Caos en Bungie tras escándalo de plagio en su esperado juego Marathon

A pocos meses del lanzamiento de su nuevo juego Marathon, la emblemática desarrolladora de videojuegos Bungie enfrenta uno de los momentos más críticos de su historia. Acusaciones de plagio por parte de la artista Fern ‘Antireal’ Hook han sacudido los cimientos del estudio, conocido por éxitos como Halo y Destiny.

Hook denunció públicamente que elementos de su portafolio artístico de 2017 fueron usados sin autorización en el desarrollo de Marathon, lo que desató una tormenta mediática y una profunda crisis de moral dentro del equipo. Aunque Bungie inició una investigación interna y expresó públicamente su compromiso de solucionar el problema, fuentes internas describen un ambiente caótico y un futuro incierto para el lanzamiento del juego.

El escándalo tomó fuerza después de que Hook publicara en redes sociales imágenes comparativas de su trabajo personal junto a capturas de la fase alpha de Marathon. Las similitudes eran evidentes: iconos, patrones y tipografías coincidían casi de forma exacta con su obra.

La artista, visiblemente afectada, acusó a Bungie de usar sus creaciones sin permiso, lo que llevó a la empresa a emitir un comunicado admitiendo el error. “Un exempleado incorporó estos diseños en una hoja de texturas que luego se integró al juego”, explicó Bungie, añadiendo que realizarán una revisión exhaustiva de sus procesos para evitar futuros incidentes.

La situación ha afectado profundamente la cultura organizacional de Bungie. Reportes indican que la moral del equipo está en su nivel más bajo, con empleados cuestionando la factibilidad de lanzar Marathon en septiembre.

El ambiente tenso, descrito por algunos como “caótico”, se agrava no solo por la crisis actual, sino también por un descontento acumulado. Según fuentes, durante los últimos cinco años, las opiniones del personal sobre decisiones clave del proyecto han sido ignoradas repetidamente por la gerencia, lo que debilitó la confianza interna.

Aunque Marathon sigue programado para estrenarse el 23 de septiembre en múltiples plataformas, el escándalo podría retrasar su lanzamiento. En una reciente transmisión en vivo, Bungie evitó mostrar nuevo material del juego, argumentando la necesidad de revisar todos los recursos gráficos. Esta medida de control de daños refleja la gravedad de la crisis y la incertidumbre sobre el futuro del proyecto.

Tanto Bungie como Sony, su empresa matriz, investigan el caso, un proceso que podría llevar a cambios en la estrategia de marketing y en las pruebas del juego. La comunidad de jugadores espera con atención cómo estos eventos afectarán la calidad y reputación del producto final.