Indiana abre la puerta a una posible adquisición de condados de Illinois

Una nueva ley aprobada por la legislatura estatal establece una comisión encargada de estudiar la viabilidad de modificar los límites territoriales entre dos estados marcados por profundas divisiones políticas y sociales

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La frontera entre Indiana e
La frontera entre Indiana e Illinois se convierte en foco de debate legislativo e interés público. (Crédito: Google Earth)

El estado de Indiana ha dado esta semana un paso legislativo hacia la posibilidad de modificar su límite con el vecino estado de Illinois, mediante la aprobación de un proyecto de ley que establece la Comisión de Ajuste de Límites entre Indiana e Illinois. Esta comisión tendrá la tarea de analizar y recomendar si debe o no cambiarse la frontera entre ambos estados.

El proyecto fue aprobado por la legislatura de Indiana y, según confirmó su portavoz Griffin Reid, el gobernador republicano Mike Braun tiene la intención de firmar la iniciativa y convocar a la comisión antes del 1 de septiembre, cumpliendo así con el plazo establecido en la nueva ley. La medida responde a los crecientes esfuerzos de sectores rurales de Illinois que desean distanciarse políticamente del área metropolitana de Chicago.

Aunque la aprobación de esta comisión representa una acción concreta por parte de Indiana, el proceso para modificar los límites entre estados es complejo y requiere más que el respaldo unilateral de una sola jurisdicción. Para que un cambio así ocurra, se necesita también la aprobación del estado de Illinois y del Congreso de los Estados Unidos, lo cual presenta obstáculos significativos.

El trasfondo político y social: condados de Illinois en busca de autonomía frente a Chicago

El origen de esta iniciativa se encuentra en una serie de votaciones locales en Illinois. En los últimos cinco años, electores en 33 condados de ese estado aprobaron en las urnas medidas consultivas preguntando si deseaban explorar su separación del condado de Cook, sede de la ciudad de Chicago. Estos condados, en su mayoría de orientación conservadora, alegan sentirse políticamente marginados por la hegemonía demócrata de la región metropolitana, que también domina el gobierno estatal.

Las medidas aprobadas no tienen efectos legales inmediatos, pero sí reflejan un creciente malestar de sectores rurales frente a lo que perciben como una desconexión con las prioridades políticas del centro urbano. Según Fox 32, aunque algunos de esos condados han manifestado interés en formar un nuevo estado separado, no hay evidencia de que la mayoría esté decidida a unirse a Indiana si se les presentara la oportunidad.

El debate evidencia una división territorial y política cada vez más marcada en algunos estados del medio oeste de Estados Unidos, donde las diferencias ideológicas entre zonas rurales y urbanas generan fricciones legislativas y administrativas.

La concentración del poder político
La concentración del poder político en Chicago ha generado tensiones con sectores rurales del resto de Illinois que buscan una mayor representación. (REUTERS/Jim Vondruska)

Illinois se resiste a colaborar: sin respaldo legislativo ni voluntad política

En Illinois, la propuesta de establecer una comisión conjunta similar a la de Indiana no ha avanzado. Un proyecto de ley que permitiría la participación de Illinois en la comisión binacional aún no ha sido debatido por los legisladores estatales. Además, las autoridades más altas del estado han expresado un firme rechazo a la idea.

El gobernador demócrata J.B. Pritzker desestimó públicamente el esfuerzo de Indiana, calificándolo como “una maniobra política”, según reportó Fox 32. Esta postura refleja la falta de interés del Ejecutivo estatal en considerar siquiera la posibilidad de ceder parte de su territorio o entrar en negociaciones sobre el tema.

Sin una contraparte activa en Illinois, las posibilidades reales de que la comisión llegue a recomendar y ejecutar un cambio efectivo en la frontera son mínimas. Y aun si ambos estados llegaran a un acuerdo, el paso final implicaría la aprobación del Congreso federal, un trámite poco común y políticamente sensible.

Precedentes históricos: ajustes fronterizos menores y el caso excepcional de Virginia Occidental

Modificar los límites entre estados no es un fenómeno inédito en la historia de Estados Unidos. Según el Centro Nacional de Pactos Interestatales del Consejo de Gobiernos Estatales, han ocurrido al menos 50 cambios fronterizos menores a lo largo de la historia del país. Estos cambios suelen implicar áreas pequeñas y han sido resueltos mediante negociaciones bilaterales y aprobación federal.

Sin embargo, no se han producido modificaciones territoriales de gran escala desde el siglo XIX. El último caso significativo ocurrió durante la Guerra Civil, cuando varios condados del oeste de Virginia se separaron del estado para formar Virginia Occidental, un nuevo estado alineado con la Unión.

La situación actual en Illinois e Indiana, aunque impulsada por factores políticos más que por conflicto bélico, recuerda esa división histórica por motivos ideológicos y administrativos. La diferencia es que, en la actualidad, las barreras legales y políticas para modificar fronteras estatales son más robustas y el precedente legal mucho más restrictivo.

La creación de Virginia Occidental
La creación de Virginia Occidental durante la Guerra Civil sigue siendo el último gran precedente de una reconfiguración estatal en Estados Unidos. (Crédito: Google Earth)

Otros movimientos similares: los condados de Oregón que quieren unirse a Idaho

La tensión territorial generada por la polarización política no es exclusiva del medio oeste. En la región noroeste, algunos condados del este de Oregón han manifestado su deseo de separarse del estado, dominado por fuerzas demócratas, y unirse a Idaho, un estado con mayoría republicana.

Según Fox 32, la Cámara de Representantes de Idaho aprobó hace dos años una resolución que invitaba a Oregón a entablar conversaciones sobre una posible modificación de límites. No obstante, al igual que en Illinois, la legislatura estatal de Oregón no ha dado curso a estas iniciativas, dejando el movimiento en un punto muerto legislativo.

Estos ejemplos ponen de manifiesto la persistente tensión entre las regiones rurales y urbanas dentro de los estados, así como los desafíos que enfrentan las propuestas de realineamiento político-territorial, incluso cuando cuentan con respaldo popular local.

La creación de la comisión en Indiana marca un episodio más en el debate sobre representación política y gobernabilidad en estados con marcada disparidad entre zonas rurales y metropolitanas. Mientras tanto, la viabilidad legal y política de un cambio fronterizo entre Indiana e Illinois continúa siendo remota.