La Quimera anuncia un retraso mientras su estudio enfrenta desafíos inesperados

En un giro inesperado, el videojuego La Quimera, desarrollado por el estudio Reburn, fue retrasado el mismo día de su esperado lanzamiento. Anteriormente reconocido por su trabajo en la serie Metro, el equipo de Reburn enfrentó obstáculos inesperados que obligaron a posponer el proyecto.

Dmytro Lymar, CEO del estudio, compartió un comunicado sincero pidiendo comprensión a los fanáticos mientras gestionan estas complicaciones.

El aplazamiento de La Quimera, cuyo lanzamiento se anticipaba exitoso, sorprendió a críticos y jugadores por igual. Originalmente programado para el 25 de abril, el juego fue pospuesto sin una nueva fecha confirmada. Lymar atribuyó el retraso a “circunstancias imprevistas”, entre ellas la compleja situación en Ucrania debido al conflicto en curso, la cual ha dificultado el desarrollo y la distribución.

Además, las críticas mixtas recibidas durante las pruebas previas, en especial hacia la narrativa ambientada en un futuro distópico del año 2064 en América Latina, podrían haber influido en la decisión de Reburn de retrasar el lanzamiento para mejorar aspectos clave. Problemas logísticos en las etapas finales de producción, incluyendo una beta cerrada programada semanas antes, también contribuyeron al retraso, según detalló el estudio.

A pesar de la expectativa generada, La Quimera no convenció a los críticos durante su fase de pruebas. Los análisis destacaron fallos en la trama, una duración más corta de lo esperado —con solo tres misiones que suman alrededor de cinco horas—, actuaciones de voz inconsistentes y múltiples errores técnicos.

En Metacritic, solo se habían publicado dos reseñas al momento del retraso, ambas con calificaciones de 4/10, reflejando un consenso sobre la necesidad de ajustes para ofrecer una experiencia satisfactoria. No obstante, los elogios se centraron en la calidad visual y el estilo artístico del juego.

El retraso generó descontento entre los fanáticos, quienes expresaron su frustración en redes sociales. Muchos anticipaban el lanzamiento con entusiasmo, especialmente tras los avances promocionales que prometían una propuesta innovadora. La tensión geopolítica en Ucrania, donde opera parte del equipo de Reburn, ha añadido desafíos adicionales para el estudio y su audiencia.

Lymar reiteró el compromiso de optimizar el juego antes de su lanzamiento definitivo. Los jugadores ahora esperan una nueva fecha, confiando en que las mejoras justifiquen la espera. Mientras Reburn trabaja en superar estos obstáculos, la atención se centra en cómo responderá a las críticas y si La Quimera logrará consolidarse como el proyecto ambicioso que sus creadores imaginaron.