
No es ningún secreto que practicar la gratitud ofrece numerosos beneficios que pueden mejorar significativamente el rendimiento individual y organizacional. Pero ¿y si le dijéramos que la gratitud también tiene sus trampas?
Si alguna vez ha aceptado un aumento modesto, ha hecho un movimiento lateral o ha accedido a un proyecto adicional a pesar de su gran carga de trabajo (sintiéndose agradecido por el reconocimiento de su jefe, pero silenciando sus verdaderas ambiciones por miedo a parecer desagradecido), entonces ha experimentado una de las trampas de la gratitud excesiva, sin siquiera darse cuenta. (Pero esto no es tan inusual como cree).
LAS TRES TRAMPAS DE LA GRATITUD EXCESIVA
Caer en una trampa de gratitud podría volverlo complaciente y obstaculizar su desarrollo profesional al crear una barrera para la autodefensa efectiva. A medida que inicia o continúa con su práctica de gratitud, sea consciente de estas tres trampas (y aprenda a evitarlas).
TRAMPA #1: CONFORMARSE CON EL ESTATU QUO O ACEPTAR MENOS
Para evitar la complacencia y las oportunidades perdidas, comprenda que la autopromoción es esencial para el crecimiento profesional y reconozca que aspirar a más no niega la gratitud por las circunstancias presentes. De hecho, aspirar a más refleja una ambición saludable y un deseo de mejora continua.
Las "afirmaciones en primera persona" le permiten expresar su perspectiva de manera asertiva y, al mismo tiempo, ayudan a que los oyentes comprendan su punto de vista sin sentirse atacados, lo que facilita una comunicación más clara. También mejoran la inteligencia emocional al aumentar la conciencia de sus propias emociones. Por ejemplo, en lugar de decir "Usted no me da suficientes proyectos desafiantes", reformule esta declaración: "Me siento preparado para asumir tareas más exigentes que amplíen mis habilidades, y me gustaría conversar sobre cómo puedo aportar más al equipo".
Este replanteamiento evita la culpa, se centra en una mentalidad proactiva e invita al diálogo colaborativo sobre las oportunidades de crecimiento.
TRAMPA #2: EVITAR LAS CONVERSACIONES DIFÍCILES
Expresar agradecimiento por las oportunidades o el apoyo no impide abordar temas incómodos, incluidos los problemas sistémicos. Una forma de evitar esta trampa es ajustar su mentalidad para centrarse más en lo que usted ha ganado que en lo que le han otorgado. Este cambio de perspectiva puede ayudarle a sentirse con el poder necesario para tener conversaciones difíciles con su jefe.
Cuando hable sobre preocupaciones relacionadas con la carga de trabajo con su supervisor, presente datos concretos que demuestren que se ha superado su capacidad.
TRAMPA #3: OCULTAR LAS EMOCIONES NEGATIVAS
Recuerde que es normal experimentar una multitud de emociones y que todas las emociones son válidas y cumplen una función, incluso las incómodas. Tener el valor de sentir emociones negativas puede ser empoderador: puede ser el combustible que necesita para impulsar el cambio.
Establecer límites es una parte esencial de este proceso e implica comunicar claramente sus límites y necesidades a los demás.
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