
La automatización ofrece una forma de abordar dos desafíos interconectados para los fabricantes occidentales: el escaso crecimiento de la productividad y la escasez de mano de obra. Pero el progreso ha sido irregular. En los Estados Unidos, solo el 12% de las fábricas cuenta con robots, y apenas el 6% ha automatizado a gran escala. La densidad de robots en los Estados Unidos (295 unidades por cada 10,000 trabajadores) está muy por detrás de Japón (419), Alemania (429), China (470) y Corea del Sur (1,012).
He aquí cinco pasos que han demostrado ser fundamentales para hacer que la automatización funcione.
1. RECONOZCA QUE LA AUTOMATIZACIÓN ES UN CAMBIO EN EL MODELO DE NEGOCIO.
Con demasiada frecuencia, la automatización se delega a los equipos de operaciones o ingeniería con poco apoyo interfuncional. Eso es un error. La automatización no es solo un asunto de implementación tecnológica. A menudo requiere rediseñar procesos, reorganizar el trabajo y reestructurar la forma en que las organizaciones toman decisiones.
Los líderes que tienen éxito elevan la automatización a la C-suite. Este tipo de movimientos señalan que la automatización no es un experimento: es parte central de la estrategia. La implicación de los altos ejecutivos también cambia el tono a nivel interno y puede generar credibilidad entre los inversionistas, reguladores y socios. En los lugares con altas tasas de adopción de la automatización, estas prioridades se filtran desde los ejecutivos hasta la planta de producción.
2. DEFINA UN CASO DE NEGOCIO AMBICIOSO Y REALISTA.
Una de las razones por las que la automatización tiene dificultades para escalar es la "parálisis piloto", es decir, las empresas experimentan repetidamente con robots en casos de uso aislados y luego los abandonan cuando los resultados no cumplen con los objetivos de retorno de la inversión a corto plazo.
Muchos modelos de ROI se enfocan solo en los ahorros de costos laborales. Pero eso pasa por alto dos puntos críticos: 1) la automatización puede aliviar la escasez de mano de obra (no solo reemplazar personal), y 2) puede mejorar la calidad, aumentar la disponibilidad de datos y habilitar la flexibilidad operativa.
Estamos observando que los períodos de amortización se están acortando: a menudo de uno a tres años, en comparación con los cinco a siete años del pasado reciente. Con gemelos digitales y plataformas modulares, las empresas ahora pueden simular líneas de producción y validar mejoras antes de comprometerse.
¿La lección? Trate la automatización como cualquier otra transformación empresarial. Defina el "qué", el "por qué" y el "cómo", y luego escale con disciplina.
3. CONSTRUYA UNA PILA TECNOLÓGICA LISTA PARA EL FUTURO.
La mayoría de las fallas en la automatización no son causadas por los robots en sí, sino por errores de integración. Solo entre el 25% y el 30% de los costos totales del sistema están ligados al hardware, el resto corresponde a la configuración del sistema para que funcione con los equipos, la infraestructura de tecnología de la información y los flujos de trabajo existentes.
La fragmentación es el problema más común. Muchas herramientas de automatización son de propósito general por diseño, pero las empresas necesitan que funcionen en entornos muy específicos, a menudo propietarios. Esto conduce a integraciones únicas, interoperabilidad limitada y sistemas insostenibles.
Los datos son el combustible para los robots avanzados, especialmente a medida que los modelos fundacionales y los sistemas impulsados por inteligencia artificial se vuelven más poderosos. Las empresas deben mejorar la documentación, la integración y la transparencia para respaldar la escalabilidad.
4. ADOPTE UN ENFOQUE EMPRESARIAL PARA EQUILIBRAR EL RIESGO.
Para escalar la automatización con éxito se requiere una estrategia que abarque toda la empresa, con una cartera de proyectos que equilibre las iniciativas de recuperación rápida con inversiones a más largo plazo. Las estructuras de gobernanza centralizadas para asignar capital y evaluar el progreso, como los directores de automatización o los comités directivos interfuncionales, han demostrado ser efectivas.
5. INVIERTA EN LAS PERSONAS DESDE EL PRINCIPIO Y CON FRECUENCIA.
La tecnología no genera valor, las personas sí. La automatización solo tendrá éxito si la fuerza laboral está lista para ello.
El temor a que los robots nos quiten el trabajo es real. Una de las claves para el éxito es rediseñar las funciones de ingeniería y producción para que se encarguen de identificar e integrar las nuevas tecnologías.
Esto no es un problema tecnológico. Es un problema de gestión, y es uno que los gerentes pueden resolver.
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