Empezó el juicio contra un cordobés que intentó robar la camioneta del juez de la Corte Suprema Horacio Rosatti

Damián Berruet fue detenido in fraganti mientras intentaba abrir el vehículo oficial que estaba estacionado frente al Palacio de Tribunales. Sospechan que integraba una banda que viajaba semanalmente a Buenos Aires para cometer ilícitos

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Horacio Rosatti, presidente de la
Horacio Rosatti, presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 inició este lunes el juicio contra Damián Berruet, el hombre al que encontraron in fraganti intentando robar una camioneta oficial designada para el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti. El debate oral y público se desarrollará presencialmente en los tribunales de Comodoro Py 2002, en el barrio porteño de Retiro.

Cordobés, de 46 años y con antecedentes, Berruet llegó a juicio imputado por “intento de robo agravado por tratarse de un vehículo que se hallaba en la vía pública”, en calidad de autor. Las penas para ese delito van del año y 6 meses a los 6 años y 8 meses de prisión.

El episodio se produjo el 30 de mayo de 2024, en un sector de estacionamiento que tiene la Corte Suprema en la calle Uruguay 449, frente al Palacio de Tribunales.

Ese mediodía un suboficial auxiliar de Policía Federal Argentina (PFA), Cristian Ferreiros, asignado a la custodia y patrullaje del edificio y sus alrededores, detectó a un hombre con movimientos sospechosos cerca de uno de los vehículos. Era la camioneta Toyota Hilux SW4 blanca, propiedad de la Corte Suprema, en la que se movía diariamente Horacio Rosatti.

Según declaró el policía, el delincuente lo amenazó con un objeto punzante con el que estaba intentando forzar la cerradura del vehículo. Entonces intentó reducirlo y empezó una persecución. Finalmente lo detuvieron en la esquina de Lavalle y Paraná, donde al identificarse dio una identidad falsa.

Damián Berruet, acusado por el
Damián Berruet, acusado por el intento de robo

La policía secuestró un inhibidor de señal -de uso típico para el robo de autos-, un destornillador y una llave Allen limada.

Con el hombre detenido se inició una investigación que estuvo a cargo del fiscal federal Franco Picardi. En el juicio, en cambio, la acusación está a cargo de Diego Luciani.

Las verificaciones posteriores a la captura revelaron que el acusado tiene antecedentes previos -con múltiples condenas- por delitos contra la propiedad y resistencia a la autoridad. Son más de una decena de causas, que además se complementan con otro expediente por violencia de género: su pareja lo denunció por golpes y maltratos.

Cámaras de seguridad registraron el intento de robo a la camioneta del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti

Además, según estableció el Ministerio Público Fiscal en la elevación a juicio, Berruet formaría parte de una banda de entre ocho y doce personas que viajaban semanalmente de Córdoba a Buenos Aires para robar.

Se alojaban en tres habitaciones de un hotel situado en la calle Bartolomé Mitre al 1900, en el barrio de Congreso. Dos semanas después del intento de robo a Rosatti, la PFA allanó el lugar e incautó dólares y pesos en efectivo. También encontraron tarjetas de crédito y débito, celulares, y un pasaje de micro con destino a la provincia de Córdoba.

Según la investigación del fiscal Picardi, el grupo llegaba a la Ciudad de Buenos Aires los días miércoles y se retiraba los viernes. Con esta modalidad habrían cometido robos “sin mucha complejidad”, con “víctimas aleatorias”, factores que diluyen la hipótesis de un presunto ataque planificado al presidente de la Corte Suprema.

Sin embargo, no es la primera vez que Rosatti es víctima de maniobras sospechosas. En los últimos dos años ya había sufrido intentos de robo en su departamento de Santa Fe, pinchaduras de neumáticos en sus vehículos y la creación de líneas telefónicas a su nombre, caso que derivó en una causa de espionaje que trascendió hacia otros jueces y funcionarios públicos.

Horacio Rosatti
Horacio Rosatti

Además, en mayo de este año también denunció un intento de hackeo. Ciberdelincuentes habrían querido engañar a un empleado de la Dirección General de Gestión y Habilitación e Infraestructura de la Corte Suprema, el sector que trata con las compañías telefónicas Claro y Movistar, contratadas para la asignación de líneas telefónicas de los magistrados.

La voz del otro lado del teléfono le indicó que una línea había sido reportada como robada, y le pidió que la bloquee y le entregue “un pin”. El abonado en cuestión era nada menos que Horacio Rosatti.

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