La ceremonia llega a su fin con el esperado premio a Mejor Película, el galardón más importante de la noche, presentado por Billy Crystal y Meg Ryan. El premio recae en Anora, el drama dirigido por Sean Baker, que ha cautivado a la crítica y al público por igual, destacándose en múltiples categorías a lo largo de la noche. Mikey Madison, Mark Eydelshteyn y Yura Borisov ofrecen interpretaciones poderosas, llenas de sutileza y profundidad, dando vida a personajes complejos que navegan por las tensiones entre el amor, el poder y la independencia. Con su narrativa impactante y su enfoque en temas sociales y emocionales, Anora se consagra como uno de los grandes triunfadores de la noche, dejando una marca imborrable en esta edición de los Oscars.
La categoría de Mejor Actriz Principal fue presentada por Emma Stone, reciente ganadora del Oscar por Poor Things. Este año, la sorpresa llegó cuando el galardón fue para Mikey Madison por su destacada actuación en Anora, el drama dirigido por Sean Baker. En este filme, Madison interpreta a Anora, una trabajadora sexual que, al casarse con el hijo de un magnate ruso, se ve atrapada en una feroz lucha contra la poderosa familia de su esposo. Este papel ha consolidado a Madison como una de las grandes revelaciones del cine, un logro que ya había anticipado con sus victorias previas en los BAFTA y Spirit Award. Aunque muchos indicaban a Demi Moore como la favorita por La sustancia, fue Madison quien se llevó finalmente la estatuilla.
Quentin Tarantino fue el encargado de entregar el premio a Mejor Director, que recayó en Sean Baker por su trabajo en Anora. Con una trayectoria marcada por películas como Tangerine, Red Rocket y The Florida Project, Baker ha consolidado su estatus como uno de los cineastas más innovadores del cine independiente. Esta victoria se suma a una temporada de premios sobresaliente para él, que incluye los galardones a Mejor Guion Original y Mejor Edición en los mismos Oscars, consolidando así un recorrido impresionante en esta edición. Su capacidad para abordar temas complejos con una visión única sigue siendo una de las características más destacadas de su carrera.
Cillian Murphy, quien dejó una marca en la industria con su interpretación de Oppenheimer en 2024, fue el encargado de presentar el premio a Mejor Actor Principal. En esta ocasión, el galardón fue para Adrien Brody por su papel en The Brutalist. Este es el segundo Oscar de Brody, quien ya había sido premiado anteriormente por su papel en El Pianista. Sin embargo, esta vez se consagra con su conmovedora interpretación de László Tóth, un arquitecto visionario y sobreviviente del Holocausto, un personaje que lo llevó a explorar las profundidades de la resiliencia humana y la lucha por la reconstrucción de la vida tras una tragedia histórica.
La ceremonia comienza a llegar a su fin, pero no antes de un emotivo homenaje presentado por Oprah Winfrey y Whoopi Goldberg al icónico Quincy Jones, el legendario músico y productor conocido por su extraordinaria influencia en la música y su habilidad para trascender generaciones.
Mark Hamill, acompañado de la emblemática música de Star Wars, sube al escenario para anunciar el ganador de la categoría Mejor Banda Sonora. El Oscar recayó en The Brutalist, que se lleva su segunda estatuilla de la noche. Este conmovedor trabajo musical complementó a la perfección la narrativa de la película, elevando la carga emocional del drama. En la terna también competían Conclave, Emilia Pérez, Wicked y The Wild Robot.
Llegó una de las categorías más esperadas de la noche: Mejor Película Internacional, presentada por Penélope Cruz. El galardón fue para Aún estoy aquí (I’m Still Here), la aclamada producción de Brasil protagonizada por Fernanda Torres. La película nos ofrece una historia dura y reflexiva sobre los devastadores eventos ocurridos durante la dictadura militar en el país, explorando sus efectos en la sociedad y las vidas de aquellos que vivieron esa oscura etapa histórica.
Llegamos a la categoría de Mejor Fotografía, presentada por Joe Alwyn, Zoe Saldaña, Willem Dafoe, Alba Rohrwacher y Dave Bautista, quienes introdujeron una de las ternas más esperadas de la noche. La estatuilla fue para Lol Crawley por su trabajo en The Brutalist, un drama épico que narra la vida de László Tóth, un arquitecto visionario y sobreviviente del Holocausto. La película sigue su emigración a Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial, donde lucha por reconstruir su vida y dejar una marca indeleble en la arquitectura moderna.
Es hora de rendir homenaje a quienes nos dejaron en el último año, con el solemne segmento del In Memoriam. Esta noche, Morgan Freeman toma el escenario del Dolby Theatre para recordar a los miembros de la industria del cine que fallecieron, destacando su invaluable contribución al séptimo arte y el legado que dejaron a lo largo de su carrera.
Es el turno de reconocer la excelencia en la categoría de Mejor Cortometraje de Acción Real, presentada por Sterling K. Brown y Ana de Armas. Este premio destaca la habilidad de los cineastas para contar historias impactantes en un formato breve y conciso, y en 2025, el galardón fue para I’m Not a Robot de Victoria Warmerdam y Trent. Otros títulos, como A Lien, Anuja, The Last Ranger y The Man Who Could Not Remain Silent, también estuvieron en la competencia pero no lograron el reconocimiento.