Histórica ola de calor azota la Costa Este de EEUU: Nueva York alcanza los 38 °C por primera vez desde 2013

Las altas temperaturas se apoderaron de una franja del país, mientras que más de 150 millones de personas se despertaron bajo alertas de calor extremo

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Algunas zonas de Nueva York
Algunas zonas de Nueva York alcanzaron 38 grados centígrados. (REUTERS/Evelyn Hockstein)

Una ola de calor sin precedentes azotó el este de Estados Unidos el martes, con temperaturas que alcanzaron los 38 ℃ en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, marcando la primera vez desde 2013 que la ciudad registra tal cifra.

Más de 150 millones de personas despertaron bajo alertas de calor, mientras el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) anticipaba que decenas de localidades igualarían o superarían récords diarios de temperatura máxima.

El fenómeno, conocido como “domo de calor”, se instaló sobre la región del Atlántico Medio, intensificando tanto el calor como la humedad. El meteorólogo privado Ryan Maue, exjefe científico de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), explicó en diálogo con The Associated Press (AP) que “cada estado de la Costa Este hoy, desde Maine hasta Florida, tiene la posibilidad de alcanzar una temperatura real de 38 ℃.

Estados normalmente templados podrán experimentar temperaturas sofocantes

La costa este podrá experimentar
La costa este podrá experimentar temperaturas extremas hoy. (REUTERS/Evelyn Hockstein)

Maue subrayó la rareza de que Maine, un estado habitualmente templado, pueda llegar a ese umbral. El martes representó el punto álgido de este sistema de alta presión, que mantuvo la sensación térmica en niveles sofocantes y sin respiro. El impacto de la ola de calor no se limitó a las horas diurnas.

El lunes ya se habían registrado 39 récords de temperatura nuevos o igualados, y la falta de enfriamiento nocturno agravó la situación. Jacob Asherman, meteorólogo del Centro de Predicción del Tiempo del NWS, advirtió que la combinación de calor extremo y humedad, sin alivio durante la noche, representa un riesgo considerable.

“No hay alivio”, afirmó Asherman, quien describió el evento como “bastante extremo”.

Bernadette Woods Placky, meteoróloga jefe de Climate Central, señaló a AP que “cuanto más dura el calor, más afecta al cuerpo, más afecta a la salud y más impacta en la factura de energía”. Enfatizó además que el efecto acumulativo de días y noches calurosas incrementa el desgaste físico y económico.

En la ciudad de Nueva York, la ola de calor coincidió con las elecciones primarias municipales, lo que obligó a los residentes a salir a votar bajo condiciones extremas. En el barrio de Jackson Heights, en Queens, Rekha Malhotra, DJ de eventos y voluntaria de campaña, repartía folletos en apoyo al candidato demócrata a la alcaldía, Zohran Mamdani.

Malhotra, equipada con un ventilador eléctrico rosa colgado al cuello, un sombrero, hielo y un pulverizador de agua de uso comercial, bromeó: “Hace 90 mil millones de grados y aquí estoy. Podría haber estado haciendo llamadas telefónicas”. El calor extremo también tuvo repercusiones en la infraestructura y la seguridad.

Retrasos en el servicio de trenes y otras comunidades que resultaron afectadas

El servicio de Amtrak sufrió
El servicio de Amtrak sufrió retrasos por culpa de las altas temperaturas. (REUTERS/Stephane Mahe)

Amtrak reportó retrasos en sus rutas que atraviesan Washington, Filadelfia y Nueva York, debido a restricciones de velocidad impuestas por las altas temperaturas.

En el ámbito de la seguridad, el Departamento de Pesca y Caza de New Hampshire informó sobre el rescate de dos excursionistas de 16 años en la montaña de Jaffrey el lunes por la tarde.

Los jóvenes, afectados por el calor, presentaban episodios de pérdida de conciencia y debieron ser trasladados a un hospital. Este incidente ilustra los riesgos que enfrentan quienes realizan actividades al aire libre durante olas de calor tan intensas.

La magnitud del evento se reflejó en la cantidad de personas afectadas y en la extensión geográfica del fenómeno. Desde Maine hasta Florida, la posibilidad de alcanzar los 38 ℃ se convirtió en una realidad inusual, especialmente en estados del norte poco acostumbrados a tales extremos.

El episodio, calificado por expertos como uno de los más extremos de los últimos años, ha dejado una huella significativa en la vida cotidiana, la salud pública y el funcionamiento de los servicios esenciales.