Hallaron a un hombre muerto dentro de un recinto de canguros y ualabíes en Carolina del Sur, según la policía

Un hombre de 52 años fue hallado sin vida en el interior de un recinto que albergaba canguros y ualabíes en una granja situada sobre la autopista 746, en las inmediaciones de la localidad de Loris, en el condado de Horry en Carolina del Sur, según confirmó la policía local el sábado a través de un comunicado oficial. Las autoridades indicaron que el incidente se produjo el viernes por la noche y que el cuerpo fue encontrado poco antes de la medianoche.

La víctima fue identificada como Eric State, un pariente adulto del propietario de los animales. El reporte preliminar indicó que sufrió “múltiples traumatismos por fuerza contundente”, una información corroborada por la emisora local WBTW, filial de CBS News. Aunque la policía no precisó inicialmente cuál de los animales fue responsable del ataque, posteriormente un funcionario del condado confirmó la implicación directa de un canguro.

“Un canguro estuvo directamente involucrado en la muerte del señor State”, dijo Dennis DiSabato, miembro del Concejo del Condado de Horry, a la cadena News13. El caso sigue bajo investigación, y las autoridades locales informaron que se realizará una autopsia para esclarecer con exactitud las causas del fallecimiento. Mientras tanto, todos los animales en la propiedad han sido contabilizados y permanecen dentro de sus recintos, según reportó la policía del condado.

La granja donde se produjo el hecho funcionaba como un entorno privado que albergaba animales no domesticados. Aunque las autoridades no especificaron si el lugar estaba abierto al público o si operaba bajo alguna regulación específica, confirmaron que el hombre fallecido tenía un vínculo familiar con el propietario de los animales, lo que sugiere que habría accedido al recinto con algún tipo de autorización informal.

El recinto contenía varios ejemplares de canguros y ualabíes, especies nativas de Australia que, aunque son comúnmente vistas como animales dóciles, pueden presentar conductas agresivas en situaciones de estrés o si se sienten amenazadas. La policía no detalló cuántos animales había en el lugar ni si existía alguna medida de seguridad específica para evitar estos encuentros.

El ataque ocurrió en circunstancias que aún se investigan. Los informes preliminares sugieren que Eric State ingresó por voluntad propia al recinto, pero no se ha determinado si el ingreso ocurrió durante una rutina habitual o por otro motivo. Lo que sí fue confirmado es que las lesiones que presentaba su cuerpo fueron causadas por múltiples golpes contundentes, una forma de ataque consistente con el comportamiento defensivo de los canguros.

Aunque los casos de ataques de canguros a humanos son poco frecuentes, existen antecedentes que demuestran que pueden ser letales bajo ciertas circunstancias. En 2022, un hombre de 77 años murió en Australia Occidental luego de ser atacado por su canguro mascota. En ese momento, investigadores de la Universidad de Melbourne señalaron que se trataba del primer caso fatal registrado desde 1936.

Los canguros son animales físicamente imponentes. Según explicó la misma universidad, poseen brazos poderosos, pies grandes y uñas afiladas, lo que los convierte en combatientes eficaces si se sienten en peligro. Aunque suelen evitar el contacto con los humanos, pueden atacar si son acorralados o si perciben una amenaza, incluso de alguien familiar.

Además, las autoridades del Gobierno de Queensland han advertido sobre el comportamiento de los canguros y ualabíes que han sido alimentados habitualmente por personas. Cuando estos animales se acostumbran a recibir comida de los humanos, pueden tornarse agresivos si alguien se acerca sin alimento. Este patrón de conducta incrementa el riesgo de enfrentamientos inesperados, sobre todo en recintos donde hay contacto frecuente con personas.

En cuanto a la frecuencia de este tipo de incidentes, la Universidad de Melbourne estima que menos de cinco personas por año requieren atención médica por lesiones causadas por canguros en el estado australiano de Nueva Gales del Sur. Aunque este número es bajo, la gravedad potencial de los ataques no debe subestimarse. La combinación de fuerza muscular, velocidad y garras afiladas puede resultar en heridas serias, como cortes profundos, fracturas o, como en el caso de Eric State, traumatismos que comprometen la vida.

La rareza del caso ocurrido en Carolina del Sur ha despertado preocupación sobre la tenencia de animales no domesticados en propiedades privadas dentro de Estados Unidos, y sobre si existen suficientes controles o protocolos para garantizar la seguridad de las personas. Las autoridades del condado de Horry no han indicado hasta el momento si el propietario de los animales podría enfrentar cargos o sanciones, y se limitan a señalar que la investigación sigue abierta.

El Departamento Forense del Condado de Horry llevará a cabo una autopsia para establecer con claridad la causa de la muerte y confirmar si todas las heridas corresponden a un solo animal o si más de uno estuvo involucrado. La información recolectada será fundamental para determinar si se trató de un accidente, una negligencia o una violación a las normas de tenencia de fauna exótica.

Por ahora, el recinto permanece cerrado al público —si es que alguna vez lo estuvo— y los animales están bajo supervisión. Mientras tanto, el caso ha abierto un debate sobre los riesgos de convivir con especies silvestres y sobre la necesidad de reforzar los criterios de seguridad en contextos privados donde se mantienen animales de estas características.