EEUU y Reino Unido se preparan para la firma de un acuerdo comercial tras la imposición de los aranceles recíprocos

El documento estaría listo para firmarse tan pronto como esta semana, informaron fuentes cercanas a las negociaciones

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Estados Unidos y el Reino
Estados Unidos y el Reino Unido se preparan para la firma de un acuerdo comercial tras la imposición de los aranceles recíprocos (REUTERS)

Estados Unidos se prepara para firmar, a la brevedad, un importante acuerdo comercial con el Reino Unido, que permitirá al país europeo suavizar el efecto de los aranceles recíprocos anunciados el pasado 2 de abril, durante el “Día de la Liberación”.

El documento estaría prácticamente listo para su firma, que ocurriría esta misma semana, según informó The Financial Times, e incluiría cuotas arancelarias más bajas para las exportaciones británicas, así como reducciones de las tasas del 25% a sectores específicos, como el de los automóviles y el acero.

Por su parte, Washington obtendría a cambio un alivio del impuesto que Londres cobra a los servicios digitales de empresas tecnológicas internacionales, así como de las tasas sobre sus exportaciones de automóviles y productos agrícolas.

Pese a que un equipo negociador de Downing Street viajó a Estados Unidos esta semana para avanzar en las fases finales de las conversaciones, que siguen “a toda velocidad”, un funcionario del Reino Unido advirtió que persisten desacuerdos en lo que respecta a la política sobre productos farmacéuticos y que su Gobierno se mantiene firme en su rechazo a determinadas normas de producción de alimentos en el gigante norteamericano.

Un funcionario del Reino Unido
Un funcionario del Reino Unido advirtió que persisten desacuerdos en lo que respecta a la política sobre productos farmacéuticos y determinadas normas de producción de alimentos en Estados Unidos (REUTERS)

Por ejemplo, comentó, Londres se niega aceptar el pollo lavado con cloro y la carne vacuna tratada con hormonas, entre otras cuestiones.

Desde la Administración de Donald Trump no se han referido en particular a este acuerdo pero, en las últimas horas, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, adelantó ante el Congreso que ya se han conseguido los lineamientos generales para 17 pactos con países como Canadá, México, Japón, Vietnam, la India y la Unión Europea, y, “quizás esta misma semana” se puedan concretar algunas de estas “buenas ofertas”.

De concluir exitosamente las negociaciones con el Reino Unido, la noticia tendría un impacto verdaderamente positivo para el país europeo, que -de lo contrario- podría sufrir efectos “devastadores, severos, significativos e inmediatos” en sus industrias automovilísticas y de acero.

Estados Unidos es el segundo mercado de exportación británico -por detrás de la Unión Europea- en lo que respecta a vehículos, con más de 100.000 unidades comercializadas en 2024, por un valor de 7.500 millones de libras esterlinas.

Inclusive, marcas de lujo como Bentley, Jaguar, Land Rover y Aston Martin dependen -en gran medida- del mercado estadounidense.

El acuerdo busca impedir los
El acuerdo busca impedir los efectos "devastadores" que las tasas podrían tener en el sector automovilístico (REUTERS)

Es por ello que Mike Hawes, director ejecutivo de la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Automóviles, destacó la importancia de un anuncio como el que se espera para esta semana.

“Los aranceles son complejos de gestionar y limitan el comercio de forma inherente. Lo importante es reducir el gravamen del 25 por ciento, porque por encima del 10% simplemente no es sostenible”, comentó.

En lo que respecta al acero, también se espera un alivio inmediato en el sector dado que, hasta el regreso de Trump a la Casa Blanca, el Reino Unido podía exportar hasta 500.000 toneladas anuales del producto al gigante norteamericano sin tasa alguna, gracias a un pacto alcanzado con el entonces presidente Joe Biden.

El pacto representaría un importante
El pacto representaría un importante alivio a la industria del acero del Reino Unido (REUTERS)

Esto, sin embargo, se vio finalizado con la nueva política arancelaria republicana, y se tradujo a una intensa presión sobre un sector, ya de por sí, en un contexto ajustado.