Confirmaron la identidad de las seis víctimas del accidente aéreo en San Diego

Las seis personas que murieron el jueves en la madrugada al estrellarse un jet privado en las inmediaciones del aeropuerto ejecutivo Montgomery-Gibbs ya fueron identificadas por sus familiares y amigos, confirmaron fuentes cercanas al caso. El siniestro, que no dejó sobrevivientes, ocurrió cuando el avión se aproximaba a la pista, poco antes de las 4 a.m., hora local, informaron investigadores federales.

Entre las víctimas se encontraba Daniel Williams, de 39 años, exbaterista de la banda de heavy metal The Devil Wears Prada, según confirmó su padre, Larry Williams, al portal TMZ. El músico había compartido en sus redes sociales una imagen desde la cabina del jet Cessna Citation poco antes del despegue, según señalaron medios como NBC News. Horas después, su rostro apareció en las publicaciones conmemorativas del grupo que integró durante años: “No hay palabras. Te debemos todo. Te amamos por siempre”, escribió la banda en su cuenta oficial de Instagram.

La aeronave había despegado del aeropuerto de Teterboro, en Nueva Jersey, a las 11:15 p.m. del miércoles, con destino a San Diego, según información difundida por el National Transportation Safety Board (NTSB). En el aterrizaje, el jet impactó contra cables de alta tensión, lo que provocó una explosión, destruyó varias viviendas, incendió vehículos estacionados y dejó un saldo total de seis muertos, pero ninguna víctima entre los residentes de la zona.

Tres de los fallecidos pertenecían a la empresa de representación Sound Talent Group. Su cofundador, Dave Shapiro, de 42 años, murió junto a sus colegas Kendall Fortner y Emma Lynn Huke, confirmaron en un comunicado desde la propia compañía: “Estamos devastados por la pérdida de nuestro cofundador, colegas y amigos. Nuestros corazones están con sus familias y con todos los afectados por la tragedia de hoy”, señaló la firma el viernes.

Shapiro era conocido por manejar las carreras de artistas y bandas como Vanessa Carlton, Pierce The Veil, Sum 41, Lamb of God, I Prevail y Hanson. Su amigo Lionel Conway, en declaraciones al programa TODAY de NBC, lo recordó como “un hombre hermoso” de quien “nadie podría decir una sola palabra negativa”.

La familia de Celina Kenyon, de 36 años, confirmó su fallecimiento a través de un comunicado enviado a NBC San Diego. Indicaron que ella viajaba de regreso a San Diego “tras acompañar y fotografiar a amigos”, y que optó por regresar en un vuelo privado nocturno “para poder llevar temprano a su hija a la escuela”.

“Celina era una madre, hija, hermana, nieta, pareja y amiga increíble”, expresaron sus allegados. “Nuestra familia está devastada más allá de lo que pueden expresar estas palabras. El mundo ha perdido una luz brillante y hermosa”, agregaron.

El sexto pasajero fallecido fue Dominic Damian, de 41 años, ingeniero en software que vivía en San Diego. Su padre, David Damian, confirmó su identidad a NBC News el sábado por la mañana. Dominic, según su perfil en LinkedIn, tenía experiencia en empresas tecnológicas y había trabajado en proyectos vinculados a infraestructura digital.

Al cierre del sábado, la oficina del Médico Forense del Condado de San Diego sólo había confirmado oficialmente tres de las seis identidades, mientras los demás fueron identificados por sus familias.

Dan Baker, investigador a cargo del NTSB, explicó en conferencia de prensa que la aeronave no emitió ninguna señal de emergencia antes del accidente, y que el piloto no reportó fallas técnicas ni problemas a la torre de control. Además, detalló que un sistema automático de información meteorológica del aeropuerto estaba fuera de servicio debido a una falla eléctrica sin relación con el vuelo.

En el momento del accidente, la visibilidad reportada en la cercana base aérea de Miramar era de media milla, con un techo de nubes de apenas 200 pies y vientos calmos. Adicionalmente, los sistemas de ayuda visual para el aterrizaje —el “precision approach path indicator” y el “medium intensity approach light system with runway alignment indicator lights”— tampoco estaban operativos, informó NBC News.

Los investigadores del NTSB aún no han determinado la causa exacta del siniestro, aunque confirmaron que el jet no estaba equipado con una caja negra de datos de vuelo y todavía se desconoce si contaba con una grabadora de voz en la cabina.

“No hay indicios, hasta ahora, de que el piloto haya intentado desviar el curso o que haya notificado fallas antes de la caída”, sostuvo Baker.

Las autoridades no han indicado quién estaba a cargo de pilotar la aeronave al momento del accidente. Tampoco se ha confirmado si alguno de los pasajeros tenía licencia o experiencia de vuelo. El caso permanece abierto mientras los investigadores federales recopilan evidencia del lugar del siniestro y entrevistan a posibles testigos.

El impacto, además de mortal, fue devastador para la comunidad local. Si bien no hubo heridos graves en tierra, los daños materiales fueron significativos y varios residentes fueron evacuados de sus hogares temporalmente.

Según los protocolos del NTSB, la investigación podría tardar meses antes de llegar a conclusiones definitivas sobre las causas del accidente. Mientras tanto, familiares, amigos y colegas de las víctimas siguen rindiendo homenaje a quienes perdieron la vida en un vuelo que nunca debió terminar así.