Así es la cárcel de Bryan, Texas, donde está presa Ghislaine Maxwell

El campamento federal de Bryan, conocido por su bajo nivel de seguridad y libertad relativa para internas, adoptó medidas excepcionales tras la llegada de la expareja de Jeffrey Epstein, generando tensiones y diferencias de trato nunca vistas entre las reclusas

Guardar
Ghislaine Maxwell recibió vigilancia especial
Ghislaine Maxwell recibió vigilancia especial y medidas exclusivas, incluyendo custodia armada y horarios de recreación diferenciados. (AMC Crime)

La llegada de Ghislaine Maxwell al Campo de prisioneros federal Bryan en Texas alteró por completo la rutina de una prisión conocida por su bajo nivel de seguridad relativa y ambiente menos restrictivo que otros establecimientos penitenciarios federales.

Este recinto, ubicado a unos 145 kilómetros al noroeste del centro de Houston, aloja a más de 600 reclusas y normalmente no admite a personas condenadas por crímenes sexuales como el de Maxwell, según las reglas de la Oficina de Prisiones.

La prisión Bryan es catalogada como un “campamento” federal de mínima seguridad. Sus instalaciones se componen de unidades tipo dormitorio donde pueden vivir hasta cuatro internas por celda.

A diferencia de cárceles de mayor seguridad, las puertas de las habitaciones permanecen abiertas y las reclusas gozan de una libertad considerable para circular dentro del campus en circunstancias habituales. Durante el turno matutino, apenas seis guardias llegan a vigilar a la extensa población carcelaria, conforme reflejó un informe sobre personal publicado en 2021, citado por The Wall Street Journal.

Prisión Bryan, Texas: instalaciones de
Prisión Bryan, Texas: instalaciones de mínima seguridad donde resaltan los dormitorios abiertos y una rutina flexible para reclusas de bajo riesgo. (REUTERS/Adrees Latif)

Las cárceles como Bryan suelen estar destinadas a personas condenadas por delitos económicos, con penas relativamente cortas o con sentencias largas pero que ya cumplieron la mayor parte de ellas.

La política oficial prohíbe la admisión de delincuentes sexuales en campamentos de mínima seguridad sin una dispensa especial, algo inusual según testimonios de presas y extrabajadoras del sistema federal.

Cambios radicales tras la llegada de Maxwell

La transferencia de Maxwell desde un penal de más alta seguridad en Florida provocó transformaciones notables en la dinámica interna del campamento texano. El ambiente relajado cedió paso a reiterados encierros, la presencia de guardias armados y la implementación de medidas excepcionales.

En palabras de exinternas consultadas por The Wall Street Journal, los funcionarios ordenaron una “limpieza profunda” del dormitorio Madison poco antes de que Maxwell fuera trasladada: “alguien importante venía a hacer una inspección”, narró una de las fuentes entrevistadas. Otra reclusa afirmó: “ella misma dijo que no sabía por qué la habían movido; solo vinieron por la noche y le ordenaron levantarse”.

Ghislaine Maxwell recibió vigilancia especial
Ghislaine Maxwell recibió vigilancia especial y medidas exclusivas, incluyendo custodia armada y horarios de recreación diferenciados. (REUTERS/Adrees Latif)

El ingreso de la exsocia de Jeffrey Epstein no pasó desapercibido para sus nuevas compañeras. Algunas la recibieron con hostilidad, usando términos insultantes. La dirección optó por organizar una “reunión general” donde se advirtió a las internas que cualquier amenaza, agresión o conversación sobre Maxwell con la prensa sería motivo para trasladarlas a una prisión más dura.

Trato diferenciado y tensiones

Maxwell recibió un trato que generó incomodidad y recelo entre las demás reclusas. Fuentes consultadas relataron que los tratos hacia ella incluyeron: comidas llevadas directamente a su dormitorio, permiso para ejercitarse en horarios nocturnos, con acceso privado al área de recreación; duchas a solas después de que las demás reclusas eran confinadas en sus literas, así como vigilancia especial por parte del grupo SORT, fuerzas de respuesta táctica armadas con armas de tipo militar.

Estos privilegios llamaron la atención de internas como Tammy Halling, sentenciada por delitos sexuales en otro penal texano. “Es la primera vez que escucho de una ofensora sexual en uno de estos campamentos”, sostuvo.

Entre las comodidades, la prisión
Entre las comodidades, la prisión cuenta con un salón de belleza operado por reclusas donde pueden obtener certificaciones en cosmetología. (REUTERS/Adrees Latif)

La vida cotidiana y el entorno

El entorno es propio de un campus universitario, con áreas verdes y espacios destinados a la capacitación laboral, programas vocacionales y una estética más limpia que las prisiones convencionales.

Las internas pueden asistir a una peluquería dentro de la prisión, donde estudiantes avanzan hacia obtener certificaciones en cosmetología. Maxwell aprovechó este servicio para cambiar su imagen tras las semanas de mayor atención mediática.

Algunos incidentes recientes alteraron la aparente tranquilidad. En agosto, se reportaron disparos fuera del perímetro carcelario. Las autoridades trasladaron a Maxwell a otra zona del penal de forma preventiva, y poco después restauraron lonas oscuras en las rejas del campamento para bloquear la visibilidad hacia el exterior.

La presencia de Maxwell provocó un aumento inusual de medidas de seguridad. Exinternas, como Rhonda Fleming, indicaron que la mayoría de las presas en Bryan antes de su llegada gozaban de libertades dentro del perímetro, sin sentir la sobre vigilancia de equipos armados.