Expertos advierten sobre el aumento de casos de una peligrosa enfermedad transmitida por garrapatas en EEUU

Los casos se multiplican en la Costa Este y expertos advierten que la infección, a veces confundida con Lyme, puede causar graves complicaciones o ser mortal en poblaciones vulnerables

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La enfermedad babesiosis, transmitida por
La enfermedad babesiosis, transmitida por la garrapata de patas negras, se expande por el este de EE.UU. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un brote de babesiosis, una enfermedad transmitida por la picadura de garrapatas, está expandiéndose rápidamente por varias regiones de Estados Unidos, según un estudio publicado este año en el Journal of Medical Entomology.

La infección, que ha sido detectada recientemente en Virginia, Maryland, Virginia Occidental y Washington D.C., alerta a autoridades y expertos sobre su alcance y gravedad. “El número de casos de babesiosis reportados cada año ha incrementado con el tiempo”, declaró un portavoz de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) a Newsweek.

“Una mejor comprensión sobre los síntomas reportados, la expansión geográfica de las garrapatas y los factores de riesgo ayudará en la prevención y el control de las enfermedades transmitidas por estos animales”, añadió la misma fuente.

La babesiosis es causada por un parásito que invade los glóbulos rojos y se transmite principalmente por la picadura de la garrapata de patas negras (también conocida como garrapata de los ciervos).

El CDC recomienda acudir al
El CDC recomienda acudir al médico si aparecen síntomas como fiebre o erupción tras una picadura de garrapata. (AP Foto/Victoria Arocho)

Mientras que algunas personas pueden no presentar síntomas, la enfermedad puede provocar anemia hemolítica, un cuadro en el que los glóbulos rojos se destruyen más rápido de lo que el cuerpo los puede reponer.

Los CDC advierten que ciertos grupos son más propensos a presentar cuadros graves: quienes no tienen bazo, personas inmunocomprometidas, pacientes con enfermedades hepáticas o renales graves, o mayores de 50 años. En estos casos, la babesiosis puede ser letal.

De acuerdo con Richard S. Ostfeld, científico del Cary Institute of Ecosystem Studies, “muchos pacientes y garrapatas se encuentran coinfectados tanto con el agente de la babesiosis como con la bacteria que causa la enfermedad de Lyme”. Esto complica la atención médica, ya que “estas coinfecciones pueden ser difíciles de tratar y conducir a síntomas severos”.

La expansión reciente de la babesiosis sigue un “patrón notablemente similar” al de la enfermedad de Lyme, según Ostfeld, pues ambas son transmitidas por la misma especie de garrapata. “La aparición en Virginia y la región del Atlántico medio no resulta inesperada”, subrayó Jeffrey Wilson, profesor de medicina en la Universidad de Virginia.

Los datos del CDC indican que actualmente se reportan más de 2.000 casos de babesiosis cada año, concentrados principalmente en el noreste y el medio oeste de Estados Unidos.

La enfermedad se considera endémica en diez estados: Connecticut, Massachusetts, Minnesota, Nueva York, Nueva Jersey, Rhode Island, Wisconsin, Maine, New Hampshire y Vermont. La preocupación de los expertos se intensifica por la tasa de mortalidad asociada.

Durland Fish, profesor de epidemiología en la Escuela de Salud Pública de Yale, aseguró que le “preocupa mucho la babesiosis, pues puede ser debilitante y se está expandiendo con rapidez. Puede convertirse en un problema de salud pública más importante que la enfermedad de Lyme debido a su tasa de mortalidad: 2% en casos generales, 10% en inmunocomprometidos y 20% cuando se transmite por transfusión sanguínea”.

Una de las principales complicaciones médicas es la dificultad en el diagnóstico, ya que el paciente puede estar coinfectado y solo recibir tratamiento para una de las enfermedades.

Nicole Baumgarth, directora del Instituto de Investigación de Enfermedades transmitidas por Garrapatas de la Universidad Johns Hopkins, explicó que “el diagnóstico preciso puede ser muy difícil. Si se trata solo la enfermedad de Lyme, no se elimina el parásito de la babesiosis y el paciente puede no mejorar, lo que podría llevar a un diagnóstico erróneo como ‘síndrome post tratamiento de Lyme’ si los síntomas persisten”.

La babesiosis y la enfermedad
La babesiosis y la enfermedad de Lyme pueden aparecer juntas, complicando el diagnóstico y el tratamiento. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Baumgarth también alertó sobre el riesgo que representa para el suministro de sangre: “Si el paciente dona sangre sin haber sido diagnosticado, el parásito puede transmitirse a personas gravemente enfermas o inmunocomprometidas. Por esto, el tamizaje sanguíneo para detectar Babesia comienza a convertirse en una necesidad”.

El mayor reto radica en la prevención y en la falta de estrategias integrales. “No contamos con estrategias comprensivas para reducir o valorar el riesgo de las garrapatas en la salud pública”, agregó Baumgarth.

Según Ostfeld, el retroceso de fondos federales para la investigación aumenta el riesgo para la población.

Los expertos coinciden en que la mejor defensa es la prevención: usar ropa de manga larga, pantalones y calcetines altos, preferir ropa de colores claros, aplicar productos con permetrina y revisar el cuerpo en busca de garrapatas tras actividades al aire libre. También está disponible una aplicación móvil gratuita, The Tick App, que orienta sobre la identificación y prevención.

Los CDC subrayan la importancia de acudir al médico ante síntomas como fiebre o erupciones cutáneas tras una picadura de garrapata. A pesar del crecimiento de babesiosis, Wilson aclaró que “no es tan común como otras enfermedades transmitidas por garrapatas, como la enfermedad de Lyme, y en muchos casos presenta un curso benigno”.