Su jefe prospera en el caos. Aquí le explicamos cómo proteger su energía

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Algunos líderes no solo responden a las crisis, sino que prosperan en el caos, apresurándose para "salvar el día", a menudo de problemas que ellos mismos crearon sin darse cuenta. Conozca al "bombero": el jefe que se alimenta de la urgencia, arrastrando constantemente a sus equipos a batallas de alto riesgo, recompensando la reacción por encima de la estrategia y el heroísmo agotador por encima de la eficiencia.

El estilo de liderazgo de un jefe "bombero" no está diseñado para ser sostenible. Entonces, ¿qué debe hacer si su jefe se niega a soltar la manguera contra incendios? Con base en mi experiencia e investigación, aquí le presento algunas maneras de manejar el trabajo con un jefe de este tipo.

CELEBRAR LAS VICTORIAS NO RELACIONADAS CON EMERGENCIAS

Si la única vez que un jefe "bombero" recibe elogios es después de una atajada de último minuto, seguirá persiguiendo crisis para recrear ese momento. En su lugar, intente redirigir los elogios: destaque los momentos en que la planificación proactiva ahorró tiempo, esfuerzo o dinero. Por ejemplo, durante una reunión de equipo, usted podría decir:

"Quisiera hablar sobre un nuevo enfoque para reconocer los esfuerzos de nuestro equipo. Si bien a menudo celebramos la cantidad de incendios que logramos apagar, creo que deberíamos cambiar nuestro enfoque hacia la prevención. Resaltar los 'días sin incidentes' puede mostrar nuestra planificación proactiva y las estrategias de prevención de crisis. Este modelo no solo enfatiza la seguridad y la eficiencia, sino que también reconoce el valor que aportamos a la organización al reducir las emergencias y los daños subsecuentes."

RESISTIR EL CAOS Y MANTENER LA CALMA

Cuanto más frenético esté el equipo de un jefe "bombero", más convencido estará él de que su estilo de liderazgo y sus tácticas reactivas están justificados. Pero usted no tiene que seguirle el juego. En lugar de responder de inmediato a cada emergencia que declare, establezca límites y resista la tentación de igualar su intensidad. Para lograrlo, puede hacer preguntas aclaratorias, presentar datos y replantear la situación de manera que se priorice la lógica por encima de la reacción.

Mantener la calma y participar en una comunicación clara y sincera puede ser una forma eficaz de gestionar a un jefe con alto nivel de estrés. Mantener la calma no solo reduce la urgencia que muestra el jefe "bombero", sino que también fomenta una respuesta más mesurada y analítica por su parte.

REDIRIGIR SU NECESIDAD DE VELOCIDAD

Los jefes "bombero" suelen medir el éxito con base en la rapidez con la que se resuelven los problemas, no por la eficacia con la que se previenen. En lugar de oponerse a sus instintos reactivos, una estrategia más eficaz es redirigir esa energía hacia resultados a largo plazo, presentando los esfuerzos proactivos como una serie de victorias rápidas y medibles.

Por ejemplo, en lugar de decir: "Necesitamos seis meses para arreglar este sistema", diga: "En las próximas tres semanas, podemos reducir el riesgo de falla en un 40% mediante una solución proactiva". Esta forma de presentarlo satisface su necesidad de velocidad mientras lo alinea con la lógica de una mejora sostenible. La clave es traducir la estabilidad a un lenguaje que entiendan: impulso, métricas y resultados.

Los jefes "bombero" no tienen por qué ser su perdición, pero usted debe tomar el control de cómo se relaciona con ellos. Al cambiar lo que valoran, resistir su caos, establecer límites y redirigir su energía, usted puede prosperar bajo su liderazgo sin convertirse en un daño colateral.

Al final, recuerde que la mejor manera de vencer a un jefe "bombero" es asegurarse de que no quede nada más que apagar.