Hallaron muerto a un hombre de Florida encarcelado tras ser acusado de asesinar a su exesposa

Un empresario del sur de Florida, acusado de asesinar a su exesposa en España, fue hallado muerto mientras se encontraba bajo custodia, según confirmó su abogada defensora, Jayne Weintraub. David Knezevich, de 37 años, enfrentaba cargos federales relacionados con la desaparición y muerte de Ana María Henao Knezevich, ocurrida el 2 de febrero de 2024.

Weintraub expresó que el equipo legal estaba “devastado” por la noticia y aseguró que confían en que se llevará a cabo una investigación exhaustiva sobre las circunstancias de su fallecimiento.

Hasta el momento, no se han proporcionado detalles adicionales sobre cómo ocurrió su muerte.

De acuerdo con CBS News, Knezevich había sido arrestado en mayo de 2024 en el Aeropuerto Internacional de Miami, tras llegar en un vuelo procedente de Serbia.

Desde entonces, permanecía detenido sin derecho a fianza mientras esperaba juicio por cargos que incluían secuestro con resultado de muerte, violencia doméstica extranjera con resultado de muerte y asesinato en el extranjero de un ciudadano estadounidense.

Su exesposa, originaria de Colombia y ciudadana estadounidense naturalizada, residía en Fort Lauderdale y había viajado a Madrid en medio de un proceso de divorcio conflictivo. Poco después de su llegada a la capital española, desapareció.

Según la acusación federal, Knezevich habría viajado desde el sur de Florida a España con la intención de asesinar, herir, acosar e intimidar a su exesposa.

Las autoridades sostienen que cometió un acto violento que resultó en su muerte.

Imágenes de cámaras de vigilancia habrían captado a un hombre con características similares a las de Knezevich, usando un casco de motocicleta, mientras desactivaba una cámara de seguridad frente al apartamento de Ana María Henao Knezevich en Madrid. Posteriormente, el mismo hombre fue visto saliendo del lugar con una maleta.

Los fiscales también señalaron que Knezevich fue grabado en una ferretería local comprando en efectivo cinta adhesiva y pintura en aerosol de la misma marca utilizada para sabotear la cámara de seguridad.

Además, las investigaciones revelaron que matrículas robadas encontradas en Madrid estaban vinculadas a áreas cercanas a una tienda de motocicletas, donde se adquirió un casco coincidente con el utilizado por el hombre captado en las imágenes, y al edificio de apartamentos de la víctima.

Otro elemento clave en la investigación fue un Peugeot alquilado por Knezevich en Belgrado, Serbia, días antes del crimen.

Este vehículo, con matrículas robadas, fue captado en un peaje a las afueras de Madrid horas después de que el hombre con casco abandonara el apartamento de Ana María Henao Knezevich.

Las autoridades indicaron que el coche había recorrido casi 7.725 kilómetros adicionales cuando fue devuelto. Además, las ventanas del vehículo estaban oscurecidas, las pegatinas de identificación habían sido retiradas y las matrículas mostraban signos de haber sido manipuladas.

Otro aspecto que llamó la atención de los investigadores fue el envío de mensajes desde el teléfono móvil de Ana María tras su desaparición.

Según los fiscales, Knezevich contactó a una mujer colombiana que conoció a través de una aplicación de citas y le pidió que tradujera dos mensajes al “español colombiano perfecto”.

Estos mensajes, enviados posteriormente desde el teléfono de Ana, afirmaban que ella había huido con un hombre que acababa de conocer. Sin embargo, amigos de la víctima aseguraron que este comportamiento era completamente ajeno a su carácter.

A pesar de las pruebas presentadas, Knezevich se declaró inocente de todos los cargos y sostuvo su inocencia durante todo el proceso judicial. Sus abogados argumentaron que él se encontraba en Serbia, a más de 2.575 kilómetros de distancia, en el momento de la desaparición de su exesposa.

Según reportó el Miami Herald en diciembre de 2024, Knezevich continuó proclamando su inocencia hasta el final.

El caso de Ana María Henao Knezevich generó atención internacional y movilizó a fuerzas de seguridad de varios países que colaboraron en la investigación. Además, a principios de 2024, la familia de la víctima presentó una demanda por muerte por negligencia contra David Knezevich.