El ex enviado de Donald Trump para Venezuela llamó a intensificar la presión para provocar la salida de Nicolás Maduro

Elliott Abrams advirtió que el actual despliegue militar en el Caribe no puede mantenerse indefinidamente y sugirió la necesidad de más acciones coordinadas para debilitar al régimen venezolano

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El ex enviado especial de
El ex enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams (EFE/Erik S. Lesser/Archivo)

El ex enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, urgió este jueves a la administración de Donald Trump a intensificar su política de presión sobre el régimen de Caracas y afirmó que el objetivo central debe ser provocar la salida del dictador Nicolás Maduro del poder, en medio del despliegue militar en el Caribe ordenado por la Casa Blanca.

Las declaraciones del diplomático se produjeron durante un foro celebrado en el Atlantic Council de Washington, pocos días después de la llegada del portaaviones USS Gerald Ford al área de trabajo del Comando Sur y un grupo de ataque naval estadounidense en aguas cercanas a Venezuela.

Abrams describió el pulso actual entre la Casa Blanca y el régimen de Maduro como una confrontación sin espacio para medias tintas.

Será una misión cumplida cuando Maduro se vaya”, subrayó Abrams, para quien “sólo uno puede ganar”. Argumentó que, si la Casa Blanca realmente quiere debilitar al chavismo, deberá “hacer más” esfuerzos que los puestos en marcha hasta el momento.

El ex enviado estadounidense, pieza clave durante la campaña de máxima presión de Trump en su primer mandato, consideró a la dictadura venezolana un “régimen criminal” que dificulta cualquier posibilidad de negociación.

El ex enviado especial estadounidense
El ex enviado especial estadounidense para Venezuela advirtió que el actual despliegue militar en el Caribe no puede mantenerse indefinidamente y sugirió la necesidad de más acciones coordinadas para debilitar al régimen venezolano (Andrew Harnik/ REUTERS/Archivo)

Tiene que haber algún tipo de levantamiento. Una de las cosas que la oposición venezolana debería estar diciendo es que su país necesita un ejército mejor entrenado, equipado y pagado”, afirmó Abrams.

El escenario de declaraciones se produce en medio de un contexto militar marcado por la intensificación de la presencia estadounidense en el Caribe y el Pacífico, bajo la justificación de combatir el narcotráfico y enfrentar lo que Washington califica como “narcoterrorismo”.

Desde el pasado mes de agosto, la Marina estadounidense multiplicó los patrullajes y ataques navales, resultando en la destrucción de una veintena de lanchas empleadas para el tráfico de drogas y la muerte de más de 70 sospechosos, según cifras oficiales.

Para la ex jefa del Comando Sur de EEUU, Laura Richardson, la presencia del portaaviones y los buques estadounidenses representa una “campaña de presión” que busca exhibir la capacidad militar norteamericana y poner en evidencia la determinación de la Casa Blanca.

La administración ha sido muy clara en términos de las drogas que vienen a este país desde Venezuela y la crisis de emergencia que enfrentamos”, señaló Richardson. Defendió también los recientes operativos y la destrucción de embarcaciones asociadas al comercio ilícito como parte de la respuesta a esa amenaza.

La ex jefa del Comando
La ex jefa del Comando Sur de EEUU, Laura Richardson

Abrams, sin embargo, alertó que el actual despliegue militar no puede sostenerse indefinidamente.

“No puedes mantener el Gerald Ford en el Caribe hasta julio. Si Nicolás Maduro sigue ahí hasta el final, entonces él ganará. Todo tiene que ver con sobrevivir”, analizó.

Según el ex enviado especial, la Armada estadounidense enfrentaría dificultades logísticas y estratégicas para mantener largo tiempo la presión, por lo que consideró clave un aumento de acciones diplomáticas, económicas y quizás coordinadas con los propios actores venezolanos.

El debate en Washington contrasta con los temores y advertencias en Caracas. Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento chavista, advirtió sobre las “consecuencias incalculables” que acarrearía cualquier guerra en el Caribe, insistiendo en que un conflicto militar causaría sufrimiento no solo a Venezuela, sino al continente entero.

Rodríguez acusó a la administración Trump de buscar un “cambio de régimen” y de vulnerar los principios internacionales.

“No esperemos unas décadas a que se desclasifiquen los documentos y se diga que no era verdad lo de la lucha contra el narcotráfico”, dijo.

Mientras tanto, el ministro de Exteriores venezolano, Yván Gil, negó que existan disputas formales con Estados Unidos pero sostuvo que Caracas “intenta ser agredido de manera unilateral por un país que usa su capacidad de generar muerte y destrucción para amenazar a otro”.

El portaviones estadounidense USS Gerald
El portaviones estadounidense USS Gerald R. Ford llegó al área de trabajo del Comando Sur

Para Gil, el despliegue militar en la región constituye un intento de “invasión, agresión y sometimiento” en violación del derecho internacional.

(Con información de EFE)