Ubisoft confirma que Assassin’s Creed Shadows no tendrá más expansiones luego de Claws of Awaji

El estudio prioriza actualizaciones ‘más robustas y esporádicas’ debido al cambio tecnológico en Assassin’s Creed Shadows

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Assassin’s Creed Shadows, de Ubisoft.
Assassin’s Creed Shadows, de Ubisoft.

Assassin’s Creed Shadows, la última entrega de la reconocida serie de Ubisoft ambientada en el Japón feudal, no seguirá el modelo reciente de la franquicia en cuanto a expansiones de gran escala. Así lo confirmó el director asociado Simon Lemay-Comtois, quien indicó que no habrá una segunda expansión importante después de Claws of Awaji, a diferencia de títulos previos de la saga que habitualmente recibían múltiples contenidos narrativos adicionales. En cambio, Ubisoft se compromete a ofrecer actualizaciones menos frecuentes pero con mayor contenido y colaboraciones especiales, como el cruce reciente con Attack on Titan.

Expansiones: de ser la norma a convertirse en una excepción

Desde el lanzamiento de Assassin’s Creed Origins en 2017, los seguidores de la serie estaban acostumbrados a recibir al menos dos expansiones significativas por juego, que incluían nuevas historias, áreas inéditas y retos adicionales. Claws of Awaji, disponible desde septiembre, ofrecía aproximadamente 10 horas extra de narrativa para Assassin’s Creed Shadows y en un principio se presentó como la primera expansión de un pase de temporada que finalmente fue cancelado por Ubisoft. A raíz de esto, la compañía confirmó que esta será la única expansión de gran tamaño para este juego.

Assassin’s Creed Shadows opta así por una ruta diferente respecto a las entregas anteriores. Ubisoft explicó que este cambio no se debe a un bajo rendimiento en ventas; de hecho, la serie ha superado las expectativas en este sentido en sus últimos lanzamientos. La razón central radica en los desafíos técnicos: Assassin’s Creed Shadows representa un avance importante en el motor gráfico, lo que complicó la planificación y el desarrollo del contenido poslanzamiento.

Assassin’s Creed Shadows, de Ubisoft.
Assassin’s Creed Shadows, de Ubisoft.

Actualizaciones más importantes, aunque menos frecuentes

De acuerdo con Simon Lemay-Comtois, la estrategia para Assassin’s Creed Shadows durante su primer año consistió en responder rápidamente a los problemas técnicos y a las demandas de los jugadores. Durante ese tiempo, el equipo publicó varias pequeñas actualizaciones que abordaron aspectos como la jugabilidad y el sistema de parkour, muchas de ellas solicitadas por la comunidad.

Sin embargo, la idea para el segundo año es diferente: se abandona el modelo de incorporar paulatinamente pequeñas novedades y, en lugar de eso, se plantea lanzar menos actualizaciones pero con cambios más amplios y colaboraciones de relevancia, como el evento temporal de Attack on Titan. Algunas de estas futuras actualizaciones podrían ser equiparables en tamaño a anteriores colaboraciones, pero ninguna tendrá el alcance de una expansión tradicional.

Cómo afecta este cambio a jugadores y a la industria

Esta política representa una transformación significativa no solo para Assassin’s Creed, sino también para la industria de videojuegos de mundo abierto, que históricamente ha recurrido a lanzamientos adicionales para mantener a sus comunidades involucradas. Para quienes juegan regularmente, esto podría traducirse en menos motivos para volver al juego de forma constante, aunque Ubisoft busca equilibrarlo introduciendo actualizaciones más importantes cuando lleguen.

Por otro lado, este nuevo enfoque podría ayudar a disminuir la saturación de contenidos menores, una crítica común en muchos juegos actuales. En el plano de desarrollo, la decisión pone en relieve las dificultades que implica crear expansiones para títulos con nuevas tecnologías, ya que los procesos y cronogramas resultan menos predecibles que en series establecidas.

Ubisoft ha señalado que el cambio en el motor gráfico de Assassin’s Creed Shadows complicó la programación del soporte posterior al lanzamiento, lo que ha servido como experiencia para reajustar planes y expectativas. Este caso también refleja una tendencia a dar prioridad al impacto puntual de las actualizaciones, más que a la publicación periódica de pequeñas entregas, una estrategia que otros estudios también consideran a medida que aumentan los desafíos técnicos.