Pruebas de ADN vinculan a un hombre con los asesinatos de cuatro adolescentes en una tienda de yogurt de Texas en 1991

Las víctimas, de entre 13 y 17 años, fueron encontradas atadas y ejecutadas en un local que después fue incendiado. El caso sigue bajo análisis

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El crimen, considerado uno de
El crimen, considerado uno de los más notorios en la capital de Texas, permaneció sin resolverse por más de treinta años. (AP/Paul J. Weber)

La policía de Austin, Texas anunció un avance relevante en el caso de los asesinatos de cuatro adolescentes perpetrado en 1991, conocido como los “Yogurt Shop Murders”, gracias a pruebas de ADN que han vinculado a un nuevo sospechoso: Robert Eugene Brashers, quien murió hace más de dos décadas.

Las autoridades identificaron a Brashers, muerto desde 1999, tras analizar evidencia genética. Esta conexión surge después de numerosos intentos fallidos por resolver uno de los crímenes más notorios de la capital texana.

“Nuestro equipo nunca dejó de trabajar en este caso”, señaló la policía de Austin en un comunicado citado por The Associated Press y CNN. La información se difundió mientras el caso recibía nueva atención pública por el estreno de la serie documental de HBOThe Yogurt Shop Murders”.

Detalles del crimen y la investigación

El 6 de diciembre de 1991, Amy Ayers (13 años), Eliza Thomas (17 años), y las hermanas Jennifer Harbison (17 años) y Sarah Harbison (15 años), fueron halladas muertas en el interior de una sucursal de “I Can’t Believe It’s Yogurt”, donde dos de ellas trabajaban. Las cuatro fueron atadas, amordazadas y ejecutadas con disparos en la cabeza. Luego, el local fue incendiado.

El caso conmocionó a la ciudad y generó una investigación compleja que atravesó diversas etapas, miles de pistas y confesiones falsas. Muchos de los indicios recolectados quedaron gravemente dañados por el fuego. Investigadores indicaron que el o los asesinos ingresaron por la puerta trasera al momento del cierre, atacaron a las víctimas y prendieron fuego al lugar antes de huir.

Las víctimas, Amy Ayers, Eliza
Las víctimas, Amy Ayers, Eliza Thomas, Jennifer y Sarah Harbison, fueron halladas atadas y ejecutadas en una tienda de yogur en Austin en 1991. (Archivo)

Los reportes de autopsia ofrecen detalles sobre los objetos personales de las adolescentes — desde aretes hasta relojes y collares — así como sobre la brutalidad del hecho: las manos atadas con ropa interior, bocas amordazadas y hasta dos disparos en el caso de Amy Ayers.

Confesiones, juicios y vuelta atrás

En 1999 las autoridades arrestaron a cuatro hombres bajo cargos de homicidio. Robert Springsteen y Michael Scott, adolescentes al momento de los asesinatos, confesaron inicialmente e incluso se implicaron mutuamente, aunque ambas confesiones fueron luego retractadas, asegurando que las declaraciones les fueron extraídas bajo presión policial.

Ambos fueron juzgados y condenados. Springsteen fue sentenciado primero a muerte, una condena posteriormente conmutada por cadena perpetua. Sin embargo, en 2009, un juez ordenó la liberación de ambos acusados después de que pruebas de ADN, que no estaban disponibles en 1991, exculparan a los sospechosos originales y apuntaran a la presencia de otro individuo masculino no identificado en el lugar de los hechos.

Identificación de Robert Eugene Brashers

El avance, anunciado el viernes 26 de septiembre, responde a la identificación de Brashers mediante análisis genéticos de muestras extraídas años atrás y contrastadas con bases de datos actuales.

La evidencia de ADN permitió
La evidencia de ADN permitió identificar a Robert Eugene Brashers como sospechoso en el caso de los Yogurt Shop Murders. (AP/Paul J. Weber)

Brashers, quien se suicidó en 1999 tras un enfrentamiento armado con la policía en Missouri, había sido relacionado previamente por pruebas de ADN con otros crímenes cometidos en diferentes estados: el estrangulamiento de una mujer en Carolina del Sur (1990), el asalto y asesinato de una madre y su hija en Missouri (1998), y la violación de una menor en Tennessee (1997).

La policía planea ofrecer más detalles en una conferencia de prensa programada para el lunes 29 de septiembre, pero adelantó que el caso, a pesar de este descubrimiento, permanece abierto. La identificación de Brashers no implica el cierre automático de la investigación, ya que las autoridades investigan la posible participación de más personas.

“La evidencia de ADN nos llevó hasta Robert Eugene Brashers”, precisó el departamento policial de Austin, citado por AP. Investigadores continúan analizando el impacto de este nuevo indicio en el contexto de las múltiples pistas falsas y obstáculos que han marcado este caso durante más de tres décadas.

Lo sucedido reavivó el dolor y la búsqueda de justicia para las familias de Ayers, Thomas y las hermanas Harbison, así como el interés público tras el reciente documental de HBO. La expectativa se centra ahora en la rueda de prensa, donde se espera que las autoridades aclaren nuevos detalles sobre la posible implicación de Brashers y el futuro de la investigación.