Trump conmutó la pena del ex congresista republicano George Santos, condenado por fraude y robo de identidad

El presidente de Estados Unidos ordenó su liberación inmediata y alegó que había sido “terriblemente maltratado” en prisión. La medida reaviva el debate sobre el uso político de la clemencia presidencial

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El ex congresista republicano George
El ex congresista republicano George Santos frente a un tribunal federal en abril de 2025 en Central Islip, Nueva York (AP Foto/Julia Demaree Nikhinson/Archivo)

El presidente estadounidense Donald Trump anunció este viernes la conmutación de la sentencia del ex congresista republicano George Santos, liberando de forma inmediata a este político de origen brasileño que cumplía más de siete años de prisión en el Centro Correccional Federal de Fairton, en Nueva Jersey, por delitos de fraude electrónico y robo de identidad agravado.

La decisión generó reacciones encontradas en el ámbito político y judicial ya que Santos, de 37 años, había sido una figura controversial por múltiples escándalos relacionados con su campaña electoral y trayectoria personal.

Trump explicó en su plataforma Truth Social que decidió liberar a Santos porque consideraba que el ex legislador había sido “terriblemente maltratado” en prisión. Refiriéndose a Santos como “un poco pícaro”, Trump argumentó que “hay muchos pícaros en el país y no están obligados a pasar siete años en la cárcel”.

Según información difundida por NBC, el mandatario habría fundamentado la medida en reportes a los que supuestamente tuvo acceso, en los que se describe un “aislamiento injustificado durante largos periodos” en el centro penitenciario.

George Santos, expulsado de la
George Santos, expulsado de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, reacciona ante la jueza federal Joanna Seybert, ante quien se declaró culpable de cargos penales por corrupción en el Tribunal Federal de Central Islip, en Central Islip, Nueva York, Estados Unidos, el 19 de agosto de 2024, en este boceto de la sala del tribunal (REUTERS/Jane Rosenberg)

Santos fue sentenciado en abril tras admitir ante un tribunal federal de Nueva Jersey haber engañado a donantes y utilizado la identidad de al menos 11 personas, incluidas de su propio entorno familiar, para impulsar su campaña electoral hacia el Congreso en 2022. La jueza Joanna Seybert aceptó la solicitud de la Fiscalía de una condena de 87 meses. De acuerdo con el proceso, Santos acordó restituir casi USD 378.000 y pagar una multa de USD 205.000.

En el proceso judicial se consideró que Santos no mostraba arrepentimiento genuino por sus acciones. Los fiscales destacaron que “la codicia desenfrenada de Santos y su voraz apetito por la fama le permitieron explotar el mismo sistema mediante el cual seleccionamos a nuestros representantes”. A juicio de la Fiscalía, la reciente aparición de Santos como presentador de un podcast titulado ‘Pants on Fire with George Santos’ en el que hace alusiones a sus propias faltas fue interpretada como prueba de su “falta absoluta de remordimiento”. Para la jueza Seybert, sus delitos representaban “crímenes sin precedentes”.

Santos fue elegido como el primer congresista republicano abiertamente gay en 2022, ganando un escaño por los distritos de Queens y Long Island. Durante su campaña y breve mandato, sus relatos biográficos fueron cuestionados tras descubrirse que había mentido acerca de su educación en Baruch College, su experiencia en Citigroup y Goldman Sachs, y su pertenencia religiosa, entre otros aspectos. Posteriormente, Santos reconoció que nunca fue un exitoso consultor financiero ni destacó deportivamente, como inicialmente había manifestado.

Manifestantes sostienen pancartas el día
Manifestantes sostienen pancartas el día de una rueda de prensa en la que se pidió la dimisión de Santos en el Capitolio de Estados Unidos el 7 de febrero de 2023 (REUTERS/Michael A. McCoy)

En diciembre de 2023, luego de la revelación de los fraudes y tras negarse a abandonar su escaño en un primer momento, Santos fue expulsado de la Cámara de Representantes, siendo apenas el sexto legislador en la historia de Estados Unidos en recibir esa sanción. En agosto de 2024, se declaró culpable de fraude grave y robo de identidad agravado, lo que le permitió evitar un juicio penal programado semanas después. La Fiscalía lo acusó también de lavado de dinero, apropiación indebida de fondos de campaña, mentir al Comité Federal Electoral y recibir subsidios de desempleo no autorizados durante la pandemia pese a tener ingresos.

El caso de Santos acaparó la atención no solo por el volumen de delitos, sino porque, según la acusación fiscal, “robó dinero a donantes ancianos y discapacitados”, utilizó tarjetas de crédito ajenas para gastos personales y construyó una vida pública basada en falsedades sobre su patrimonio y procedencia.

Tras la conmutación, Santos queda libre de prisión, aunque el debate sobre su conducta y la decisión presidencial sigue polarizando opiniones en el país. Previamente a la medida, figuras como la representante Marjorie Taylor Greene habían pedido públicamente la intervención de la Casa Blanca para anular la condena, sosteniendo que la sentencia fue producto de un exceso judicial.

Imagen de archivo de George
Imagen de archivo de George Santos en un evento de la Coalición Judía Republicana en Las Vegas en noviembre de 2022

Con esta acción, Trump extrema su política de clemencia presidencial hacia ex funcionarios republicanos sinalados por corrupción. El mandatario ya había indultado este año al ex congresista neoyorquino Michael Grimm y al ex gobernador de Connecticut John Rowland, ambos con antecedentes penales vinculados a sus funciones públicas.

Durante su ingreso a prisión, Santos se despidió de sus seguidores con un mensaje en X en el que escribió: “Cae el telón, se atenúan los focos, se guardan las lentejuelas”, asegurando que “las leyendas nunca se retiran del todo”.

(Con información de AP, EFE y EP)