Familiares y conocidos, entre los arrestados por fuga de diez presos en Nueva Orleans

Las autoridades amplían el número de personas detenidas en relación con la evasión carcelaria, mientras las investigaciones apuntan a una red de vínculos personales que habría facilitado los movimientos de los evadidos dentro y fuera del estado

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Elementos de la policía estatal
Elementos de la policía estatal participan en el operativo de búsqueda tras una fuga masiva ocurrida en un centro penitenciario de Nueva Orleans. (Brett Duke /The Advocate via AP)

Las autoridades de Luisiana siguen ampliando el cerco contra una red de al menos quince personas acusadas de colaborar en la fuga de diez reos del centro penitenciario de Nueva Orleans ocurrida el pasado 16 de mayo. Documentos judiciales indican que la mayoría de los implicados en la ayuda a los fugitivos tienen vínculos cercanos con ellos: familiares, amistades de larga data, incluso relaciones sentimentales.

Los presos escaparon cortando un hueco detrás de un inodoro. Entre ellos se encuentran Derrick Groves, condenado por asesinato, y Antoine Massey, quien enfrenta cargos por secuestro y violación. Ambos permanecen prófugos. Según los investigadores, las personas acusadas de colaborar ofrecieron desde transporte y refugio hasta dinero en efectivo, alimentos y teléfonos “limpios”.

La cifra de presuntos cómplices ha crecido conforme avanzan las pesquisas. Muchos de ellos están detenidos bajo fianzas que superan el millón de dólares, enfrentando cargos por “accesorios después del hecho”, un delito grave en el estado de Luisiana.

Autoridades locales y federales colaboran
Autoridades locales y federales colaboran en el rastreo de los evadidos y en la identificación de quienes habrían colaborado con ellos. (David Grunfeld/The Times-Picayune/The New Orleans Advocate vía AP)

Apoyo material y logístico por parte de allegados antes, durante y después de la fuga

Los documentos revisados por The Associated Press revelan que algunos reclusos comenzaron a coordinar la logística del escape incluso antes de abandonar el penal. En el caso de Lenton Vanburen, las autoridades determinaron que éste utilizó una llamada desde prisión para pedir a sus hermanas que contactaran a “mi chica” y le entregaran un teléfono celular nuevo. Las hermanas se reunieron con él la misma noche del escape en casa de un familiar, donde se bañó, cambió de ropa y recibió artículos de aseo personal.

Luego, otro pariente lo trasladó a una residencia en Misisipi. Según la policía, al menos siete personas con vínculos directos con Vanburen han sido arrestadas por ayudarlo. Entre ellas se encuentra una exempleada del centro penitenciario que, aunque no ha sido acusada formalmente, aparece en los registros de la investigación como la persona que condujo a Vanburen desde el penal hasta una vivienda, y que durante el trayecto realizó una videollamada para que el fugitivo hablara con sus hermanas.

Esa misma mujer fue arrestada en 2023 por intentar ingresar un cuchillo plegable y una bolsa de Cheetos que contenía tabaco y marihuana al penal. Aunque los cargos fueron retirados por no tener antecedentes penales, completó un programa de desvío judicial, según informó la Fiscalía del Distrito de Orleans a The Associated Press. Ella negó vía mensaje de texto haber introducido contrabando o participado en la fuga.

El caso ha generado múltiples
El caso ha generado múltiples detenciones y revelado posibles fallos en los controles internos del sistema penitenciario. (Crédito: Facebook / Orleans Parish Sheriff's Office)

Mensajes por redes sociales, teléfonos por internet y amenazas digitales: las herramientas tecnológicas de los fugitivos

Las autoridades han destacado el papel de la tecnología en la organización de la fuga y la posterior evasión. Reportes policiales citados por AP detallan que varios de los reclusos, entre ellos Antoine Massey y Corey Boyd, utilizaron servicios de telefonía por internet para evitar dejar rastros mediante señales celulares.

Boyd, por ejemplo, empleó una aplicación de mensajería para contactar con conocidos a quienes solicitó dinero y acceso a sus cuentas de iCloud. En al menos un caso, amenazó con matar a una persona si no accedía a sus peticiones. Los agentes del FBI analizaron meses de llamadas previas de Boyd y lograron identificar un nuevo número utilizado la noche posterior a la fuga. Esa pista resultó clave para rastrearlo hasta un apartamento donde fue detenido por un equipo SWAT el 20 de mayo. Su tía había estado comunicándose con él por Instagram para coordinar la entrega de alimentos mientras permanecía escondido.

Los cuerpos de seguridad han
Los cuerpos de seguridad han intensificado los esfuerzos para localizar a los dos individuos que continúan prófugos. (Crédito: Facebook / Orleans Parish Sheriff's Office)

Violencia doméstica, complicidad forzada y omisiones intencionales: otras aristas del caso

Uno de los casos más complejos involucra a una mujer que ayudó a Massey pese a haber sido víctima de violencia por parte de él. Según los documentos judiciales citados por AP, la mujer contaba con una orden de alejamiento previa contra Massey, quien había intentado estrangularla. Aun así, colaboró con su fuga y mintió a las autoridades durante el proceso de búsqueda.

Ella intercambió mensajes con la hermana de Massey, de 31 años, en los que expresaban su deseo de que el fugitivo “nunca sea capturado”. La policía vigiló durante días la casa de la hermana, aunque en el allanamiento realizado seis días después del escape ya no se encontraba allí. De acuerdo con los registros, Massey estuvo dentro de la vivienda y su hermana alteró y borró evidencia de su teléfono, lo que generó demoras críticas en el operativo de captura.

Las recompensas ofrecidas buscan incentivar
Las recompensas ofrecidas buscan incentivar la colaboración ciudadana en una investigación que sigue en curso. (Crédito: Facebook / Orleans Parish Sheriff's Office)

Llamado urgente a la ciudadanía mientras se elevan las recompensas por los prófugos

Ante la posibilidad de que Groves y Massey continúen recibiendo ayuda, las autoridades han elevado a 50,000 dólares la recompensa por cada fugitivo. El FBI insiste en que el apoyo de la comunidad es esencial para localizarlos.

“Entendemos que podrían estar reportando a un amigo, un ser querido, un pariente, y aunque no sea fácil, es fundamental para su seguridad y la del público”, dijo el agente especial del FBI en Nueva Orleans, Jonathan Tapp, en rueda de prensa el jueves.

El superintendente de la Policía Estatal de Luisiana, Robert Hodges, agregó: “Están cansados, están vigilantes, buscando recursos. Creemos que la ventaja está ahora del lado de la ley y necesitamos la ayuda del público para mantenerla”.

Mientras tanto, la Oficina del Defensor Público de Orleans, a través de su directora de comunicaciones Lindsey Hortenstine, informó que la mayoría de los arrestados aún no cuenta con representación legal.

Las autoridades insisten en que la investigación continúa abierta y no descartan nuevas detenciones conforme se acceda a más registros digitales y testimonios que permitan reconstruir la cadena de complicidades que permitió la fuga.