Preocupación en Alaska por las señales sísmicas de un volcán que está inactivo desde 1867

El volcán Iliamna ha comenzado a emitir señales sísmicas que inquietan a expertos, quienes vigilan de cerca este gigante helado, capaz de causar estragos en varias comunidades de Alaska

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El volcán muestra actividad tras
El volcán muestra actividad tras décadas sin hacer erupción. (NASA)

Cuatro columnas de vapor emergieron del flanco oriental del Iliamna en 1958, según el Servicio de Parques Nacionales (NPS). Desde entonces, no se ha vuelto a observar emisión de humo en este volcán de Alaska. Ahora, tras más de un siglo de inactividad eruptiva, científicos han detectado nuevos indicios de actividad sísmica en la montaña, lo que ha reavivado la vigilancia sobre este coloso cubierto de hielo.

Situado cerca del Cook Inlet en el sur de Alaska, no ha registrado una erupción desde 1867. Sin embargo, el volcán ha protagonizado episodios de movimientos sísmicos cada pocos años, atribuidos a avalanchas de tal magnitud que logran ser captadas por instrumentos sísmicos e infrasónicos cercanos, según la NASA.

El Observatorio Vulcanológico de Alaska (AVO) informó que el 15 de junio se produjo un aumento de la actividad sísmica, con temblores casi continuos durante varias horas. Especialistas describieron este fenómeno como una “oleada de sacudidas” en la región, de acuerdo con ABC News.

Un volcán que no erupciona desde 1867

El Iliamna, uno de los
El Iliamna, uno de los volcanes más silenciosos de Alaska, ha registrado una inusual oleada de temblores que podría anunciar futuros eventos geológicos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El AVO precisó que la actividad sísmica reciente guarda similitud con los deslizamientos iniciales entre roca y hielo que han precedido a grandes avalanchas en el pasado. El Iliamna es propenso a estos eventos debido a la combinación de hielo glaciar, roca debilitada y calor volcánico, según los científicos.

El pico del volcán permanece cubierto de glaciares, nieve y hielo, y se asienta sobre una base de granito de la era Jurásica, de acuerdo con el NPS. Desde la última erupción, se han documentado emisiones de humo y ceniza ligera en 1876, 1933, 1941 y 1947. También existen reportes de humo y ceniza en el invierno de 1956 o la primavera de 1957, aunque estos no pudieron ser confirmados.

El episodio de 1958, con las cuatro columnas de vapor, fue la última vez que se observó actividad de este tipo. El Iliamna se encuentra en una zona remota, dentro de las Chigmit Mountains y el Lake Clark National Park and Preserve, pero su vigilancia es constante debido a los riesgos potenciales. Existen varias comunidades en un radio de 320 kilómetros que podrían verse afectadas en caso de una erupción, entre ellas Pedro Bay, Port Alsworth y Anchorage, según el NPS.

El gigante que atraviesa los cielos de Alaska

Ubicado en una zona remota
Ubicado en una zona remota pero vigilada, el Iliamna podría representar un riesgo para varias comunidades cercanas en caso de una eventual erupción. (Imagen ilustrativa Infobae)

El AVO supervisa otros 51 volcanes activos en el estado, incluido el Redoubt Volcano, vecino del Iliamna y de mayor actividad eruptiva, también ubicado dentro de la reserva. Actualmente, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) mantiene al Iliamna en un nivel de alerta volcánica “normal”.El 10 de junio, el sensor Operational Land Imager a bordo del satélite Landsat 8 captó una imagen del volcán, antes de que comenzaran los temblores recientes.

El nombre del volcán fue publicado por primera vez por los rusos como “S(opka) Ilyymna” y parecía ser llamado “Volcán de Miranda” por la expedición de Ignacio Arteaga en 1779, probablemente nombrado así en honor a Fernando Bernardo de Quirós y Miranda, quien era segundo oficial del navío conocido como “La Princesa”, de acuerdo con datos del AVO.

El lago cercano Iliamna, es nombrado así por un “mítico gran pez” de color negro que supuestamente habitaba en el cuerpo de agua “y que mordisquea las bidarkas de los nativos malvados”.

Este se eleva a más de 3.000 metros sobre la ensenada de Cook y sus murmullos no suelen ser señales de actividad volcánica, sino de avalanchas “lo suficientemente grandes como para ser registradas”, de acuerdo con la NASA.