Palizas y torturas: migrante devuelto a EEUU denunció maltrato durante su estadía en mega cárcel de El Salvador

La extensa batalla legal de Kilmar Ábrego tomó un nuevo rumbo a su regreso en Estados Unidos tras haber sido deportado al CECOT

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Ábrego denunció maltrato durante su
Ábrego denunció maltrato durante su estadía en el CECOT. (Diego Fishburn vía AP)

Kilmar Ábrego García, residente de Maryland que fue deportado a una mega cárcel de El Salvador para después ser devuelto a Estados Unidos a enfrentar diferentes acusaciones por cargos criminales, denunció haber sufrido múltiples palizas, privación del sueño y tortura psicológica durante su paso por la prisión centroamericana.

En los documentos judiciales presentados el miércoles y citados por The Associated Press (AP), Ábrego comentó que lo patearon y golpearon con tanta frecuencia después de llegar que al día siguiente tenía moretones y bultos por todo el cuerpo.

Esta dinámica no era exclusiva para él, ya que aseguró que otras 20 personas recluidas en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) fueron obligadas a arrodillarse toda la noche y que guardias de la prisión golpeaban a cualquiera que se cayera.

Ábrego denunció tortura, maltrato y privación del sueño

De vuelta en Estados Unidos,
De vuelta en Estados Unidos, Ábrego deberá enfrentar cargos penales. (Abrego Garcia Family/Handout via REUTERS)

Dentro del CECOT, Ábrego afirmó que todos los detenidos ahí “estaban confinados” en literas de metal, no tenían colchones y las celdas, carentes de ventanas, estaban superpobladas. Además, habían “luces brillantes que permanecían encendidas las 24 horas del día y un acceso mínimo a servicios sanitarios”.

Denunció que los guardias de seguridad le dijeron en varias ocasiones que sería trasladado a celdas que albergan a pandilleros que lo destrozarían. A lo largo de su paso por la cárcel salvadoreña, la condición de Ábrego se deterioró, perdiendo poco más de 13 kilos en únicamente dos semanas.

La presión sobre la administración estadounidense aumentó tras la deportación, especialmente después de que el senador demócrata Chris Van Hollen, de Maryland, visitara a Ábrego García en abril. El senador informó que el detenido había sido trasladado desde el mega penal a un centro de detención con mejores condiciones.

A pesar de la orden de la Corte Suprema y la presión pública, el gobierno estadounidense repatrió a Ábrego García el mes pasado, pero lo hizo para enfrentar cargos federales de tráfico de personas en Tennessee. La fiscal general, Pam Bondi, declaró en ese momento que este procedimiento “es lo que representa la justicia estadounidense”.

Por su parte, los abogados del residente de Maryland calificaron los cargos de “absurdos” y los consideraron un intento de justificar la expulsión errónea. Una jueza federal en Tennessee determinó que Ábrego García puede ser liberado bajo ciertas condiciones mientras espera el juicio penal, pero permanece detenido a petición de sus propios abogados, quienes temen que pueda ser deportado nuevamente si sale en libertad.

Su larga batalla legal aún no termina

Su esposa lamentó que Ábrego
Su esposa lamentó que Ábrego se perdiera fechas importantes por estar bajo custodia federal. (Murray Osorio PLLC via AP)

Chad Gilmartin, portavoz del Departamento de Justicia (DOJ), informó a AP en junio que la intención es juzgar primero a Ábrego García por los cargos de tráfico de personas antes de considerar una nueva deportación.

De forma paralela, el abogado del DOJ Jonathan Guynn comunicó a un juez federal en Maryland que el gobierno planea deportar a Ábrego Garcia a un “tercer país” distinto de El Salvador, aunque no existe un calendario definido para esa medida. Los abogados del afectado citaron estas declaraciones como motivo de preocupación ante la posibilidad de una deportación “inmediata”.

La extensa batalla legal que Ábrego libra desde su deportación inicial alcanzó la semana pasada un nuevo paso tras la celebración de una audiencia crucial.

Su esposa, Jennifer Vásquez Sura, declaró ante la prensa momentos antes de la audiencia que han tenido que defender la libertad de su ser querido durante más de tres meses, lamentando su ausencia durante fechas clave como su aniversario de bodas, cumpleaños, graduaciones y el Día del Padre.

“Me encuentro separada de mis hijos, viajando de regreso a Nashville para luchar por la libertad de Kilmar. Hoy, en su honor y nuestro aniversario de bodas, celebraré nuestra lucha y la de todos aquellos que nos apoyaron y negaron a rendirse”, afirmó Vásquez Sura.