Capturan al cuarto recluso fugitivo de los diez que escaparon de una cárcel en Nueva Orleans

Un cuarto recluso que escapó de una cárcel en Nueva Orleans ha sido capturado, mientras que seis más continúan prófugos tras una fuga ocurrida el pasado viernes.

Gary C. Price, de 21 años, quien enfrenta múltiples cargos, incluidos siete por intento de asesinato en primer grado, fue detenido el lunes por la noche, según confirmaron las autoridades.

Según informó Fox News, la captura fue anunciada por el FBI de Nueva Orleans a través de una publicación en la red social X, en la que también se instó al público a proporcionar información sobre el paradero de los fugitivos restantes.

De acuerdo con el FBI, los seis hombres que aún no han sido localizados podrían haber abandonado la ciudad o incluso el estado de Luisiana, aunque se cree que la mayoría permanece en el área de Nueva Orleans.

Las autoridades continúan trabajando en la captura de los seis hombres restantes. Según el agente especial del FBI, Jonathan Trapp, existe la posibilidad de que miembros del público estén ayudando a los fugitivos, lo que podría derivar en cargos por complicidad. Las investigaciones también han llevado a la suspensión de tres empleados del sheriff mientras se determina si alguno de ellos colaboró en la fuga.

También han intensificado la búsqueda, ofreciendo recompensas que ascienden hasta los 20.000 dólares por información que conduzca a la captura de cada uno de los prófugos. Según reportó The Associated Press, el FBI incrementó su recompensa inicial de 5.000 a 10.000 dólares por fugitivo, mientras que otras agencias, como Crime Stoppers y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, también han ofrecido sumas adicionales.

La fuga, que ha generado un intenso escrutinio, ocurrió en el Centro de Justicia de Orleans, una instalación que alberga a 1.400 reclusos.

Según explicó la sheriff de la parroquia de Orleans, Susan Hutson, los hombres escaparon a través de un agujero detrás de un inodoro y luego escalaron una pared utilizando mantas para protegerse del alambre de púas. Las imágenes de vigilancia muestran a los fugitivos corriendo hacia un barrio cercano tras cruzar una autopista interestatal. La sheriff señaló que las “cerraduras defectuosas” y la posible colaboración de personal interno facilitaron la fuga.

El escape no fue detectado de inmediato. Los reclusos lograron salir de la cárcel alrededor de la 1:30 horas, en la madrugada, pero las autoridades no se percataron de su ausencia hasta un recuento rutinario realizado más de siete horas después.

Según funcionarios de la oficina del sheriff, no había agentes presentes en la celda donde se encontraban los fugitivos, y una empleada civil que estaba asignada al área se había ausentado para buscar comida. Este retraso en la detección y notificación ha sido duramente criticado por figuras públicas como la fiscal general de Luisiana, Liz Murrill, quien calificó la situación como inexcusable.

Entre los fugitivos se encuentran hombres de entre 19 y 42 años, muchos de ellos acusados de delitos graves como asesinato, agresión con agravantes y violencia doméstica.

Uno de ellos, Derrick Groves, fue condenado en 2022 por dos cargos de asesinato en segundo grado y dos de intento de asesinato en segundo grado. Otro, Corey Boyd, enfrenta un cargo pendiente de asesinato en segundo grado. Hasta ahora, tres de los fugitivos capturados han sido trasladados a un centro penitenciario estatal fuera del área de Nueva Orleans, según informó la Policía Estatal de Luisiana.

La fuga ha puesto en evidencia problemas estructurales y de seguridad en el Centro de Justicia de Orleans, que abrió sus puertas en 2015. Según Jeworski “Jay” Mallet, jefe de correcciones del centro, el sistema de la cárcel fue diseñado para reclusos de custodia mínima, pero actualmente alberga a numerosos detenidos de alta seguridad que enfrentan cargos por delitos violentos.

Mallet también señaló que muchas puertas y cerraduras han sido manipuladas hasta el punto de no poder cerrarse correctamente. Apenas unos días antes de la fuga, la oficina de Hutson había solicitado fondos para reparar estas deficiencias.

La sheriff Hutson, quien enfrenta un proceso de reelección este año, ha sido objeto de críticas por parte de sus oponentes políticos y otros funcionarios.

Michelle Woodfork, exsuperintendente interina de la policía de Nueva Orleans y candidata a la posición de sheriff, ha exigido respuestas sobre cómo ocurrió la fuga. Por su parte, el fiscal de distrito de la parroquia de Orleans, Jason Williams, expresó su indignación, calificando el incidente como “absurdo” y señalando que el retraso en la notificación dio una ventaja significativa a los fugitivos.