SpaceX y la basura espacial: ¿Cómo afecta el lanzamiento de cohetes a la vida marina?

Más allá del brillo de los lanzamientos, la empresa aeroespacial deja una huella ambiental difícil de ignorar en las playas de Tamaulipas, que están cubiertas de escombros de cohetes

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Los escombros incluyen aluminio, plástico
Los escombros incluyen aluminio, plástico y goma. (REUTERS/Abraham Pineda)

“La basura sigue ahí. Ya no es tan visible como en las fotos porque las mareas la han ido enterrando, pero está ahí, y hay que retirarla tarde o temprano.” Con esta advertencia, Jesús Elías Ibarra, veterinario y director del Programa de Tortugas Marinas de Conibio Global, una organización no gubernamental, resume la persistencia del problema que enfrenta Playa Bagdad, en el norte de Tamaulipas, México, tras los lanzamientos de cohetes de SpaceX desde su base en Starbase, justo al otro lado de la frontera.

Desde noviembre de 2024, Conibio Global asumió la tarea de recolectar los restos que llegan a la costa mexicana tras los lanzamientos de la empresa aeroespacial. Ibarra relató a CNN que fue testigo de un lanzamiento en aquel mes y observó cómo uno de los propulsores caía al Golfo de México. En esa ocasión, según su testimonio, al menos tres helicópteros y más de diez embarcaciones acudieron en pocas horas para limpiar la zona. El medio consultó a Space X sobre su responsabilidad en esa limpieza.

En mayo, tras otro lanzamiento, la situación se agravó. Ibarra denunció que millones de partículas terminaron contaminando el lado mexicano. Días después, la organización recogió más de una tonelada de residuos en un tramo de 500 metros. “En medio kilómetro de los 40 kilómetros de costa, ya recolectamos una tonelada (de basura). Somos un grupo muy pequeño, es imposible limpiar todo”, lamentó.

Plástico, goma, aluminio y tubos de acero entre los escombros

El impacto ambiental de SpaceX
El impacto ambiental de SpaceX en la costa mexicana sigue en aumento. (REUTERS/Abraham Pineda)

Entre los objetos hallados durante las operaciones de limpieza se encuentran plásticos sólidos y esponjosos, un tipo de goma con textura similar al corcho, aluminio con etiquetas de SpaceX, fragmentos de plástico de burbujas, tubos de acero y piezas de un adhesivo azul. Parte de estos desechos, advirtió Ibarra, podrían ser ingeridos por las tortugas lora, una especie en peligro de extinción que habita la zona.

El impacto ambiental no se limita a la basura visible. Ibarra sostiene que las vibraciones de los cohetes compactan la arena donde anidan las tortugas, impidiendo que las crías emerjan. Según sus datos, al menos 300 crías han muerto en nidos compactados.

Además, la última explosión de un cohete el 19 de junio quemó vegetación en la ribera del Río Bravo y derribó árboles cerca de una pequeña población. En varias ciudades fronterizas entre Tamaulipas y Texas se reportaron daños menores en viviendas por las vibraciones.

El costo de enfrentar la limpieza ha superado los 26.000 dólares estadounidenses en gastos operativos y monitoreo de playas, según la ONG, debido al combustible de los vehículos, salarios de trabajadores y materiales de limpieza. Ibarra indicó que el gobierno mexicano ha colaborado desde que tuvo conocimiento del problema, especialmente por tratarse de una empresa extranjera.

Una problemática que ha generado interés público y político

Estos escombros afectan la vida
Estos escombros afectan la vida de tortugas en playas de México. (Imagen ilustrativa Infobae)

Durante una de las visitas, denunció que drones de SpaceX los “acosaron” grabando sus actividades. SpaceX no respondió a CNN sobre esta acusación. La organización entregó los residuos a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA). Un equipo de funcionarios ambientales y personal de la Secretaría de Marina (SEMAR) acudió el pasado fin de semana para recoger los desechos recolectados, donde hallaron un tanque de aproximadamente 4 metros de largo y una tubería de acero inoxidable de unos 5 kilogramos.

En respuesta a las consultas del medio, la empresa aeroespacial remitió a una publicación en la red social X (anteriormente Twitter) del 26 de junio, donde afirma haber ofrecido recursos y apoyo para las labores de limpieza, además de solicitar asistencia local y federal al gobierno mexicano para la recuperación de restos.

La problemática ha generado atención pública y política. Tras reiteradas quejas, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, abordó el tema en su conferencia matutina del 25 de junio. Reconoció la existencia de contaminación y anunció que se revisará el impacto de los lanzamientos de cohetes para actuar “en el marco de las leyes internacionales”, incluyendo posibles acciones legales.

Conibio Global sigue los anuncios de SpaceX en redes sociales para anticipar los lanzamientos y acudir a los sitios donde saben que caerán restos, tanto en la zona norte de Playa Bagdad como en un predio ejidal cercano a Matamoros.