Estados Unidos apoya la ofensiva de Israel en Gaza, pero reclama cautela para preservar la vida de los rehenes y multiplicar la ayuda humanitaria

La administración Trump y el gobierno de Netanyahu están en contacto al más alto nivel, mientras el Pentágono continuará colaborando con armas e inteligencia para sostener las acciones de las Fuerzas de Defensa israelíes

Guardar
Israel decidió una fuerte ofensiva
Israel decidió una fuerte ofensiva sobre Gaza para lograr el control total de su territorio, pese a la situación de los rehenes y la crisis humanitaria

(Desde Washington, Estados Unidos) La Casa Blanca apoya la ofensiva de Israel para tomar control de Gaza y terminar con la organización terrorista Hamas, pero reclamó cautela militar para evitar la muerte de los rehenes y lograr que aumente el flujo de ayuda humanitaria destinada a los palestinos desplazados por la guerra en la Franja.

La administración de Donald Trump y el gobierno de Benjamín Netanyahu dialogan al máximo nivel, y coordinan la ayuda militar y la información de inteligencia que trasmite el Pentágono a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).

Con todo, Estados Unidos fijó una línea roja: si Israel excede el uso de la fuerza en la ofensiva, Washington podría suspender la ayuda militar en todas su formas.

“Ya lo hicimos con (Volodimir) Zelenski cuando no se adecuaba a nuestra estrategia con Rusia. Y podemos repetir con Israel, si su ofensiva agrava la crisis en Medio Oriente”, explicó a Infobae un asesor del Consejo de Seguridad Nacional.

Trump hubiera preferido que Netanyahu aguardara su propuesta integral para liberar a los rehenes -20 vivos y treinta muertos- y facilitar la ayuda humanitaria en Gaza.

Sin embargo, cuando en la medianoche de Washington se informó que Jerusalén ya estaba atacando a Hamas en Gaza, el presidente de los Estados Unidos ratificó su apoyo al premier Netanyahu.

Donald Trump, a la izquierda,
Donald Trump, a la izquierda, junto al primer ministro de Israel y Benjamin Netanyahu en la Casa Blanca, (Washington, Estados Unidos)

En este contexto, la administración republicana transmitió por un backchannel diplomático al gobierno israelí que era fundamental preservar la vida de los rehenes y multiplicar la ayuda humanitaria para los palestinos desplazados.

En ese mismo mensaje, la Casa Blanca añadió que Trump explicará -a su modo y en sus tiempos- que la alianza estratégica entre Estados Unidos e Israel se mantendrá inalterable.

Al comienzo de su segundo mandato, el presidente republicano había diseñado una hoja de ruta para lograr la estabilidad de Medio Oriente, y ahora se encuentra en un complejo laberinto montado por una sucesión de decisiones políticas y militares que asumió Netanyahu para exterminar a Hamas.

Trump había pensado en sumar a los Acuerdos de Abraham a Arabia Saudita, enemigo histórico de Israel. Pero la reticencia de Netanyahu en aceptar un acuerdo con Hamas por la totalidad de los rehenes, y el fracaso de su gestión para distribuir la ayuda humanitaria en Gaza, congelaron un posible pacto diplomático entre Jerusalén y Riad.

Miles de desplazados palestinos en
Miles de desplazados palestinos en Gaza, tras casi dos años de guerra entre Israel y Hamas

La decisión asumida por Netanyahu no sólo congeló un acercamiento diplomático con Arabia Saudita: también puso en alerta máxima a la Liga Árabe, que rechaza la intención israelí de controlar Gaza hasta nuevo aviso.

El primer ministro de Israel adelantó que administrará Gaza hasta que terminen las operaciones militares y que no permitirá que Hamas y la Autoridad Nacional Palestina se hagan cargo de la Franja.

Trump disiente con esta perspectiva política.

El presidente de Estados Unidos considera que la Autoridad Nacional Palestina debe participar en el gobierno de Gaza, así como los principales socios de la Liga Árabe.

Entonces, la Casa Blanca y Jerusalén coinciden en los objetivos militares de corto plazo -libertad de rehenes y derrota de Hamas-, pero disienten al momento de trazar un estrategia de largo aliento.

“Hay muchos objetivos comunes. Existe cierto desacuerdo sobre cómo lograrlos”, dijo JD. Vance, vicepresidente de los Estados Unidos, cuando se le preguntó en Londres qué pensaba sobre la ofensiva militar definida por Netanyahu.

Y completó: “No sabremos exactamente cómo resolver un problema muy complejo... Si fuera fácil llevar la paz a esa región del mundo, ya se habría logrado”.

Donald Trump, JD. Vance y
Donald Trump, JD. Vance y Benjamín Netanyahu durante un encuentro en la Casa Blanca, (Washington, Estados Unidos)

Frente a los planes militares de Israel, Trump se moverá con extrema cautela.

La base política del partido Republicano se ha fisurado ante la situación en Gaza, Netanyahu toma decisiones que causan reparos a nivel mundial y la hoja de ruta planteaba por Jerusalén provoca ciertas dudas en su implementación.

Trump se mantiene al lado de Israel, pero no hará nada que afecte la agenda global de los Estados Unidos.