Dijo que un hombre armado se llevó a su hija de tres años; la policía terminó acusándola de homicidio

Una mujer de Delaware que reportó el secuestro de su hija de tres años fue acusada de asesinato en Maryland, después de que las autoridades determinaran que la historia de la desaparición era falsa. El caso ha conmocionado a la región y movilizó una respuesta masiva de fuerzas del orden a nivel federal, estatal y local.

La mujer, identificada como Darrian Randle, de 31 años, había llamado al 911 la tarde del martes para denunciar que su hija, Nola Dinkins, había sido raptada a punta de pistola por un hombre desconocido que huyó en una camioneta SUV oscura. El incidente se reportó en la calle 500 de Gender Road, en Newark, Delaware, lo que motivó la activación inmediata de una Alerta Amber.

Sin embargo, horas después, las autoridades determinaron que el supuesto secuestro no había ocurrido. Randle fue arrestada inicialmente por presentar una denuncia falsa y posteriormente acusada formalmente en Maryland de múltiples delitos, incluyendo asesinato en primer grado, tras el hallazgo de restos humanos compatibles con un menor en un terreno baldío.

De acuerdo con un comunicado de New Castle County Police, la madre aseguró en su llamada al 911 que un hombre armado se llevó a la menor en un vehículo no identificado. Esta declaración activó los protocolos de búsqueda y rescate en coordinación con la Maryland State Police y el FBI, que comenzaron una intensa búsqueda por varios estados.

Según las políticas del Departamento de Justicia de EEUU, una Alerta Amber solo puede emitirse si hay evidencia clara de un secuestro. “Permitir activaciones en ausencia de información significativa de que ha ocurrido un secuestro podría conducir al abuso del sistema y, en última instancia, debilitar su efectividad”, señala el sitio web oficial del DOJ, citado por Newsweek.

Horas después de iniciar la investigación, las autoridades descubrieron inconsistencias en la versión de Randle. La alerta fue cancelada y la mujer fue detenida en Delaware por el delito de denuncia falsa, un cargo grave. Fue ingresada en el Centro Correccional para Mujeres Baylor bajo una fianza en efectivo de un millón de dólares.

El miércoles por la mañana, las autoridades hallaron restos humanos en un lote abandonado en North East, Maryland. Según informó Delaware News Journal, los restos son consistentes con los de una niña pequeña, aunque la identificación oficial está pendiente del resultado de una autopsia a cargo de la Oficina del Jefe Médico Forense en Baltimore.

Con el hallazgo, la investigación pasó de una denuncia falsa a un caso de homicidio infantil. La Maryland State Police emitió nuevos cargos contra Randle: asesinato en primer y segundo grado, abuso infantil, negligencia, poner en peligro a un menor, entierro ilegal y no informar sobre la muerte de un menor.

“La Unidad de Homicidios de la Policía Estatal de Maryland está comprometida a brindar cierre a la familia y a la comunidad afectada por este trágico caso”, declaró un portavoz de la corporación a Newsweek.

Junto a Randle, otro individuo fue arrestado en conexión con el crimen. Cedrick Antoine Britten, de 44 años, fue acusado como cómplice después del hecho, enfrentando cargos por asesinato en primer y segundo grado, así como otros delitos relacionados.

Britten se encuentra bajo custodia en Maryland y está a la espera de comparecer ante el Tribunal de Distrito del Condado de Cecil. Randle, por su parte, permanece en Delaware, aunque su extradición hacia Maryland ya ha sido solicitada. La policía estatal no ofreció un cronograma estimado para ese procedimiento.

Ambas detenciones se lograron tras una investigación coordinada entre New Castle County Police, Maryland State Police y agentes del FBI, que continúan colaborando activamente en el caso.

“El caso sigue siendo una investigación activa tanto para la División de Policía del Condado de New Castle como para la Policía Estatal de Maryland”, aseguraron las agencias en un comunicado conjunto. Aunque la atención se ha centrado en los dos arrestados, las autoridades no han descartado nuevas detenciones o revelaciones conforme avancen las investigaciones.

Mientras tanto, la comunidad local permanece en shock por el crimen y por el uso indebido del sistema de Alerta Amber. El incidente plantea nuevamente cuestionamientos sobre los protocolos para la activación de este tipo de alertas y la verificación de denuncias en tiempo real.

Hasta el momento, ni los familiares de Randle ni los de Britten han emitido declaraciones públicas. La expectativa ahora se centra en los resultados de la autopsia, que permitirán confirmar si los restos hallados pertenecen efectivamente a Nola Dinkins.

El caso podría derivar en un juicio de alto perfil debido a la atención mediática y a la gravedad de los cargos. Mientras tanto, tanto Randle como Britten enfrentan penas de prisión severas en caso de ser hallados culpables.