Jeffries rompió récord del discurso más largo en el Congreso: habló 8 horas y 40 minutos contra el “megabill”

La prolongada alocución ocurrió en un momento clave del calendario legislativo y dejó en evidencia las divisiones políticas, el uso estratégico del reglamento parlamentario y las tensiones acumuladas en torno a una ambiciosa medida fiscal

Guardar
Jeffries utilizó una disposición reglamentaria
Jeffries utilizó una disposición reglamentaria para extender su discurso por más de ocho horas en oposición a una iniciativa impulsada por la mayoría. (REUTERS/Kevin Lamarque)

El líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, quebró este jueves el récord del llamado “magic minute”, tras mantenerse en el estrado durante más de ocho horas y media. Su intervención, que comenzó antes de las 5:00 a.m., buscó demorar la votación final de lo que los republicanos han calificado como el “big, beautiful bill”, una ambiciosa iniciativa legislativa impulsada por el presidente Donald Trump.

La sesión estaba programada para concluir a las 8:00 a.m. con la aprobación de lo que los republicanos han denominado el “megabill”. Sin embargo, Jeffries recurrió a una antigua táctica parlamentaria que permite a los líderes del pleno hablar sin límite de tiempo una vez cerrado el debate. De acuerdo con The Associated Press, la regla permite el uso indefinido de la palabra, lo que fue aprovechado por el líder demócrata para retrasar el procedimiento.

Durante su intervención, Jeffries denunció la “incoherencia” de varios miembros republicanos, quienes, según él, habían expresado públicamente su desacuerdo con el proyecto de ley, pero finalmente optaron por alinearse con el partido y votar a favor. “Lo dicen en sus distritos, pero lo niegan en el pleno”, criticó.

Una maniobra que superó el récord anterior y tensó el ambiente en la Cámara

La marca anterior en el uso del “magic minute” pertenecía al exlíder de la minoría republicana Kevin McCarthy, quien habló durante ocho horas y 32 minutos en 2021 para oponerse al Build Back Better Bill del expresidente Joe Biden. Jeffries superó esa duración en un contexto igualmente polarizado, prolongando el proceso legislativo en una Cámara marcada por tensiones partidistas.

Según reportó Political, el discurso se desarrolló con la constante presencia de congresistas demócratas que respaldaban a su líder con palabras de aliento. Algunos incluso le pidieron que no se detuviera: “Nosotros tenemos tiempo”, le dijeron, en alusión al tiempo ilimitado del que disponía bajo la regla parlamentaria.

En contraste, la bancada republicana reaccionó con molestia y visible fastidio. El presidente de la Cámara, Mike Johnson, aseguró que sus colegas estaban listos para votar desde temprano en la mañana, y consideró la maniobra como un intento obstruccionista que no cambiaría el resultado final.

Hakeem Jeffries, líder de la
Hakeem Jeffries, líder de la minoría demócrata, durante su intervención más extensa registrada en el pleno de la Cámara. (AP Photo/Rod Lamkey, Jr.)

Críticas al contenido del “megabill” y relatos ciudadanos desde el pleno

Jeffries utilizó parte considerable de su intervención para leer cartas enviadas por ciudadanos preocupados por las disposiciones incluidas en el proyecto de ley. Aunque no especificó el origen de todas las misivas, señaló que muchas provenían de personas directamente afectadas por los recortes o reformas presupuestarias propuestos en el texto.

También reiteró su oposición a lo que calificó como una política fiscal “insensible”, diseñada para beneficiar a los sectores más privilegiados del país, mientras dejaba sin protección a los trabajadores, estudiantes y comunidades vulnerables. The Associated Press confirmó que durante el discurso, Jeffries apeló tanto a argumentos legislativos como a testimonios personales.

Aunque no hubo interrupciones formales, varios representantes republicanos optaron por abandonar el recinto durante la intervención. Uno de los momentos más comentados se dio fuera del pleno, cuando el senador y vicepresidente del Senado, JD Vance, publicó en la red social X que un congresista le había enviado un mensaje diciendo: “Estaba indeciso sobre el proyecto, pero después de ver la actuación de Hakeem Jeffries, ahora estoy completamente a favor”.

Apoyo demócrata cerrado ante una estrategia que no busca consenso sino visibilidad

La actuación de Jeffries fue recibida con entusiasmo por su bancada, que la interpretó como una muestra de firmeza y liderazgo. La táctica del “magic minute” no es frecuente, pero sí ha sido utilizada por figuras clave en momentos de alta tensión política. Según Political, los demócratas consideran que el discurso, más allá de su efecto inmediato, busca dejar constancia pública de las contradicciones internas del Partido Republicano.

Aunque Jeffries no logró frenar la aprobación eventual del proyecto, sí consiguió retrasar su votación e introducir sus críticas directamente en el registro legislativo. Como parte de su alocución, subrayó que “la historia evaluará no sólo lo que votamos, sino cómo lo hicimos”.

El gesto también reavivó el debate sobre el uso del tiempo parlamentario como herramienta de resistencia política. Algunos sectores ven en esta táctica una forma legítima de protesta institucional; otros, como los aliados de Johnson y Trump, lo consideran una estrategia dilatoria sin resultados concretos.

Jeffries apeló a testimonios ciudadanos
Jeffries apeló a testimonios ciudadanos y cuestionamientos internos del Congreso durante su prolongada participación. (REUTERS/Kevin Lamarque)

El “megabill” avanza, pero deja fracturas visibles y resistencia documentada

Finalmente, tras la prolongada intervención, el proyecto conocido como el “big, beautiful bill” fue sometido a votación y avanzó en el proceso legislativo. No obstante, el episodio dejó al descubierto las fisuras entre y dentro de los bloques políticos, así como el margen estrecho en el que operan las mayorías parlamentarias actuales.

La maniobra de Jeffries, aunque simbólica, se suma a una lista creciente de tácticas utilizadas por ambas partes para frenar o acelerar el trámite legislativo. Como lo recordó The Associated Press, el uso del “magic minute” se ha convertido en una herramienta clave cuando los tiempos políticos están al límite y las posturas irreconciliables.

El récord roto por Jeffries no fue sólo un acto de resistencia; también fue una declaración pública sobre lo que considera una amenaza para los intereses que representa. Y mientras el “megabill” avanza, el eco de su discurso queda registrado palabra por palabra en el acta del Congreso.