El clima extremo golpea a EEUU: hay tres estados en emergencia por lluvias e inundaciones

Los ríos desbordados arrasaron viviendas y forzaron operaciones de rescate a contrarreloj, mientras la cifra de víctimas y desaparecidos sigue creciendo en medio de la devastación

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Texas enfrentó una “ola mortal
Texas enfrentó una “ola mortal de inundación” que dejó al menos 110 personas muertas y más de 160 desaparecidas en cuestión de horas. (AP Foto/Julio Cortez)

En el transcurso de una semana, eventos climáticos severos han impactado intensamente a Texas, Nuevo México y Carolina del Norte, dejando tras de sí un saldo de más de 110 muertos, decenas de desaparecidos y comunidades enteras sumidas en el caos y el duelo.

Las lluvias torrenciales y las inundaciones repentinas demostraron la vulnerabilidad de estas regiones ante fenómenos meteorológicos cada vez más intensos y difíciles de predecir.

Las autoridades meteorológicas advirtieron sobre la coincidencia y acumulación de sistemas climáticos extremos en estos estados, con precipitaciones muy por encima de los promedios históricos en pleno verano estadounidense.

Texas fue impactado por una “ola mortal de inundación” sobre el río Guadalupe, donde un muro de agua de más de seis metros arrasó comunidades en la región montañosa del Hill Country, provocando escenas de devastación y numerosas pérdidas humanas.

Ruidoso, en Nuevo México, sufrió
Ruidoso, en Nuevo México, sufrió el desborde del Río Ruidoso con saldo fatal: tres muertos, entre ellos dos menores, y más de 60 rescates acuáticos. (Kaitlyn Carpenter/AP)

En palabras de un portavoz de los servicios de emergencia en Kerr County: “El caudal del río se multiplicó en minutos y no hubo tiempo material para evacuar a todos los afectados”. Entre las víctimas, 30 menores que se encontraban en el campamento cristiano Camp Mystic.

Por su parte, en Nuevo México una intensa tormenta sobre las áreas previamente dañadas por incendios forestales desencadenó un alud de agua y lodo sobre la localidad turística de Ruidoso.

Los equipos de rescate realizaron hasta 60 intervenciones, muchas de ellas en medio de peligrosas corrientes, mientras la cifra de afectados seguía en aumento. “Nuestros corazones están rotos por las familias que han perdido a sus seres queridos en esta terrible tragedia”, expresó Lynn Crawford, alcalde de Ruidoso.

Nuevas alertas meteorológicas mantienen a
Nuevas alertas meteorológicas mantienen a miles de familias en máxima precaución ante la posibilidad de más inundaciones. (REUTERS/Evelyn Hockstein)

Simultáneamente, en Carolina del Norte, la depresión tropical Chantal ocasionó lluvias torrenciales que superaron los registros recientes, provocando desbordes de ríos como el Haw y el Eno, inundaciones urbanas y cortes generalizados de carreteras. La fuerza de las aguas causó muertes y desapariciones, tanto en zonas rurales como en núcleos urbanos.

El sheriff del condado de Chatham relató cómo “las condiciones cambiaban de un momento a otro, las calles eran intransitables y los habitantes quedaron atrapados”.

Infraestructura y servicios en crisis

El impacto del clima severo puso a prueba la infraestructura e hizo visibles las debilidades en los sistemas de alerta y respuesta. Numerosas localidades sufrieron cortes de energía, daños en carreteras y destrucción de viviendas, además de pérdidas económicas en zonas agrícolas y turísticas.

En Carolina del Norte, la
En Carolina del Norte, la depresión tropical Chantal inundó ríos y calles, dejó cuatro muertos y centenares de viviendas afectadas. (NOAA/AP)

Las autoridades estatales y federales movilizaron recursos para intensificar la búsqueda de personas desaparecidas y asistir a quienes perdieron todo en cuestión de minutos. El acceso a servicios esenciales y la logística de la ayuda enfrentaron desafíos adicionales por el mal tiempo persistente.

Los equipos de pronóstico del FOX Forecast Center subrayaron que las lluvias extremas se vinculan parcialmente a los remanentes de sistemas tropicales y ciclos estacionales, pero la recurrencia y severidad de estos fenómenos ya genera preocupación entre científicos y responsables de la gestión civil.

Comunidades en alerta ante nuevos riesgos

A pesar de la catástrofe, el miércoles 9 de julio se mantenían alertas de inundación para áreas ya severamente castigadas. El terreno saturado amplifica el riesgo ante nuevas lluvias, y las autoridades pidieron a la población no bajar la guardia y mantenerse atenta a las órdenes de evacuación.

Decenas de rutas permanecen intransitables
Decenas de rutas permanecen intransitables por deslaves, mientras comunidades desde Texas hasta Carolina del Norte luchan por recuperarse. (Brandon Bell/Getty Images/AFP)

Un portavoz del servicio meteorológico en el sureste de Estados Unidos sentenció: “Estas han sido jornadas excepcionales por la intensidad y la rapidez de los eventos. El peligro no terminó y se requieren medidas extraordinarias de prevención”.

Las imágenes de calles anegadas, viviendas destruidas y familias desplazadas se han multiplicado, reflejando el grado de exposición de comunidades suburbanas y rurales ante lluvias impredecibles.

En los tres estados afectados, la normalidad parece lejana. Miles de personas se movilizan entre escombros, buscando pertenencias y esperando noticias sobre familiares desaparecidos. El impacto psicológico y social se suma a las tareas urgentes, con respaldo de unidades de emergencia y voluntarios.

“Estamos unidos en nuestro compromiso de apoyarnos mientras enfrentamos esta devastadora pérdida”, resumió el alcalde de Ruidoso.