Especialistas pronostican un leve ajuste en la previsión para la temporada de huracanes del Atlántico en 2025

Hasta ahora, en lo que va de la temporada del Atlántico, ya se han registrado tres tormentas tropicales, pero ninguna ha evolucionado a huracán

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Expertos de la Universidad Estatal
Expertos de la Universidad Estatal de Colorado ajustaron la previsión para la temporada de huracanes del Atlántico 2025 a 16 tormentas nombradas. (EFE/Francisca Meza)

El reconocido especialista Dr. Phil Klotzbach y su equipo de la Universidad Estatal de Colorado han reducido su proyección para la temporada de huracanes del Atlántico 2025.

El nuevo pronóstico, publicado el miércoles 9 de julio en la actualización mensual, estima la formación de 16 tormentas nombradas hasta el final del año, una disminución frente a las 17 previstas inicialmente y apenas por encima del promedio anual, que se ubica ligeramente por encima de 14 sistemas.

Según el informe, de las tormentas previstas, ocho alcanzarían la categoría de huracán, en contraste con los nueve previstos en el reporte anterior. Hasta ahora, en lo que va de la temporada del Atlántico, ya se han registrado tres tormentas tropicales, pero ninguna ha evolucionado a huracán.

La razón principal tras esta revisión a la baja corresponde al comportamiento del viento en la región del Caribe. “El motivo principal de la leve disminución en la perspectiva es tanto la observación como la predicción de altos niveles de cizalladura del viento en el Caribe“, explicó el Dr. Klotzbach en el reporte actualizado.

La tormenta tropical Chantal provocó
La tormenta tropical Chantal provocó inundaciones severas y cobró una vida en el centro de Carolina del Norte. (NOAA/AP)

La cizalladura hace referencia al cambio de velocidad y dirección del viento en diferentes alturas, lo que representa un factor crucial para la intensificación de ciclones. “Niveles elevados de cizalladura en el Caribe en junio y julio suelen asociarse a temporadas de huracanes menos activas“, puntualizó el especialista.

En la actualidad, los expertos identifican que el Atlántico oriental y central mantiene temperaturas superficiales del mar levemente superiores al promedio, aunque inferiores a los valores extraordinarios registrados el año pasado.

En el Océano Pacífico, por otro lado, las temperaturas en la superficie se sitúan en niveles promedio, lo que mantiene condiciones neutras y descarta patrones dominantes de La Niña o El Niño.

Históricamente, cuando un ciclo neutral en el Pacífico coincide con temperaturas superiores a lo normal en el Atlántico, esto suele favorecer el desarrollo de más sistemas tropicales.

El pronóstico advierte ocho huracanes
El pronóstico advierte ocho huracanes en la cuenca atlántica, cifra menor a lo estimado inicialmente. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Mayores probabilidades de impactos costeros

El equipo liderado por Klotzbach evalúa en 48% la probabilidad de que al menos un huracán toque tierra en la costa de Estados Unidos este año, una cifra que supera levemente el promedio histórico de 43% posterior al 8 de julio.

La probabilidad de impacto directo en la costa este estadounidense se ubica en 25%, mientras que para la costa del Golfo la posibilidad se estima en 31%, ambas cifras ligeramente por encima de los valores históricos.

En el caso de huracanes de mayor magnitud —aquellos clasificados como Categoría 3 o superior—, la probabilidad de que uno cruce el Caribe alcanza el 53%, superando el promedio histórico de 47%.

“Prevemos una probabilidad levemente superior al promedio para huracanes de gran magnitud tocando tierra tanto en la costa continental estadounidense como en el Caribe“, sostuvo Klotzbach.

La probabilidad de impacto directo
La probabilidad de impacto directo de huracán en la costa este estadounidense se ubica en 25%. (Imagen ilustrativa Infobae)

El especialista subrayó que la preparación de las comunidades costeras debe mantenerse cada temporada, independientemente del número de eventos previstos. “Como ocurre en toda temporada de huracanes, se recuerda a los residentes costeros que basta con que un solo huracán toque tierra para considerar activa una temporada”, señaló.

El impacto de estos fenómenos no depende únicamente de la intensidad de sus vientos o de la magnitud de la marejada. La tormenta tropical Chantal, que tocó tierra en Carolina del Norte el pasado fin de semana, sirvió de ejemplo: a pesar de haber sido catalogada como una tormenta tropical de baja intensidad, provocó inundaciones severas y cobró una vida humana en el centro del estado.

Klotzbach insistió en la importancia de la prevención, independientemente de la tendencia del año. “Se deben realizar preparativos exhaustivos en cada temporada, más allá de la actividad pronosticada“, concluyó.