Temor por redadas del ICE arruina una fiesta de quinceaños: solo 40 invitados en una fiesta planeada para 200

La familia de la festejada gastó aproximadamente 15.000 dólares, de los cuales, casi 10.000 se perdieron en comida y recuerdos que no se entregaron

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Una fiesta de quinceaños no
Una fiesta de quinceaños no se festejó como se esperaba, ya que muchos asistentes decidieron no presentarse por miedo a las redadas migratorias. (Imagen ilustrativa/Cuartoscuro/Galo Cañas Rodríguez)

Denise Álvarez vivió un momento agridulce durante una celebración que debía ser multitudinaria. La quinceañera de Rowland Heights, California, esperaba que su fiesta reuniera a 200 invitados, pero solo contó con la presencia de unos 40 asistentes.

El miedo a las autoridades migratorias llevó a la mayoría de sus seres queridos a quedarse en casa, alterando por completo la celebración que Denise y su madre, María Álvarez, habían planeado durante meses.

La tradición de la quinceañera, que marca la transición de las niñas a la adultez en la cultura latina, fue el sueño de Denise durante mucho tiempo. María, su madre, comparó la magnitud del evento con una boda: “Es como una boda. No hay novia ni novio, pero todo lo demás es igual. El vestido, el salón, la comida, la decoración, los recuerdos de la fiesta”, dijo a Telemundo.

A la fiesta solo fueron 40 personas, a pesar de que el espacio era para 200

Cerca de 10.000 dólares se
Cerca de 10.000 dólares se perdieron debido a la inasistencia de los invitados. (AP Foto/Alex Brandon, Archivo)

Jasmine Piceno, quien trabajó como camarera en el evento, expresó: “No es justo que nuestras comunidades estén siendo traumatizadas”. Según su testimonio, desde aproximadamente abril ha notado un descenso en la asistencia y un aumento en las cancelaciones de última hora en eventos similares. Esta tendencia, según Piceno, responde al temor que se ha instalado en la comunidad ante los recientes operativos de inmigración.

La familia destinó $15.000 dólares a la organización, de los cuales casi $10.000 dólares se perdieron en comida, bebidas y recuerdos que no se utilizaron debido a la baja asistencia. Pocos días antes de la fiesta, comenzaron a circular reportes sobre operativos de inmigración en la zona, lo que provocó una ola de cancelaciones.

María relató que muchos invitados prefirieron no arriesgarse y optaron por no asistir: “Tenían miedo, y era mejor que se quedaran en casa”. Cuando Denise llegó al salón con su vestido verde, se encontró con una sala repleta de sillas vacías, lejos de la imagen que había imaginado: “Me lo imaginé con mucha gente llegando, lleno de gente y ruidoso”.

A pesar de la decepción, Denise valoró la presencia de su familia y el esfuerzo realizado: “No importa que la gente no haya venido. Me alegro de haber estado con mi familia”. María, aunque lamentó la ausencia de muchos invitados y la pérdida de sus ahorros, manifestó comprensión ante el temor que prevalece en la comunidad.

No solo a la sociedad, el temor también impacta a la economía

El impacto del temor también
El impacto del temor también se refleja en la economía estadounidense. (REUTERS/Jose Luis Gonzalez)

Hasta el 70% de los trabajadores dejaron de presentarse a trabajar”, relataron agricultores y representantes del sector agrícola a Newsweek, al describir el impacto de las recientes redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en California, Texas y Pensilvania.

Esta cifra ilustra la magnitud del abandono laboral que ha golpeado a las explotaciones agrícolas de estos estados, donde la ausencia de mano de obra ha generado una crisis de producción alimentaria.

Las operaciones del ICE durante las últimas semanas han provocado que numerosos campos permanezcan llenos de cosechas sin recoger, lo que ha resultado en pérdidas generalizadas para los productores.

Esta a falta de trabajadores no solo ha afectado la recolección, sino que también ha tenido consecuencias directas en los sectores de procesamiento y empaque de alimentos, donde la escasez de personal ha dificultado el manejo de los productos agrícolas.

Miles de hectáreas de cultivos han quedado abandonadas, con los alimentos pudriéndose en el campo debido a la imposibilidad de ser cosechados a tiempo. Los propietarios y voceros de las granjas consultados por Newsweek han detallado que la situación ha generado tensiones financieras considerables, ya que la interrupción de las labores agrícolas compromete la viabilidad económica de las explotaciones y pone en riesgo la cadena de suministro alimentario.

La crisis, desencadenada por las acciones del ICE, ha dejado a los agricultores de California, Texas y Pensilvania enfrentando pérdidas económicas y una incertidumbre creciente sobre el futuro de la producción agrícola en la región.