Un tornado arrasó un pueblo de Dakota del Norte dejando al menos tres personas muertas

Un tornado devastó la noche del viernes la localidad rural de Enderlin, en Dakota del Norte, dejando al menos tres personas muertas, miles de hogares sin electricidad y daños severos en infraestructuras clave, según informó The Associated Press.

La tragedia se desató cuando un sistema de tormentas de gran magnitud azotó el norte del Medio Oeste de Estados Unidos, afectando especialmente a Dakota del Norte, el norte de Minnesota y el norte de Wisconsin.

El fenómeno incluyó actividad tornádica, granizo de gran tamaño y ráfagas de viento que superaron los 170 km/h (106 mph), de acuerdo con Brian Hurley, meteorólogo del Centro de Predicciones Meteorológicas del Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés).

El sheriff del condado de Cass, Jesse Jahner, detalló en una conferencia de prensa el sábado que las víctimas mortales, dos hombres y una mujer, fallecieron en dos ubicaciones distintas cerca de Enderlin, una pequeña ciudad situada a unos 92 kilómetros (57 millas) al suroeste de Fargo.

La fuerza del tornado y los vientos asociados provocaron la caída de árboles, el colapso de viviendas y la interrupción del suministro eléctrico para miles de residentes, según la información recopilada por The Associated Press.

Horas antes de la confirmación oficial de las muertes, la oficina del Servicio Meteorológico Nacional de Grand Forks había comunicado en la red social X (anteriormente Twitter) que al menos dos de los fallecimientos se atribuyeron directamente al impacto de un tornado sobre una vivienda.

La magnitud del desastre movilizó a equipos de emergencia y a personal especializado en meteorología para evaluar la intensidad y las consecuencias del fenómeno.

Timothy Lynch, meteorólogo principal del NWS en Grand Forks, confirmó que la tormenta que azotó la región fue efectivamente un tornado.

Sin embargo, los equipos de investigación continuaban el sábado recopilando datos para determinar la fuerza exacta y las velocidades máximas alcanzadas por el viento. Lynch subrayó la gravedad del suceso y explicó que la tormenta afectó tanto al condado de Cass como al de Ransom. “Aún tenemos personal investigando y recopilando información sobre lo sucedido. Fue un suceso bastante grave”, declaró Lynch a The Associated Press.

En Minnesota, los vientos alcanzaron velocidades extremas, con ráfagas de hasta 171 km/h (106 mph) registradas en el Aeropuerto Regional de Bemidji durante la noche.

El alcalde de Bemidji, Jorge Prince, relató en Facebook la madrugada del sábado: “¡Nunca había oído un viento tan fuerte!”. Al salir de su sótano, Prince se encontró con un vecindario devastado, árboles arrancados de raíz y viviendas con daños estructurales severos.

Las consecuencias inmediatas incluyeron la caída de numerosos cables eléctricos y la aparición de fugas en las tuberías de gas, lo que obligó a las autoridades locales a desplegar equipos de emergencia para atender la situación.

Christopher Muller, director de Gestión de Emergencias del Condado de Beltrami, informó que las lluvias torrenciales inundaron el centro de Bemidji y dejaron vehículos inmovilizados. Muchos comercios de la zona anunciaron en redes sociales que permanecerían cerrados durante el sábado debido a la falta de electricidad. Muller advirtió a la población sobre la posibilidad de cortes de electricidad prolongados a causa de los daños sufridos por la infraestructura.

Hurley explicó que se esperaba que la tormenta cruzara la parte baja de Ontario, Canadá, para luego regresar a Estados Unidos y afectar el norte del estado de Nueva York entre la noche del sábado y el domingo. “Aún hay amenaza de viento y granizo”, señaló Hurley, aunque matizó que no se preveía una intensidad tan alta como la registrada la noche anterior.

Casi 59 millones de estadounidenses se encontraban bajo advertencia de calor extremo el sábado, según Hurley, debido a temperaturas elevadas y altos niveles de humedad que impulsaron el índice de calor muy por encima de los valores habituales para las llanuras del norte y el medio oeste.

Partes de Nebraska, las Dakotas, Minnesota e Iowa experimentaron temperaturas “fácilmente 20 grados por encima de lo normal”.

Hurley destacó que, aunque estas temperaturas suelen observarse en julio, resultaba inusual registrarlas en junio, especialmente después de un mes caracterizado por condiciones frescas y lluvias. “En muchas de estas zonas ha habido temperaturas bastante frescas y lluvias durante el último mes, así que va a ser un poco impactante”, afirmó el meteorólogo.

Las autoridades de ciudades como Omaha y Minneapolis habilitaron centros de refrigeración para proteger a la población de las condiciones peligrosamente calurosas.

Además, otros 84 millones de personas permanecían bajo alerta de calor, ya que los meteorólogos anticipaban que el clima extremo se desplazaría hacia el este, afectando a los Grandes Lagos, el Atlántico Medio y el Noreste. Hurley advirtió que la “categoría de riesgo de calor es 4 de 4” en estas regiones hasta principios de la próxima semana.