Luz, cámara, acción: los 46 segundos con los que los hermanos Lumière revolucionaron la historia del cine

El 22 de marzo de 1895 dos hermanos franceses apasionados por la fotografía daban a conocer una cortísima película. Fue una de las tantas de las creaciones de quienes pasarían a la historia como unos de los grandes precursores del cine tal cual lo conocemos en la actualidad

Guardar
La salida de los obreros de la fábrica Lumiere

Fue una verdadera conmoción. Los primeros que vieron la película, que no llegaba al minuto de duración, salían a la calle e invitaban a conocidos y extraños a presenciar ese increíble fenómeno que registró la salida de un nutrido grupo de trabajadores de una fábrica. Era un realismo que no habían presenciado nunca.

En otro film, Llegada de un tren a la estación de la Ciotet, los espectadores se levantaban de sus butacas y encaraban hacia la salida cuando la locomotora se acercaba al andén y parecía salirse de la pantalla.

Eran los comienzos del cine y a pesar de que en esos tiempos varios eran los que experimentaban, fueron los hermanos Lumière los que se llevaron casi todas las palmas.

Uno era el investigador e
Uno era el investigador e inventor; el otro se ocupaba de las cuestiones administrativas. Llegó a ser una dupla inseparable que hicieron historia en los inicios del cine

Auguste Marie Louis Nicolas y Louis Jean Lumière habían nacido en Besanzón el 19 de octubre de 1862 y el 5 de octubre de 1864, respectivamente. Sus destinos quedaron tan unidos que para contar la historia de la imagen en movimiento ellos perdieron sus nombres de pila y “los hermanos Lumière” fue una marca registrada.

Louis era el inventor, el que experimentaba y Auguste se encargaba más de la cuestión administrativa.

Eran niños cuando su padre Antoine, retratista, terminó una sociedad con Emile Lebeau, la familia se radicó en Lyon e instaló un taller fotográfico que se hizo muy popular. Luego armó una importante fábrica de producción de placas fotográficas que le redituó en un excelente pasar económico.

Auguste y Louis se formaron en el liceo La Martiniére. Ya desde adolescente, Louis comenzó con la experimentación de la imagen. Con solo 18 años ya había logrado detener el movimiento en las fotos.

En 1894 su padre fue invitado a una demostración del kinetoscopio, un invento de Thomas Alva Edison, que ofrecía una visual de películas pero en forma individual. Regresó a su casa muy impresionado y les propuso a sus hijos mejorar el invento.

Idearon una cámara que filmaba
Idearon una cámara que filmaba y que proyectaba. Comenzaron registrando escenas de la vida cotidiana en películas que no pasaban del minuto. Sus proyecciones eran verdaderos sucesos

Los hermanos, que ya venían indagando y experimentando, recogieron el guante y desde ese mismo año empezaron a ensayar en una nueva máquina: una caja de madera con un objetivo, y con una manivela que hacía girar una película de 35 milímetros. El aparato tomaba fotografías que luego pasadas en continuo, conformaban una película que no excedía del minuto. El objeto pesaba unos cinco kilos y lo patentaron en marzo de 1895. Habían creado una máquina que grababa y proyectaba. Los hermanos inventores también habían presentado en la Academia de Ciencias un método de fotografía en colores naturales.

El primer registro fue La salida de la fábrica Lumière en Lyon (La sortie de l’ usine Lumière á Lyon), a la que se tiene como la primera producción en la historia del cine.

El corto, de 46 segundos, muestra como un centenar de trabajadores, la mayoría mujeres, salen por el portón de la calle Saint-Víctor. La cámara está ubicada enfrentando la puerta y solo algunas de las personas que salen miran al objetivo. Si bien hubo registros anteriores experimentales usando distintas técnicas, La salida de los trabajadores es considerado por los estudiosos como el punto de partida del cine tal cual lo conocemos.

