Así fue el paso del huracán de Galveston en 1900: el desastre meteorológico más mortal de la historia de EEUU

La tormenta, categoría 4, destruyó hasta 4.000 edificios y eliminó cerca del 20% de la población local, alterando abruptamente el destino económico y social de la región

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Escombros de Galveston tras el
Escombros de Galveston tras el paso de la tormenta más mortal en la historia de Estados Unidos. (Biblioteca del Congreso)

El huracán de Galveston de 1900 permanece como el desastre meteorológico más letal en la historia de Estados Unidos, tras arrasar la ciudad texana un 8 de septiembre y provocar la muerte de entre 6.000 y 12.000 personas.

La tormenta, categoría 4, destruyó hasta 4.000 edificios y eliminó cerca del 20% de la población local, alterando abruptamente el destino económico y social de la región. El impacto sobre la isla derivó en daños estimados, ajustados a inflación, de 104.300 millones de dólares, además de modificar el desarrollo urbanístico de la zona.

A inicios del siglo XX, Galveston figuraba entre los principales centros comerciales del Golfo de México, con una población cercana a los 30.000 habitantes. Antes de la llegada del ciclón, las alertas de mal clima circularon por telegrama después de que marineros reportaron condiciones adversas en el Caribe.

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El malecón de Galveston, una muralla de 5,2 metros de altura, se construyó tras la tragedia de 1900 para proteger la ciudad. (Jason Fochtman/Houston Chronicle/AP)

“Comenzó a llover con fuerza hacia las 4:00 de la madrugada del 7 de septiembre, llegaron las primeras grandes olas y el barómetro cayó en picada”, describe uno de los partes difundidos por el propio Servicio Meteorológico Nacional, citado por The Washington Post.

El aumento de la marea, impulsado por vientos con ráfagas de hasta 233 kilómetros por hora, superó la altura máxima del terreno habitado, que entonces era de solo 2,7 metros sobre el nivel del mar. Una vez que el huracán tocó tierra, el agua alcanzó profundidades de hasta 4,6 metros, desbordando viviendas, comercios y muelles.

Entre 2.000 y 4.000 edificaciones quedaron reducidas a escombros en pocas horas. “Vimos cómo la ciudad desaparecía bajo el agua mientras el viento arrancaba puertas y ventanas”, narró entonces un superviviente citado por The Associated Press.

Las secuelas del huracán de Galveston reconfiguraron la economía de la región. Tras la catástrofe, crecieron las dudas sobre la viabilidad de reconstruir un polo comercial expuesto a tales amenazas naturales.

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El huracán de Galveston de 1900 causó entre 6.000 y 12.000 muertes y daños estimados en 104.300 millones de dólares actuales. (Imagen ilustrativa Infobae)

Un reporte de Reuters recuerda que hacia 1914 se completó un canal de navegación hacia Houston, ciudad vecina entonces mucho más pequeña, donde se abrió un puerto alternativo. Esta obra redirigió el flujo de inversiones y empleos. Para 1910, la población de Galveston apenas sobrepasaba los 37.000 habitantes, mientras que Houston se acercaba a los 80.000, según los registros oficiales del censo.

El esfuerzo por reconstruir la urbe se enfocó en prevenir catástrofes similares. Entre las principales obras emergió el Galveston Sea Wall, un malecón de 5,2 metros de altura diseñado para bloquear futuras marejadas y salvaguardar 50 manzanas urbanas. Actualmente, esta estructura abarca casi 16 kilómetros de costa y exhibe la acera continua más larga de Estados Unidos.

El proyecto de recuperación incluyó también la elevación de gran parte de la isla. Trabajadores dragaron arena del canal y la utilizaron para subir el nivel del suelo urbano de menos de 2,7 metros a 3,4 metros. “El plan permitió que unas 500 manzanas urbanas quedaran protegidas frente a futuras inundaciones", afirma el Servicio Meteorológico Nacional.

Tras el desastre, el desarrollo
Tras el desastre, el desarrollo portuario se trasladó desde Galveston hacia Houston. (The Washington Post)

La devastación en Galveston impulsó el desarrollo de herramientas para anticipar la llegada de huracanes. A comienzos de siglo, los pronósticos meteorológicos dependían de observaciones directas de la presión atmosférica, velocidad y dirección del viento.

A raíz del desastre, las autoridades fortalecieron una red para recolectar avisos vía telégrafo y radio desde buques, con el fin de lograr advertencias más oportunas para la población. “La tragedia de 1900 enseñó la necesidad urgente de mejorar la predicción de tormentas”, remarca el mismo informe meteorológico.

Más de un siglo después, la memoria del huracán de Galveston de 1900 persiste en los registros históricos estadounidenses. Las cifras de víctimas, la magnitud de los daños y el rediseño urbano posterior permanecen como referencias obligadas para planificadores, meteorólogos y autoridades de gestión de desastres.