
Los osos polares, habitantes emblemáticos del Ártico, poseen características únicas que los convierten en una de las especies más sorprendentes del reino animal.
Su imponente presencia y sus increíbles habilidades de supervivencia los han convertido en un símbolo de la fauna polar, además de desempeñar un papel clave en el ecosistema ártico.
Cada 27 de febrero se conmemora el Día Internacional del Oso Polar, una fecha creada para generar conciencia sobre la importancia de proteger a esta icónica especie y su frágil ecosistema.
Esta celebración coincide con el período en el que las madres osas y sus crías permanecen resguardadas en sus guaridas, brindando una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos que enfrentan estos animales desde sus primeros días de vida, de acuerdo con Polar Bears International, organización dedicada a la conservación de estos animales.
El propósito de esta efeméride es destacar la urgente necesidad de proteger a las familias de osos polares en todo el Ártico. El calentamiento global ha acelerado el derretimiento del hielo marino, reduciendo sus zonas de caza y poniendo en riesgo su supervivencia.
A través de este día, se busca sensibilizar a la población y promover acciones que contribuyan a la conservación de estos majestuosos depredadores y su hábitat natural.
No son tan blancos como parecen

Aunque a simple vista los osos polares parecen completamente blancos, su apariencia es un truco óptico. Su piel es en realidad negra, como se puede observar en su nariz, y está cubierta por un pelaje transparente que carece de pigmentos, según la organización medioambiental Greenpeace.
Este pelaje refleja y dispersa la luz visible, lo que les da su característico color blanco. Este camuflaje natural es crucial para su supervivencia en el hielo y la nieve del Ártico.
Son los osos más carnívoros
Los osos polares son la especie de oso más carnívora que existe. En toda su área de distribución, su presa principal son las focas anilladas, especialmente las crías del año, seguidas en menor medida por las focas barbudas, según información de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
En algunas regiones, también cazan focas arpa , focas capuchinas e incluso especies de mayor tamaño, como morsas y belugas. Su sistema digestivo es más eficiente en la asimilación de grasas que de proteínas.
Los osos polares son significativamente más grandes en comparación con otras especies de úrsidos, lo que se debe a su dieta rica en energía.
Si bien pueden consumir aves, peces, vegetación y algas marinas durante la temporada sin hielo, cuando estos recursos están disponibles localmente, es poco probable que obtengan el valor nutricional necesario para sobrevivir con una alimentación predominantemente terrestre.
Una mordida poderosa
El poder de la mordida de un oso polar es impresionante. Con una fuerza de 86. 83 kilogramos-fuerza (Kgf) por centímetro cuadrado, supera a la de depredadores como el gran tiburón blanco, el tigre de Bengala y el león africano.
Para ponerlo en perspectiva, la mordida promedio de un ser humano es de apenas 11.39 Kgf por centímetro cuadrado, según Greenpeace.
Esta capacidad les permite cazar y consumir presas grandes, como focas, que son esenciales para su dieta.
Una comunicación única
Los osos polares se comunican entre sí a través del lenguaje corporal, vocalizaciones y marcas de olor, de acuerdo con Polar Bears International.
Cuando un oso mueve la cabeza de un lado a otro, indica que quiere jugar. Los osos adultos inician el juego, que en realidad es una forma de lucha ritualizada o combate simulado, poniéndose de pie sobre sus patas traseras, con la barbilla inclinada hacia el pecho y las patas delanteras colgando a los lados.
El saludo nariz con nariz es una forma en que un oso le pide algo a otro, como comida. En este caso, el oso que llega se aproxima lentamente, rodea la carroña y luego toca con sumisión la nariz del oso que está comiendo.
El “chuffing” es una vocalización de respuesta al estrés y suele escucharse cuando una madre está preocupada por la seguridad de sus crías. Las madres también reprenden a sus cachorros con un gruñido bajo o un leve manotazo. Si un macho se acerca a una hembra con crías, ella reacciona corriendo hacia él con la cabeza baja en señal de advertencia.
Las señales de agresión incluyen siseos, resoplidos y una postura con la cabeza baja. Cuando un oso emite rugidos o gruñidos fuertes, expresa enojo. Un gruñido profundo, en cambio, indica una advertencia, generalmente en defensa de su comida.
Si un oso carga hacia adelante con la cabeza baja y las orejas hacia atrás, está en modo de ataque. En contraste, cuando un oso se posiciona a favor del viento en relación con los osos dominantes, muestra sumisión.
Velocidad comparable a la de un caballo

A pesar de su tamaño y peso, los osos polares son sorprendentemente rápidos. Pueden alcanzar velocidades de hasta 40 kilómetros por hora, lo que los coloca a la par de un caballo al galope.
Según Greenpeace esta habilidad les permite perseguir presas o escapar de situaciones peligrosas en su entorno natural.
No beben agua
Los osos polares pasan la mayor parte de su vida en el hielo marino, rodeados de agua salada, la cual no es apta para el consumo. Sin embargo, según Polar Bears International tienen varias formas de obtener agua.
- Nieve: A veces los osos polares comen nieve, pero no en grandes cantidades, ya que derretirla requiere energía. También suelen ingerir nieve para refrescarse, por ejemplo, después de una pelea o en un día soleado.
- Charcos de agua derretida: Durante los meses más cálidos, en el hielo marino pueden formarse charcas de agua dulce provenientes del deshielo, y los osos las aprovechan para beber. En verano, cuando el hielo desaparece y están en tierra, pueden encontrar agua en pequeñas lagunas y estanques de agua dulce.
- Leche materna: Las crías obtienen tanto nutrientes como agua de la leche de su madre hasta que son destetadas, alrededor de los 2.5 años de edad.
Los osos polares también obtienen agua a través de su alimentación de dos maneras:
- Contenido de agua en los alimentos: El músculo de las focas contiene aproximadamente un 70% de agua, mientras que la grasa de foca tiene alrededor de un 10%.
- Metabolismo de los alimentos: Aunque parezca extraño, los osos polares pueden generar su propia agua. Durante el proceso de descomposición de los alimentos para obtener energía, el cuerpo produce agua como subproducto. Esto también ocurre en los humanos: mientras lees esto, tu cuerpo está transformando alimentos en energía y produciendo pequeñas cantidades de agua en casi todas las células.
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