Bolsos de lujo, relojes y cosméticos: qué motiva a la CBP a decomisar estos productos en la frontera

Con operativos simultáneos en distintos puntos de entrada, la agencia busca frenar el ingreso de productos que no cumplen con los estándares de calidad

Guardar
El operativo de cuatro días
El operativo de cuatro días acabó con la incautación de diversos productos falsificados. (CBP)

Durante una operación de cuatro días en abril, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) incautaron miles de artículos falsificados en el puerto de Rochester, Nueva York, con un valor estimado que, de haber sido productos auténticos, habría alcanzado los 198.100 dólares.

Entre los objetos decomisados se encontraban bolsos, carteras, calzado, ropa y relojes que portaban marcas de diseñador falsificadas. El operativo formó parte de un esfuerzo nacional para frenar el ingreso de productos ilegales que afectan la economía, la seguridad de los consumidores y la propiedad intelectual.

Ronald Menz, director del puerto de Rochester, aseguró en un comunicado oficial que la CBP tiene un papel clave en la protección de empresas y consumidores contra artículos fraudulentos.

Por qué la CBP incauta productos en la frontera

Los productos falsificados fueron puestos
Los productos falsificados fueron puestos a disposición de los agentes federales. (CBP)

“Nuestros oficiales realizan una labor excepcional, trabajando diligentemente para el consumidor estadounidense, deteniendo esa mercancía ilegítima”, añadió el funcionario.

Autoridades federales recordaron que esta agencia cuenta con la autoridad suficiente para detener, incautar, decomisar y, si es necesario, destruir la mercancía importada si tiene una marca registrada o derecho de autor infractor, registrado en la Oficina de Patentes y Marcas de EEUU o en la Oficina de Derechos de Autor de EEUU.

Otras infracciones pueden ser la clasificación errónea de los productos, marcas falsas de país de origen, problemas de salud y seguridad, así como problemas de valoración, según se lee en el comunicado de prensa.

“El comercio de productos falsificados y pirateados amenaza la economía de innovación de EEUU, la competitividad de nuestras empresas, el sustento de los trabajadores estadounidenses y, en algunos casos, la seguridad nacional, salud y bienestar de nuestros consumidores”, explicaron los agentes de la CBP.

Aunado a esto, se recordó a la población que no es legal importar productos falsos o pirateados, los consumidores individuales pueden ser sancionados con una multa a pesar de que no tengan la intención de importarlos.

El impacto de los productos falsificados a la economía

Los cosméticos tenían un valor
Los cosméticos tenían un valor de casi 30.000 dólares. (CBP)

Semanas antes del operativo en Nueva York, agentes de la misma agencia federal incautaron una serie de cosméticos falsificados en la aduana de Allentown, Pensilvania, provenientes de Hong Kong. Los productos llevaban etiquetas de marcas reconocidas del sector de lujo, pero no contaban con los estándares ni la composición esperada de los originales.

Según detalló el Centro Nacional de Coordinación de Derechos de Propiedad Intelectual (IPR), algunos de estos cosméticos falsificados contenían sustancias químicas conocidas por causar cáncer.

El valor total de estos cosméticos se estimó en 28.550 dólares. Varios de los artículos contenían sustancias perjudiciales, entre ellas orina y otros componentes tóxicos asociados a enfermedades dermatológicas como el acné y el eccema.

“El mercado global ha abierto la puerta a que vendedores sin escrúpulos pongan a la venta productos falsificados como auténticos a consumidores desprevenidos, obteniendo grandes beneficios mientras ponen en riesgo la salud de las personas”, advirtió Cleatus P. Hunt Jr., director de Área del Puerto de Filadelfia. La CBP destacó que esta situación representa un peligro real para la salud pública.

La CBP subraya que la venta de productos falsificados en el país no solo es un delito contra la propiedad intelectual, sino que afecta de forma directa a la economía estadounidense. Al comercializar mercancías a bajo costo, los falsificadores desplazan a las marcas legales, deteriorando los ingresos de los fabricantes y afectando los puestos de trabajo en industrias clave.

Además del perjuicio económico, existe un riesgo directo para los consumidores. Al tratarse de productos sin regulación ni control sanitario, pueden resultar peligrosos, especialmente en sectores sensibles como el de la cosmética, la medicina o la tecnología.

Las autoridades federales indicaron que este tipo de operativos se mantendrán de forma regular para contener el flujo de productos ilegales que ingresan por los distintos puntos de entrada del país. Los decomisos recientes en Rochester y Pensilvania forman parte de una estrategia más amplia para frenar el mercado de productos falsificados, que crece con rapidez por medio de plataformas digitales y redes logísticas internacionales.