
Los superhéroes son un icono representativo de lo que es el entretenimiento occidental. Sobre todo, de aquellos que salieron de Estados Unidos y se expandieron al resto del mundo. Tuvieron su época dorada (y origen) en los cómics hace casi cien años y después se pudo adaptar a otros medios.
Su turno en el cine, por ejemplo, se concretó con fuerza en las décadas de los noventa y los años dos mil, pero fue con el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) cuando toda esta galería de personajes se convirtió en una franquicia sumamente asentada en la cultura popular, algo que se viene desgastando hace ya unos años por la sobrepoblación de productos relacionados al cine. ¿Qué rol juegan los videojuegos en todo esto?
Los superhéroes forman parte de los videojuegos casi desde la misma concepción de esta industria, con adaptaciones muy libres de personajes sumamente populares como Superman o Spider-Man. Sin embargo, fueron dos grandes obras las que definieron en los últimos tiempos lo ambiciosas que podían ser las historias interactivas de nuestros héroes.
La primera partió del estudio Rocksteady que creó al asfixiante Batman: Arkham Asylum (2009), en una historia tan narrativa como revolucionaria. Una obra que quedará a través de los años y que terminó de inmortalizarse con la apertura de su mundo a toda ciudad gótica en sus secuelas, finalizando en el completo Batman: Arkham Knight (2015).
Tan solo tres años más tarde, Sony aprovecharía el uso de su propiedad cedida por Marvel y lanzaría Marvel’s Spider-Man (2018), representando otra experiencia de mundo abierto tan entretenida y accesible para todos que el solo hecho de poder balancearse por la ciudad con el nivel de realismo planteado convertía a este videojuego en algo fuera de serie.

El éxito de estas producciones y la estandarización de la industria del videojuego de aventuras en 3D con mucha cortina cinematográfica por detrás ocasionó que haya un aluvión de experiencias que intentan replicarlo, muchas veces sin éxito alguno y muchas otras sin conseguir las ventas acordes a su buen recibimiento, como fue el caso de Marvel’s Midnight Suns (2022).
A su vez, muchos demostraron que tener un gran nombre no es sinónimo de éxito. Marvel’s Avengers (2020), de Square Enix, tenía todo para ser un bombazo: pleno éxito de la IP de los Avengers gracias a las películas, un estudio icónico detrás y auge absoluto de los videojuegos de superhéroes por los motivos antes mencionados. ¿El resultado? Un fracaso tan grande que terminó, entre otras cosas, en la venta de todo el ala occidental de Square Enix a un grupo empresario.
El mismo destino sufrió Marvel’s Guardians of the Galaxy, también de Square Enix, que siendo bien recibido (e incluso aclamado en varias premiaciones como The Game Awards) no llegó a las ventas necesarias. En la otra vereda, Gotham Knights (2022), queriendo mantener el éxito de la saga Arkham de Batman terminó pasando sumamente desapercibido. Ningún nombre te garantiza ventas si el videojuego no convence.

Sin embargo, estos traspiés no significaron un retroceso en la producción de videojuegos de superhéroes ni mucho menos. Iron Man, Pantera Negra, Capitán América, la secuela de Spider-Man, estos son algunos de los títulos anunciados de personajes que estuvieron en el foco en los últimos años.
Pero quizás, los ejemplos más llamativos son los de Marvel’s Blade, anunciado en The Game Awards 2023 y de Marvel’s Wolverine. Ambos pensados para publicarse en ventanas de lanzamiento cercanas a las películas de Blade y al ingreso de los X-Men en el Universo de Marvel en el cine. Una manera de intentar compartir el éxito del videojuego hacia la película y viceversa, en caso de que a alguna de las dos producciones le vaya bien.

Estos últimos anuncios y el éxito que vienen cosechando, sea mediante la crítica o mediante las ventas de los títulos, pueden significar una mina de oro para la adaptación de estos personajes. Tal es así, que el año pasado se rumoreó que Disney estaría interesado en comprar Electronic Arts para empezar a producir sus propios videojuegos, lo que hubiese sido un bombazo a nivel industria.
Por lo pronto, solo podemos decir que Marvel’s Spider-Man 2 (2023) es uno de los videojuegos de Sony más vendidos en poco tiempo y que fue también nominado a Juego del Año en The Game Awards. Toca esperar y ver cómo le va al resto de los títulos y si realmente el desgaste de estas producciones en el cine se mantiene, poniendo a los videojuegos como una nueva salida para adaptaciones superheróicas.
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