
La diva rubia, una de las actrices más deseadas del siglo XX, que terminó su vida de forma trágica, tampoco tuvo una infancia feliz que recordar. Muy por el contrario. Sufrió demasiado desde muy temprano. Por empezar, nunca pudo conocer a su padre — a quien rastreó toda la vida— y su madre no estuvo en condiciones de darle una crianza de amor y estabilidad. Vivía de la beneficencia y terminó internada en un centro de salud mental, mientras la niña pasaba de un orfanato a otro y casas de familias, donde habría sido violada en dos oportunidades.
La pequeña llegó a este mundo un 1º de junio de 1926, en Los Ángeles, California, fue fruto de una aventura de su madre Gladys con Charles Stanley Gifford, el propietario de la empresa de películas fotográficas en la que trabajaba. La biopic “Blonde” inicia con una escena en la que su madre le muestra una foto de un hombre de bigote y sombrero, con aspecto de estrella de Hollywood, al estilo de Clark Gable. Le dice que es un magnate y que es su padre.
La actriz escribió: “Años más tarde me enteré de cómo se llamaba y de muchas otras cosas sobre él: cómo vivía en el mismo edificio de apartamentos donde vivía mi madre, cómo se enamoraron y cómo se marchó y la abandonó mientras yo nacía, sin haberme visto nunca”. Y agregó: “Lo extraño era que todo lo que oía sobre él me hacía sentir más cercana a él. La noche que vi su foto soñé con él cuando me dormí. Y soñé con él mil veces después”.
El episodio en el que su madre le muestra la foto quedó grabado en su memoria sería el comienzo de una búsqueda interminable, infructuosa y especialmente dolorosa. Por su parte, él siempre negó esa paternidad y se negaba a recibirla. Le daba respuestas como: “Mira, estoy casado y tengo una familia”. O “No tengo nada que decirte. Llame a mi abogado”. Y ella terminaba con el corazón roto. Durante toda su existencia sufrió el abandono y la soledad.
“Solía mentir en mis entrevistas, sobre todo acerca de mi madre y mi padre”, escribió en Mi Historia, “decía que ella estaba muerta y que él estaba en algún lugar de Europa. Mentía porque me avergonzaba que el mundo supiera que mi madre estaba en una clínica mental y que yo había nacido ‘fuera del matrimonio’ y nunca había oído la voz de mi padre”.
Un documental francés estrenado hace tres años, afirma haber resuelto definitivamente la cuestión de su paternidad mediante un estudio de ADN. El cineasta François Pomes afirmó tener pruebas nuevas e irrefutables de que Gifford era el padre de la actriz.
El equipo francés le pidió a la única nieta superviviente de Gifford, Francine Gifford Deir, una muestra de ADN que tuvo una clara coincidencia con el ADN de la actriz, obtenido de un mechón de pelo, que había comprado el director de su funeral.
La actriz tuvo hermanos, pero no fue criada con ellos. Su abuela Della, había casado a Gladys con un empresario de Kentucky, Jasper Baker, cuando ella tenía solo 14 años, después de fingir que su hija tenía 18. La adolescente tuvo dos hijos con Baker, pero los dejaba con los vecinos mientras ella salía de noche. Su matrimonio no superó los cuatro años. Pronto se volvió a casar, esta vez con Martin Mortensen, un revisor de contadores de gas, pero lo dejó porque se aburría con él y se divorció siete meses después. No había pasado un año cuando Gladys descubre que estaba embarazada de Stan, su supervisor, donde ella cortaba negativos de película, quien tenía fama de mujeriego.
Desbordada por la situación, tuvo a su bebé y aún así nunca le pidió ayuda a Stan. No estaba preparada ni en lo económico ni en lo emocional. Por tal razón, la niña creció en orfanatos y casas de familia.
Cuando su pequeña había cumplido 7 años la salud mental de Gladys había empeorado notablemente. Luego de una crisis nerviosa le diagnosticaron esquizofrenia paranoide. Al principio visitaba a su hija los fines de semana, después raramente la veía.
Según The Daily Mail, se ha alegado que la niña fue abusada sexualmente por un tutor cuando tenía 11 años. Y otra vez a los 12, en casas de guarda. Con solo 16 años dejó atrás una vida de instituciones, para casarse con un oficial de policía, llamado James Dougherty, el primero de sus tres maridos.
Faltaba poco para convertirse en modelo pin-up. Fue cuando empezó a posar para revistas masculinas y se aliso el cabello y se lo tiñó con el rubio que la acompañaría siempre.
Respuesta: la niña de la foto es Marilyn Monroe
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