Cámaras “antirruido” en Nueva York: más de 1.7 millones de dólares en multas por exceso de sonido

Los dispositivos ayudan a las autoridades a detectar los vehículos que superen los 85 decibelios en las calles de la ciudad más poblada de Estados Unidos

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Además de las multas de
Además de las multas de velocidad, las multas de ruido son comunes en Nueva York. (REUTERS/Mike Segar/File Photo)

Durante los últimos años, el Ayuntamiento de Nueva York ha instalado una docena de “cámaras de ruido” para detectar motocicletas ruidosas, automóviles con bocinas excesivas y vehículos con música a alto volumen. Según datos oficiales, estas cámaras han permitido emitir multas por más de 1.7 millones de dólares desde el inicio del programa. Las ubicaciones precisas de estos dispositivos permanecen bajo reserva y su despliegue abarca todos los distritos municipales, excepto Staten Island, en sectores como Midtown y East Harlem en Manhattan, Long Island City en Queens y Bay Ridge en Brooklyn.

El concejal Lincoln Restler, representante de Brooklyn, informó que la más reciente de estas cámaras—instalada en Tillary Street, cerca de los puentes de Brooklyn y Manhattan—costó 40.000 dólares y fue financiada directamente por su oficina. Restler mencionó que la motivación para invertir en este equipo se debe al aumento registrado en conductas como conducción temeraria, mofles modificados y música con volumen fuera de la normativa. El concejal indicó que “la única queja” de sus electores ha sido la petición de instalar más cámaras de este tipo en diferentes bloques.

Las cifras acompañan la percepción ciudadana: las quejas de ruido al servicio 311 aumentaron de 345.000 llamadas hace diez años a más de 740.000 reportes en 2024. Áreas como Brooklyn, en particular la Community Board 2 donde se sitúa Tillary Street, experimentaron un incremento de 112% en quejas por este motivo en la última década, detalla The New York Post.

Funcionamiento de las cámaras y sanciones

Desde que se instalaron las
Desde que se instalaron las cámaras de ruido, se han impuesto multas que suman 1.7 millones de dólares. (REUTERS/Adam Gray)

Los dispositivos están programados para registrar una imagen de la matrícula del vehículo cuando el nivel de sonido sobrepasa el umbral legal de 85 decibelios. Tras capturar la infracción, el Departamento de Protección Ambiental (DEP, por sus siglas en inglés) revisa las imágenes y emite citaciones que parten de los 800 dólares, pudiendo alcanzar los 2.500 dólares en caso de reincidencia. El programa comenzó como piloto en junio de 2021 y fue aprobado para su funcionamiento permanente por el Concejo Municipal en 2023.

La cantidad total de multas emitidas ascendió a 2.037 citaciones por un importe combinado de 1.794.900 dólares, de los cuales, hasta la fecha, se han recaudado 610.154 dólares, señaló el DEP. Más de 750.000 dólares en sanciones corresponden solo a 2024. Las autoridades subrayan que, al amparo del código de ruido municipal, no requieren autorización estatal para continuar con el programa.

Opiniones y medidas futuras

Las autoridades municipales aseguran que
Las autoridades municipales aseguran que instalaran más cámaras de ruido para controlar el bullicio en la ciudad provocado por vehículos. (REUTERS/Adam Gray)

El concejal Restler expresó su interés en ampliar la cantidad de cámaras en su distrito, afirmando la necesidad de “una respuesta automatizada e inteligente que pueda sancionar a los infractores de forma eficaz”. De acuerdo con News 12, Restler aseguró haber financiado personalmente la compra de cámaras adicionales y manifestó su deseo de ver más dispositivos instalados en el futuro. Pese a que algunos residentes ven las medidas como positivas, Persiste la duda sobre la efectividad a largo plazo: la vecina Theresa Threnfeld expresó a News 12 que este tipo de tecnología “no erradicará el ruido” propio de la ciudad.

La última reforma legal municipal, vigente para 2024, obliga a instalar al menos cinco cámaras por distrito antes del 30 de septiembre. Restler declaró que espera que la administración próxima cumpla con la norma e instale, como mínimo, cinco nuevos dispositivos anualmente en todo Nueva York. En sectores puntuales como Tillary Street, se reportaron cientos de denuncias por música fuerte desde 2010 y al menos 50 referidas al uso excesivo de bocinas. Especialistas confirmaron que la exposición a estos niveles de ruido puede provocar estrés, trastornos del sueño y complicaciones cardiovasculares.