esfuerzos de conservación y exponen a los gorilas a un entorno cada vez más hostil.