Más de 4.300 vuelos demorados por temperaturas récord en aeropuertos de Estados Unidos

La ola de calor más intensa del verano dispara las demoras en los principales aeropuertos, con temperaturas que superan los 46°C y complican la operación aérea en todo el país

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Una ola de calor extremo
Una ola de calor extremo en EE.UU. causa más de 4.300 vuelos demorados en principales aeropuertos del país. (REUTERS/Brian Snyder)

Una fuerte ola de calor afecta el tráfico aéreo en Estados Unidos, con más de 4.300 vuelos demorados durante la jornada del lunes 24 de junio, según datos de FlightAware.

Las elevadas temperaturas, que alcanzan índices superiores a 46°C en varias regiones del país, obligaron a importantes aeropuertos a modificar sus operaciones, afectando a miles de pasajeros y generando demoras en cadena.

El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) advierte que el sureste, el medio oeste y el valle de Tennessee experimentarán condiciones extremas hasta al menos el miércoles. Diversas ciudades, entre ellas Raleigh, Charlotte y Orlando, enfrentan un “riesgo extremo de calor”, situación que puede provocar golpes de calor con sólo una exposición limitada.

Las demoras más severas se registraron en los hubs de mayor tráfico aéreo, como Chicago O’Hare, Dallas-Fort Worth, Hartsfield-Jackson de Atlanta, Denver, Boston Logan y Newark Liberty. Otras dos docenas de aeropuertos importantes, incluidas terminales como Reagan National, Charlotte-Douglas, Baltimore/Washington, Detroit Metro, Harry Reid de Las Vegas y Los Ángeles reportaron decenas de vuelos demorados.

El índice de calor supera
El índice de calor supera los 46°C en ciudades del sureste y centro, con riesgo de golpe de calor. (REUTERS/Lindsey Wasson)

Entre las principales aerolíneas estadounidenses, Southwest Airlines encabezó la lista de retrasos con 835 vuelos impactados, seguida por American Airlines (536), United Airlines (385) y Delta Air Lines (367).

¿Cómo afecta el calor extremo a la operación aérea?

Las altas temperaturas y la humedad no solo complican la operación en tierra y el abordaje de pasajeros. También incrementan la probabilidad y severidad de tormentas eléctricas, lo que puede llevar a la Administración Federal de Aviación (FAA) a emitir retrasos y suspensiones temporales en aeropuertos afectados.

El fenómeno se agrava por aspectos técnicos inherentes a la aviación. Melanie Dickson, docente del Centro de Estudios de Aviación de la Universidad Estatal de Ohio, explicó a Forbes que “el aire se vuelve menos denso a mayor temperatura, lo que obliga a que la aeronave alcance mayores velocidades en tierra para poder despegar”.

Las altas temperaturas obligan a
Las altas temperaturas obligan a reducir peso en aviones y pueden dejar a pasajeros sin asiento. (REUTERS/Mike Segar)

Además, cuanto más caliente está el aire, menos moléculas están disponibles para generar sustentación en las alas de los aviones. “Esto significa que el avión requiere de una pista más larga para el despegue y el aterrizaje, y los motores generan menos empuje. En algunos casos, simplemente no hay suficiente pista para levantar vuelo, especialmente en aeropuertos de gran altitud”, señala Dickson.

El incremento de la temperatura también deriva en la necesidad de reducir peso en los vuelos, lo que puede generar situaciones donde pasajeros son reubicados o desbancados de sus reservas. “Si añades calor a la ecuación de un aeropuerto de gran altitud, la operación puede detenerse por completo”, advierte Dickson.

El doctor Bob Thomas, profesor asistente de ciencia aeronáutica en la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle, sostiene que otro efecto inmediato del calor en aviación es el aumento de turbulencias al despegar y aterrizar. “Esto se debe a que el calor genera corrientes térmicas y aire ascendente”, señala Thomas.

Aeropuertos como Chicago O’Hare, Dallas-Fort
Aeropuertos como Chicago O’Hare, Dallas-Fort Worth, Atlanta, Denver y Boston presentan las mayores complicaciones. (REUTERS/Mike Blake)

Retrasos en cadena y consejos para viajeros

Las demoras no solo afectan al aeropuerto de origen, pues el sistema aéreo estadounidense es interdependiente. Un retraso matutino en una ciudad como Boston puede impedir que ese mismo avión realice su itinerario posterior en Dallas, generando un efecto dominó en la programación. Así, miles de vuelos demorados durante la mañana terminan por complicar el resto de la jornada.

Otros inconvenientes que sufren los pasajeros durante las jornadas de calor extremo tienen que ver con el aumento de la temperatura en las cabinas de los aviones. Los sistemas de aire acondicionado están diseñados principalmente para funcionar cuando la aeronave está en vuelo, no en tierra.

“En la puerta de embarque se utiliza una manguera que impulsa aire fresco al interior del avión, pero una vez el avión sale y hasta que despega, la temperatura adentro puede aumentar notablemente”, expone Thomas.

El 74% de las demoras
El 74% de las demoras aéreas en EE.UU. está vinculado a causas meteorológicas, según la FAA. (REUTERS/Mike Segar)

Las normas del Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) estipulan que las aerolíneas deben permitir que los pasajeros desembarquen después de tres horas (vuelos domésticos) o cuatro horas (internacionales) en la pista, pero en días extremadamente calurosos esto puede significar esperar en condiciones de incomodidad y calor elevado.

Para evitar los inconvenientes del calor y las posibles demoras, los especialistas recomiendan reservar vuelos temprano en la mañana, cuando las temperaturas suelen ser más bajas. “En el sur de Estados Unidos, donde las tormentas vespertinas son habituales, siempre es más razonable tomar el primer vuelo del día”, afirma Thomas.

Según datos de la FAA, el 74% de las demoras en vuelos estadounidenses está relacionado directa o indirectamente con fenómenos meteorológicos.