5 preguntas para ayudar a su equipo a tomar mejores decisiones

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Ya sea que esté considerando un cambio de carrera o eligiendo una estrategia comercial, las decisiones que tome hoy requieren una deliberación seria; y tendrán efectos a corto y largo plazo para usted, su equipo y su organización. No pueden tomarse con demasiada rapidez, ni tampoco pueden evitarse. Sin embargo, en nuestro entorno empresarial acelerado y complejo, a menudo es difícil encontrar el tiempo necesario para realizar un análisis reflexivo y exhaustivo que produzca respuestas concluyentes sobre el camino correcto a seguir.

En mi trabajo, ayudo a los líderes a abordar este problema guiándolos a través de un marco de cinco preguntas diseñado para canalizar su enfoque y mejorar sus procesos. Al utilizar algunas o todas estas preguntas, obtendrá claridad, reducirá los riesgos y establecerá una base más sólida para tomar mejores decisiones y obtener mejores resultados.

1. ¿QUÉ PASARÍA SI NO HICIÉRAMOS NADA?

Cuando la oportunidad llama a la puerta o la dinámica de la industria está cambiando, la falta de acción puede resultar costosa. Sin embargo, en algunos casos (por ejemplo, cuando se cuenta con información incompleta), podría ser más prudente mantener el rumbo por ahora.

Esta pregunta lo motivará a evaluar los costos y beneficios de la inacción a mediano y largo plazo. Pídase a sí mismo o a su equipo que imagine un futuro en el que no hayan realizado ningún cambio. ¿Siguen teniendo éxito?

2. ¿QUÉ PODRÍA HACER QUE NOS ARREPINTIÉRAMOS DE ESTA DECISIÓN?

Esta pregunta nos obliga a considerar los posibles resultados adversos de una decisión. Profundice con preguntas de seguimiento como: ¿Esta es una buena opción a largo plazo para su salud física, mental y financiera? ¿Qué tan probable es que se arrepienta de no haber sido más audaz? ¿Un compromiso moral podría llevar a una insatisfacción prolongada?

3. ¿QUÉ ALTERNATIVAS PASAMOS POR ALTO?

Esta pregunta está diseñada para eliminar los sesgos y fomentar la curiosidad en usted y su equipo. Considere cursos de acción adicionales y pregúntese si podrían producir mejores resultados. Revise los caminos previamente descartados y cuestione si las razones para rechazarlos siguen siendo válidas. Pregúntese si todas las perspectivas han sido escuchadas y si se han identificado los puntos ciegos.

4. ¿CÓMO SABREMOS SI ESTA FUE LA DECISIÓN CORRECTA?

Es imposible tomar una buena decisión si usted o su equipo no tienen claro cómo se define el éxito. Se necesita una visión del resultado ideal y métricas claras del desempeño deseado, ya sea mediante objetivos y resultados clave o indicadores clave de rendimiento. Encuentre un sistema de medición de progreso que contemple tanto el corto como el largo plazo. Establezca hitos específicos. Diseñe un plan para evaluar qué tan rápido y exitosamente avanza hacia sus metas.

5. ¿ESTA DECISIÓN ES REVERSIBLE?

Considerar la reversibilidad o la variabilidad de una decisión puede reducir la presión de tomar la elección "perfecta". Especialmente en entornos de rápida evolución y proyectos complejos, podría ser posible iterar, probar y corregir el rumbo, tomando múltiples decisiones hacia una solución final.

Pregúntese a sí mismo o a su equipo: ¿Cuáles son los costos (tanto financieros como reputacionales) de revertir la decisión en caso de que sea necesario?

Las cinco preguntas mencionadas anteriormente no garantizan una buena decisión, pero pueden agudizar su proceso de toma de decisiones, ya sea en asuntos personales o en estrategias empresariales. A medida que las utilice de manera recurrente (tanto de manera individual como con su equipo) también le ayudarán a fomentar los hábitos que necesita para su crecimiento y éxito a largo plazo.