Denuncian condiciones “inhumanas y peligrosas” en tres centros de detención de inmigrantes en Miami

Un reporte internacional alerta sobre abusos sistemáticos en instalaciones federales operadas en medio de hacinamiento y creciente presión migratoria

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Instalaciones bajo custodia federal enfrentan
Instalaciones bajo custodia federal enfrentan cuestionamientos por sus condiciones de detención. (AP Foto/Marta Lavandier)

Un informe publicado el 21 de julio por Human Rights Watch documenta, a partir de 17 testimonios de personas detenidas, condiciones “inhumanas” y en ocasiones “potencialmente mortales” en tres instalaciones migratorias del área de Miami: Krome North Processing Center, Federal Detention Center (FDC) y Broward Transitional Center. Según el documento, se han registrado prácticas que vulneran el derecho internacional y los propios estándares federales de detención.

Entre los abusos descritos se incluyen personas obligadas a comer su única comida del día “como un perro”, con las manos esposadas detrás de la espalda; detenciones en celdas frías y sobre pisos de concreto, sin camas ni duchas y bajo iluminación fluorescente constante; así como negación de atención médica básica, como la falta de insulina durante casi una semana a un detenido con diabetes, lo que, de acuerdo con el informe, podría haber contribuido al menos a una muerte.

“Las condiciones no son la manera en que ningún gobierno legítimo y en funcionamiento debería tratar a personas bajo su custodia”, sostuvo Alison Leal Parker, autora y editora del informe y subdirectora del Programa de Estados Unidos de Human Rights Watch. La organización afirma que, aunque los problemas anteceden a la actual administración, desde enero el gobierno federal ha sido reacio a hacer cumplir los estándares de trato adecuado, en un sistema “sobrecargado, hacinado y caótico”.

Testimonios revelan hacinamiento, castigos y negligencias en centros de detención de Miami

El reporte consigna que en Krome North Processing Center se usaron el confinamiento solitario y la violencia como castigo contra quienes protestaban por las condiciones. Detenidos relataron golpizas y un caso de “hogtie” (amarrado de pies y manos). En junio, personas detenidas en Krome enviaron señales de “SOS” a las cámaras desde el patio a raíz de las condiciones, según el informe citado por USA TODAY. También se documentó que mujeres fueron ubicadas en una instalación operada privadamente para hombres, hacinadas en pequeñas celdas sin la debida privacidad ni atención específica de género. USA TODAY ya había reportado una muerte en Krome, que Human Rights Watch sospecha pudo estar relacionada con negligencia médica.

En el Federal Detention Center, detenidos describieron haber pasado horas sin comer, con la comida a la vista, pero fuera de su alcance debido a las rejas. Cuando finalmente recibieron alimentos, algunos fueron obligados a comer con el rostro directamente sobre los envases, con las manos atadas a la cintura, “como un perro”, de acuerdo con los testimonios recogidos por Human Rights Watch.

En el Broward Transitional Center, el informe registra negligencias en la atención médica. Una mujer haitiana de 44 años, Marie Ange Blaise, murió en abril tras una emergencia médica que no habría sido tratada con la urgencia requerida, dijeron Human Rights Watch y organizaciones de apoyo. “Creemos firmemente que su muerte pudo haberse prevenido”, declaró Guerline Jozef, directora de la organización Haitian Bridge Alliance, a USA TODAY.

Organizaciones de derechos humanos han
Organizaciones de derechos humanos han alertado sobre el deterioro del sistema migratorio en centros del sur de Florida. (REUTERS/Colin Hackley)

Frío, concreto y sin insulina: el recorrido de Chauhan en centros de detención

El empresario británico Harpinder Singh Chauhan, de 56 años, pasó cerca de cuatro meses bajo custodia migratoria desde febrero y rotó por los tres centros. Ingresó al país en 2016 con una visa de inversionista E-2 y, tras el colapso de uno de sus negocios —una franquicia de Dickey’s Barbecue Pit—, él y su esposa buscaban la residencia permanente mediante una petición EB-5 válida. Nunca fue condenado por delitos, pero fue obligado a pagar restitución al estado de Florida por problemas fiscales, según registros judiciales. En febrero, tras un control rutinario de libertad condicional, fue entregado a ICE.

