NetEase cierra Bad Brain Game Studios, el segundo cierre de la compañía en menos de una semana

Bad Brain fue fundado por ex miembros de Watch Dogs: Legion y empleaba a un equipo de hasta 50 personas

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Watch Dogs: Legion, de Ubisoft.
Watch Dogs: Legion, de Ubisoft.

La industria de los videojuegos enfrenta un nuevo revés tras el anuncio del cierre de Bad Brain Game Studios, una empresa canadiense fundada por ex desarrolladores de Ubisoft, especialmente antiguos responsables de Watch Dogs: Legion. El estudio, ubicado en Toronto y conocido por estar a cargo del desarrollo de Midnight Riders, juego aún no lanzado, vio frustradas sus posibilidades de continuar tras la decisión de NetEase de retirar su financiamiento, dejándolo sin alternativas viables para seguir operando.

Consecuencias para los empleados de Bad Brain Game Studios

El cierre de Bad Brain Game Studios afecta directamente a un número estimado de entre 11 y 50 empleados. Estos profesionales se encontrarán desempleados en un momento especialmente complicado para el sector de los videojuegos, caracterizado en 2025 por despidos extendidos y por unas oportunidades cada vez más limitadas para equipos independientes.

Muchos integrantes del estudio ya habían invertido varios años en el desarrollo creativo y técnico de Midnight Riders, un proyecto que aspiraba a romper moldes dentro de la industria y había conseguido captar el interés de la comunidad, aunque nunca llegó a ver la luz más allá de una breve presentación en video.

Sean Crooks, jefe del estudio y ex productor de Watch Dogs: Legion, subrayó el esfuerzo y la dedicación del equipo al declarar: “Nuestro equipo puso todo en este viaje, impulsando los límites creativos y técnicos con pasión e imaginación”. El cierre supone algo más que la pérdida de empleos; también frustra las expectativas de lanzar una nueva propiedad intelectual original, privando al sector de nuevos talentos y propuestas.

Watch Dogs: Legion, de Ubisoft.
Watch Dogs: Legion, de Ubisoft.

Tendencia de cierres de estudios vinculados a NetEase

Bad Brain Game Studios representa solo uno de los casos recientes asociados a NetEase y la retirada de su financiamiento en Occidente. Días antes, Fantastic Pixel Castle, liderado por Greg Street—antiguo diseñador de World of Warcraft— anunció su cierre por motivos similares, estableciendo el 17 de noviembre como la fecha de finalización, la misma que Bad Brain Game Studios.

Este patrón continúa la tendencia iniciada por T-Minus Zero, un estudio de NetEase fundado por veteranos de MMO, que también se vio obligado a cerrar tras perder el respaldo económico de la empresa en septiembre, aunque un pequeño grupo logró conservar el nombre del estudio. Durante 2024 y 2025, la estrategia de NetEase parece haber experimentado un cambio importante. En abril, se filtraron informes en la industria que indicaban que la compañía planeaba reducir su presencia y operación en estudios fuera de China, aunque la empresa lo negó oficialmente.

Sin embargo, además de los cierres mencionados, NetEase ha terminado sus relaciones con otros estudios occidentales como Worlds Untold, fundado por el guionista de Mass Effect, Mac Walters, y Jar of Sparks, creado por el ex empleado de Xbox, Jerry Hook. Incluso estudios japoneses como Ouka Studio, responsable del desarrollo de Visions of Mana para Square Enix, han resultado afectados, lo que ha aumentado la preocupación por un posible retroceso generalizado de NetEase respecto a su presencia internacional.

Repercusiones para Midnight Riders y para el sector

El futuro inmediato del videojuego Midnight Riders y de su propiedad intelectual permanece incierto. Según el propio Sean Crooks, el proyecto está disponible para ser adquirido o para algún tipo de asociación, lo que abre la posibilidad de que algún editor o inversor se interese por rescatarlo.

Esta serie de cierres entre estudios respaldados por grandes editoras internacionales como NetEase evidencia un problema de mayor alcance para los profesionales del sector y para el flujo de innovación en la industria. Equipos pequeños y creativos quedan expuestos a decisiones corporativas, perdiendo años de trabajo, estabilidad laboral y la oportunidad de crear franquicias nuevas. Mientras tanto, los jugadores ven cómo juegos con potencial y mundos originales quedan archivados y nunca llegan al mercado.

En el ámbito internacional, las estrategias adoptadas por NetEase están generando una tendencia preocupante: aumentan los riesgos para los equipos de trabajo occidentales y se intensifica la fragilidad de los proyectos ante la volatilidad financiera y las decisiones directivas de las grandes compañías asiáticas. La industria observa cómo estas acciones pueden redefinir el panorama del desarrollo de videojuegos y limitar el acceso a innovaciones creativas desarrolladas fuera de los principales centros tradicionales.