Los hermanos Louis Lumière y
Los hermanos Louis Lumière y Auguste Lumière en su estudio (EFE/Ministere de L'Information)

El 22 de marzo de 1895 se proyectó por primera vez. Fue en una reunión en la Sociedad Nacional de Fomento de la Industria Nacional de París ante un reducido grupo de personas. El 28 de diciembre de ese año comenzaron las exhibiciones públicas. Fueron en el salón Indien del Grand Café des Capucines de Paris, situado en el 14 del Boulevard des Capucines. Su dueño, el italiano Volpini, que descreía de esta innovación, les cobraba a los Lumière 30 francos mensuales. La entrada valía un franco.

En la puerta del local, habían colgado un cartel con la explicación: “Este aparato inventado por M.M. Auguste y Louis Lumière permite recoger una serie de pruebas instantáneas, todos los movimientos que durante un cierto tiempo se suceden ante el objetivo y reproducir a continuación estos movimientos proyectando, a tamaño natural, sus imágenes sobre una pantalla y ante una sala entera”.

Se sucedieron los cortos, como el que registraba la llegada de un tren o uno cómico, El regador regado, en el que una persona inspecciona la boca de una manguera por la que dejó de salir agua, sin percibirse de un niño que la estaba pisando y que, de pronto, deja de hacerlo y el hombre se moja.

El invento fue todo un suceso, los hermanos recaudaron una fortuna por las proyecciones y de distintos puntos del país y del mundo solicitaron el aparato. Ellos enviaban un equipo junto a un operador que registraba importantes sucesos públicos.

El Grand Café des Capucines, donde se exhibió La salida de obreros de la fábrica, aún existe y rinde homenaje a esos hermanos que, con temor e incertidumbre ante algo novedoso, dieron el puntapié inicial de la maravillosa aventura que es el cine.

SEGUIR LEYENDO:

Últimas Noticias

Tras 800 años, un tesoro medieval oculto resurge de un lago en Alemania, pero su historia aún será un misterio

Decoraciones simbólicas, herramientas y restos del siglo XIII revelaron la singularidad de la embarcación hallada, pero una drástica decisión fue necesaria para conservarla, según detalló National Geographic

Tras 800 años, un tesoro

De la dislexia al espacio: la vertiginosa historia de vida de Lauren Sánchez, la prometida de Jeff Bezos

La empresaria y piloto desafió los prejuicios mediáticos y familiares mientras consolidaba su imagen pública con autenticidad y compromiso social

De la dislexia al espacio:

La joven enfermera polaca que se convirtió en amante de un jerarca nazi a cambio de salvar la vida de doce judíos

Irene Gut vivió todos los horrores de la guerra. fue violada por soldados soviéticos y luego sirvió en la casa de un militar alemán. Allí, fue forzada a compartir la cama con el comandante Eduard Rügemer a cambio de esconder una docena de personas

La joven enfermera polaca que

El adolescente de 19 años que aterrizó en la Plaza Roja con panfletos y un mensaje de paz, y humilló al sistema de defensa soviético

Mathias Rust descendió en pleno Moscú en 1987 porque deseaba construir un puente imaginario entre oriente y occidente. El joven atravesó la cortina de hierro y evadió la seguridad del espacio aéreo de la Unión Soviética en un acto que conmocionó al mundo. La gesta temeraria y lo que vino después: una condena y una justificación de las autoridades para purgar los estamentos militares

El adolescente de 19 años

“Vivíamos en un circo”: el calvario de las quintillizas exhibidas y explotadas por sus padres, el Estado, su médico y los medios

Nacidas en una granja pobre de Ontario, Canadá, el 28 de mayo de 1934, Yvonne, Anette, Cécile, Émile y Marie Dionne fueron abusadas desde su primer día de vida por ser los primeros quintillizos sobrevivientes del parto del que se tuviera noticia. Las quisieron convertir en fenómenos de circo, las exhibieron en un zoológico y produjeron “beneficios comerciales” por cientos de millones de dólares, de los que no recibieron un centavo

“Vivíamos en un circo”: el