Trump se reúne con los Philadelphia Eagles, campeones de la NFL, y recibe este curioso regalo

Los Philadelphia Eagles visitaron la Casa Blanca el lunes por la tarde para celebrar su reciente victoria en el Super Bowl LIX, marcando un momento significativo tanto para el equipo como para el presidente Donald Trump, quien los recibió en un evento oficial.

Según informó The New York Times, esta visita se contrasta con la situación ocurrida en 2018, cuando los Eagles no asistieron tras su primer campeonato debido a tensiones políticas entre algunos jugadores y el entonces presidente Trump.

En la visitia, el presidente Trump, recibió un curioso regalo. Un jersey de los Eagles con el número 47 en el dorsal, en representación por ser el 47.º presidente de los Estados Unidos desde que asumió el cargo, por segunda ocasión el 20 de enero de 2025. Además de un casco firmado por los miembros del equipo.

El evento comenzó con Trump acompañado por el entrenador en jefe del equipo, Nick Sirianni, y el tackle ofensivo Lane Johnson, quienes se unieron al mandatario para dar inicio a la ceremonia.

Durante su discurso inaugural, Trump destacó la resiliencia de los equipos campeones, afirmando: “Sabes que mucha gente dudaba. Bueno, siempre dudan de los equipos campeones. Luego se convierten en equipos campeones. Nunca más dudan de ellos”.

Además, el presidente ofreció una bienvenida especial al jefe de seguridad del equipo, “Big Dom” DiSandro, quien también tuvo la oportunidad de dirigirse a los presentes.

Entre los momentos destacados de la celebración, Trump invitó al podio a varias figuras clave de los Eagles, como el dueño del equipo, Jeffrey Lurie, el safety Reed Blankenship, y nuevamente a Sirianni y Johnson, quienes compartieron breves palabras con los asistentes.

La ceremonia también sirvió para reconocer el desempeño excepcional del corredor Saquon Barkley, quien estableció un récord de la NFL con 2.504 yardas terrestres en una sola temporada, incluyendo los playoffs.

Barkley, quien fue nombrado Jugador Ofensivo del Año 2024, se unió a los Eagles tras seis temporadas con los Giants, una decisión que generó gran controversia en su momento.

Trump no dejó pasar la oportunidad de comentar sobre la transferencia de Barkley, recordando que había advertido a los Giants sobre la importancia de retener al jugador.

“Les dije: Hagan lo que tengan que hacer, pero no pierdan a Saquon. Perdieron a Saquon. Eso no fue bueno. Yo lo pronostiqué. Fue fácil de pronosticar”, expresó el presidente, quien también elogió al corredor como “un gran joven y un jugador de fútbol americano increíble”, afirmó el presidente.

Antes de la visita oficial, Barkley tuvo la oportunidad de volar en el Air Force One, visitar la Casa Blanca y jugar al golf con Trump.

En respuesta a las críticas recibidas por su cercanía con el presidente, Barkley publicó en la red social X: “Quizás solo respeto el cargo, no es un concepto difícil de entender. Jugué al golf con Obama hace poco… ¡y tengo ganas de terminar mi partida con Trump!”.

A pesar de la relevancia del evento, no todos los jugadores del equipo asistieron a la Casa Blanca.

Entre las ausencias destacaron el mariscal de campo Jalen Hurts, el defensor Jalen Carter, el linebacker Zack Baun y los receptores AJ Brown y DeVonta Smith. Según reportó un corresponsal de NBC News, estas ausencias se atribuyeron a “problemas de agenda”.

En una entrevista previa, Hurts había evitado comprometerse a asistir, dejando en duda su participación.

El dueño de los Eagles, Jeffrey Lurie, abordó la política del equipo respecto a la asistencia, explicando que esta era completamente opcional. “Nuestra cultura nos dice que estas cosas son opcionales. Si quieren disfrutarlo, vengan y lo pasaremos genial; si no, es totalmente opcional”, afirmó Lurie.

Durante su discurso, Trump también expresó su opinión sobre una jugada característica de los Eagles conocida como el “Brotherly Shove”, que ha sido objeto de debate en la NFL.

Los dueños de la liga decidieron posponer una votación sobre la posible prohibición de esta jugada durante su reunión anual en abril. Trump manifestó su apoyo a que se mantenga, calificándola como emocionante y diferente.

En 2018, el equipo no asistió tras su primera victoria en el Super Bowl. En aquel entonces, Trump canceló la invitación después de que surgieran informes de que solo un pequeño grupo de jugadores planeaba asistir, en medio de desacuerdos sobre su postura respecto al Himno Nacional.

Lurie señaló que las circunstancias actuales eran muy diferentes y que esta vez no hubo dificultades en aceptar la invitación. “Ser celebrado en la Casa Blanca es algo bueno. En aquel entonces, las circunstancias eran muy diferentes, así que esta fue una decisión obvia y la esperamos con ansias”, declaró.