Equipos de rescate localizan cuerpos debido al olor putrefacto en zonas devastadas por las inundaciones en Texas

Autoridades y voluntarios recorren los sitios afectados utilizando helicópteros, perros y botes, en un esfuerzo contrarreloj para localizar a quienes no han sido encontrados desde el desastre

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Equipos de emergencia recorren a
Equipos de emergencia recorren a pie, a caballo y en bote las zonas afectadas por la tragedia. (AP Foto/Ashley Landis)

La labor se centró en áreas donde el olor a descomposición guiaba a los rescatistas hacia posibles víctimas. Burnie Miller, bombero jubilado de 59 años, señaló una acumulación de árboles y ramas destrozadas de donde provenía un fuerte olor, y explicó que intentaban despejar los montones para facilitar el acceso del equipo.

La magnitud de la tragedia provocada por las inundaciones repentinas en Texas ha sido catastrófico, al rededor de 161 personas permanecen desaparecidas solo en el condado de Kerr, según informó el gobernador Greg Abbott.

El estado ha confirmado al menos 120 muertes a raíz de las tormentas que elevaron el nivel del río Guadalupe 8 metros en menos de una hora.

Las inundaciones, que azotaron la entidad en el fin de semana festivo del Día de la Independencia, dejaron a decenas de familias en una situación peligrosa. El río Guadalupe se elevó cerca de 8 metros en menos de 45 minutos, devastando comunidades y campamentos de verano en la zona. Desde el viernes 4 de julio no ha rescatado a personas vivas, por lo que las labores se han concentrado en la recuperación de cuerpos y es allí donde el denso aroma de la descomposición está guiando a los equipos de rescate.

Mexicanos continúan la búsqueda bajo el lodo y el agua tras el desastre

Bomberos de Ciudad Acuña, México,
Bomberos de Ciudad Acuña, México, transportan un cuerpo que recuperaron en el río Guadalupe. (AP Foto/Eli Hartman)

Un equipo de rescate proveniente de México ha extendido su labor sin descanso en Texas, buscando víctimas tras el desastre en Kerr y planea permanecer dos semanas más, de acuerdo con la información de Univision. Hasta ahora, sus integrantes han logrado encontrar a tres personas entre los escombros y la corriente.

Mientras atraviesan zonas donde el agua les llega a la cintura, los rescatistas han recurrido a métodos poco convencionales, se orientan principalmente por el olor, ya que el lodo dificulta la visibilidad bajo el agua. En grupos de 13, se turnan en jornadas para no interrumpir la búsqueda de víctimas tras las inundaciones.

La colaboración se mantiene activa pese a los desafíos que impone el entorno, con la determinación de continuar apoyando en la recuperación tras el desastre natural.

El operativo de búsqueda y rescate se ha intensificado en las zonas afectadas

Voluntarios y rescatistas intensifican la
Voluntarios y rescatistas intensifican la búsqueda de desaparecidos tras las inundaciones en Texas. (Foto AP/Julio Cortez)

Equipos de emergencia y voluntarios recorren la zona a pie, a caballo y en bote, mientras helicópteros y perros rastreadores inspeccionan las orillas del río.

Jonathan Lamb, oficial de Servicios Comunitarios del Departamento de Policía de Kerrville, indicó que la última persona rescatada con vida fue hallada el viernes pasado. Desde entonces, la esperanza de encontrar sobrevivientes ha disminuido, aunque las lluvias recientes han ofrecido cierto alivio a los equipos de recuperación.

Entre los desaparecidos se encuentran cinco niños y una consejera de un campamento de verano para niñas a orillas del río, según el sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha, quien calificó la situación como un momento trágico para la comunidad.

El primo de Patrick Fleming, el estudiante universitario Aidan Heartfield, figura entre los desaparecidos tras pasar el fin de semana del 4 de julio en la ciudad junto a su novia y dos amigos. Una de las amigas, Joyce Catherine Badon, fue encontrada muerta el lunes.

Helicópteros, drones, unidades caninas y más equipos de rescate han sido desplegados para los rescates

La esperanza de hallar sobrevivientes
La esperanza de hallar sobrevivientes disminuye mientras continúan las labores de recuperación en Kerrville. (AP Photo/Julio Cortez)

Fleming, empleado de una empresa de agrimensura en Rockwall, Dallas, lidera un grupo de voluntarios que utiliza motosierras y sierras de pértiga para despejar escombros en las zonas donde el olor a descomposición es más intenso. “No vamos a parar hasta atraparlo. Creo que nos estamos acercando, solo tenemos que seguir adelante”, afirmó.

El Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas ha rastreado 42 kilómetros de río y realizado 444 rescates, según el teniente coronel Ben Baker.

La agencia ha desplegado helicópteros, drones, unidades caninas, embarcaciones y vehículos todoterreno para las misiones de búsqueda y rescate. Baker explicó que los equipos especializados deben avanzar capa por capa, en condiciones extremadamente peligrosas y laboriosas, ya que el agua persiste en la zona.

La escena a lo largo del río revela la magnitud del desastre: colchones, baúles de caravanas, el guardabarros de un vehículo y una silla de coche para niños quedaron esparcidos bajo la línea de pleamar, mientras un bote inflable colgaba de la rama de un árbol.

El personal de emergencia han tenido múltiples dificultades en las operaciones

La devastación deja escombros y
La devastación deja escombros y pertenencias personales esparcidas a lo largo del río Guadalupe. (Photo by RONALDO SCHEMIDT / AFP)

Scott Carlson, ex trabajador de búsqueda y rescate urbano, dirige un equipo que utiliza motosierras para acceder a los montones de escombros y verificar si hay cuerpos atrapados bajo la superficie, arrastrados por la corriente y retenidos por raíces o restos. “Estamos vigilando a fondo, así que si hay alguien ahí, podemos sacarlo”, explicó Carlson, quien expresó su deseo de que ninguna familia quede sin poder cerrar el ciclo de duelo.

Paul Middendorf, voluntario de Houston, recorre repetidamente las orillas del río con la esperanza de detectar señales que hayan pasado desapercibidas. “Este es uno de los peores casos que he vivido”, reconoció, y describió la devastación como enorme.

Durante toda la semana, voluntarios exhaustos, quemados por el sol y devorados por insectos continuaron la búsqueda de desaparecidos en el condado de Kerr, Texas, impulsados por la determinación de aliviar el sufrimiento de las familias afectadas.

Tricia Boswell, integrante de la organización Texas EquuSearch, resumió el sentir colectivo: “Estamos cansados, quemados por el sol, comidos por los insectos”, pero subrayó que las dificultades del equipo no se comparan con el dolor de quienes esperan noticias de sus seres queridos, y que esa realidad los mantiene en movimiento.