Chauhan relató que en Krome pasó días en celdas de procesamiento frías y hacinadas, sin camas ni duchas, usando sus zapatos como almohada. Dijo que le negaron insulina para su diabetes y un inhalador para el asma. Durante un brote de tuberculosis, aseguró que no había jabón y que el personal ordenó a los detenidos usar champú para lavarse las manos. “Todos tenían ‘la enfermedad de Krome’”, ironizaban, en referencia a la enfermedad de Crohn, de acuerdo con el testimonio recogido por Human Rights Watch.

El 15 de abril, ya en el FDC y en espera de traslado, pasó el día sin recibir alimentos. Por la noche, cuando finalmente llegó la comida, él y otros detenidos con las manos esposadas tuvieron que comer inclinándose, “mordiendo” papas, arroz y pollo seco, según su relato y el de otro detenido de 21 años citado en el informe. Dijo que entre 25 y 30 hombres fueron obligados a comer de esta manera antes de ser trasladados horas después.

Menos de una semana más tarde, en Broward, Chauhan se desplomó por el calor mientras esperaba la cena y fue trasladado a un hospital sin que se informara a su familia, después de casi una semana sin su dosis de insulina. El 5 de junio fue deportado al Reino Unido. “Cada nación atraviesa un tiempo oscuro”, dijo ya desde las afueras de Londres. “Siento que esto es sólo una prueba”.

ICE y operadores privados niegan los señalamientos; GEO Group defiende su atención médica 24/7

Tricia McLaughlin, subsecretaria asistente de Asuntos Públicos del Departamento de Seguridad Nacional, aseguró por correo electrónico que las afirmaciones sobre condiciones subestándar en centros de detención de Immigration and Customs Enforcement son “falsas”.

“Todos los detenidos reciben comidas adecuadas, tratamiento médico y tienen oportunidades de comunicarse con sus familiares y abogados”, dijo, y añadió que “garantizar la seguridad, la protección y el bienestar de las personas bajo nuestra custodia es una prioridad máxima en ICE. ICE tiene estándares de detención más altos que la mayoría de las prisiones estadounidenses que albergan a ciudadanos”.

GEO Group, operador del Broward Transitional Center, rechazó las acusaciones del informe, incluidas las referidas al caso de Chauhan. El portavoz Christopher Ferreira afirmó en un comunicado que la instalación cuenta con acceso médico las 24 horas, así como con visitas, bibliotecas, servicios de traducción y otras facilidades, con supervisión del propio ICE y otras entidades del DHS. Akima, que opera Krome, no respondió a USA TODAY, pero, según el informe, dijo en una carta a Human Rights Watch que no podía comentar públicamente los detalles de su “relación” con el gobierno.

Las condiciones en centros operados
Las condiciones en centros operados por ICE y contratistas privados han sido calificadas como “inhumanas” por observadores internacionales. (Crédito: globaldetentionproject.org)

Varios estados del sur amplían su red de centros de detención en respuesta a políticas migratorias más estrictas

El documento sitúa estas condiciones en un escenario de expansión de la detención migratoria bajo la administración del gobierno federal. Estados del sur liderados por republicanos se han convertido en socios clave en la ofensiva migratoria: Florida levantó una ciudad de carpas apodada “Alligator Alcatraz”, Georgia amplía su mayor centro de detención de ICE, y Louisiana alberga la mayor cantidad de instalaciones dedicadas a ICE fuera de Texas, de acuerdo con USA TODAY.

Pese a su deportación, Chauhan dijo que seguirá pagando su deuda en Florida. Su familia —incluidos dos hijos adultos— permanece en el estado para cerrar lo que queda de sus negocios. Aspira a volver algún día a Estados Unidos. Entretanto, Human Rights Watch sostiene que las condiciones descritas “no son la forma en que un gobierno legítimo debería tratar a personas bajo su custodia”, mientras DHS e ICE insisten en que las acusaciones son falsas y que sus estándares superan los de la mayoría de las prisiones estadounidenses.