Científicos de la NOAA prevén el posible regreso del fenómeno La Niña para esta fecha

El fenómeno provoca que las temperaturas invernales sean más cálidas de lo normal en el sureste de EEUU y más frías de lo habitual en el noroeste

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El regreso de la Niña
El regreso de la Niña podría tener una fecha definida. (Richard R. Barron/The ADA News via AP)

El Climate Prediction Center de Estados Unidos confirmó recientemente que las condiciones climáticas actuales son neutrales para el hemisferio norte, aunque han lanzado una advertencia sobre la posibilidad de que el fenómeno meteorológico conocido como La Niña haga su regreso entre noviembre de 2025 y enero de 2026.

Según datos proporcionados por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), las temperaturas de la superficie del mar (TSM) se han mantenido cercanas al promedio en gran parte del Pacífico ecuatorial, reflejando una estabilidad en los patrones térmicos marítimos esenciales para el clima global.

De acuerdo con la NOAA, los índices que monitorean a El Niño se han mantenido en valores casi neutros, oscilando entre -0.2°C y +0.1°C, lo que indica una ausencia de fuertes influencias tanto de El Niño como de La Niña hasta el momento. A nivel subsuperficial, las temperaturas también han permanecido cerca del promedio, a pesar de que algunas anomalías cálidas persisten en las profundidades del Pacífico occidental. Estos parámetros son clave para prever futuros cambios que podrían tener repercusiones significativas.

¿Cuándo podría regresar La Niña?

Existe una posibilidad de que
Existe una posibilidad de que La Niña vuelva entre noviembre de 2025 y enero de 2026. (REUTERS/Maxim Shemetov)

Por otro lado, los vientos en la región han mostrado comportamientos cercanos a lo habitual tanto en niveles bajos como altos de la atmósfera. No obstante, la actividad convectiva, que está vinculada con la formación de nubes y precipitaciones, se ha presentado suprimida cerca y al oeste de la Línea de Cambio de Fecha, pero ha mostrado un incremento cerca de Indonesia, lo que refleja variaciones que merecen seguimiento atento.

Las proyecciones del Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI), junto al Conjunto Multi-Modelo de América del Norte, predicen que estas condiciones ENSO-neutral continuarán durante el verano del hemisferio norte y los primeros meses del otoño de 2025. Existe una probabilidad del 74% de que estas condiciones se mantengan entre junio y agosto, y más del 50% de que persistan hasta octubre de 2025.

No obstante, hacia finales del año, entre noviembre 2025 y enero 2026, las probabilidades de un cambio en estas condiciones aumentan drásticamente, con un 46% de probabilidad de continuar en estado neutro, un 41% de transición hacia La Niña y menos del 15% de regreso a El Niño. Estos cambios potenciales podrían tener un impacto directo en los patrones climáticos regionales y globales, afectando desde el clima hasta la agricultura en diversas áreas.

La próxima actualización de esta evaluación climática global será publicada el 12 de junio de 2025. Se recomienda al público interesado visitar regularmente el sitio web del Centro de Predicción Climática de la NOAA para obtener información actualizada sobre las condiciones climáticas y prepararse para cualquier eventualidad.

¿Por qué se llaman así estos fenómenos meteorológicos?

Este fenómeno se caracteriza por
Este fenómeno se caracteriza por tener temperaturas inusualmente frías. (Mike Dinovo-Imagn Images vía Reuters)

La Niña, según expertos de la NOAA, es un fenómeno meteorológico que se caracteriza por temperaturas oceánicas “inusualmente frías” en el Pacífico Ecuatorial. En EEUU, provoca que las temperaturas invernales sean más cálidas de lo normal en el sureste y más frías de lo habitual en el noroeste, mientras que su impacto en el clima global suele ser opuesto al de El Niño.

En los trópicos, las variaciones de la temperatura oceánica en La Niña también suelen ser opuestas a las de El Niño, según explicaron funcionarios de la NOAA. Sus efectos en latitudes más altas pueden observarse con mayor claridad a lo largo del invierno.

Originalmente, el nombre de El Niño fue otorgado por los pescadores de las costas de Sudamérica y servía para explicar la aparición de “agua inusualmente cálida” en el océano Pacífico, producido a principios de año y se usa para referirse a la tendencia del fenómeno de aparecer cerca de Navidad, en honor al “Niño Jesús”, según la NOAA.