EA despide a cientos de empleados tras cancelar un juego de Titanfall

La decisión de Electronic Arts de cancelar dos proyectos clave en el estudio Respawn, reconocido por desarrollar juegos emblemáticos como Apex Legends y Star Wars Jedi, ha generado impacto en la industria de los videojuegos.

Con un estimado de entre 300 y 400 despidos, este movimiento refleja los desafíos estratégicos actuales del sector. ¿Qué consecuencias tendrá esto para el entorno laboral y qué se puede anticipar de EA en el futuro?

La cancelación de los proyectos fue un golpe inesperado para muchos en Respawn, especialmente porque uno de ellos estaba vinculado al universo de Titanfall. El shooter de extracción, conocido internamente como R7, se encontraba en una fase temprana de desarrollo.

Sin embargo, las prioridades de EA se orientaron hacia otros objetivos. Estos recortes forman parte de la estrategia de la compañía para concentrar recursos en sus franquicias más exitosas, como Apex Legends y Star Wars Jedi.

EA ha afirmado que la decisión de suspender dichos proyectos busca alinear sus esfuerzos con metas de crecimiento a largo plazo. Aun así, el impacto de estas cancelaciones es significativo para los equipos creativos que invirtieron tiempo y dedicación en ideas que nunca se materializarán.

Aproximadamente 100 empleados de Respawn y entre 200 y 300 de otros departamentos de EA han perdido sus empleos. La inestabilidad laboral en la industria no es nueva, pero estos cambios resaltan una realidad actual: la seguridad laboral depende estrechamente del éxito comercial.

Según rumores, los afectados recibieron apoyo durante la transición, incluyendo la posibilidad de postularse a otros roles dentro de la empresa. No obstante, el impacto psicológico y emocional de una reestructuración de esta escala aún es difícil de cuantificar. La cancelación de proyectos no solo limita oportunidades creativas, sino que también afecta la moral de los equipos.

Respawn ha sido un referente de innovación, pero el destino de la franquicia Titanfall ahora está en duda. Aunque EA no ha compartido detalles oficiales, los fanáticos expresan preocupación por la falta de claridad.

Desde 2022, la comunidad esperaba un nuevo título de Titanfall. Sin embargo, declaraciones recientes sugieren que proyectos como Titanfall 3 se han desvanecido ante los desafíos internos de EA. Mientras la empresa prioriza otras áreas de mercado, el futuro de la franquicia parece cada vez más incierto.

La reacción de los inversores fue inmediata: las acciones de EA cayeron más del 16% tras los anuncios. Esto no solo refleja una pérdida de confianza a corto plazo, sino también la presión para cumplir con expectativas futuras.