Tiene cáncer terminal y un propósito para sus últimos meses: cambiar vidas en los 50 estados de EEUU

Movido por una decisión personal tras recibir una noticia devastadora, emprendió un recorrido nacional que transformó su despedida en una acción constante de entrega y solidaridad, conectando con comunidades diversas a lo largo del país

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Doug Ruch convirtió su diagnóstico
Doug Ruch convirtió su diagnóstico terminal en una misión de ayuda a comunidades vulnerables. (Crédito: Facebook / Project Open Hand)

A los 55 años, Doug Ruch ha decidido dedicar lo que probablemente sean sus últimos meses de vida a ayudar a los demás. Diagnosticado con cáncer de próstata en fase terminal, Ruch emprendió en marzo una gira por los 50 estados de Estados Unidos con el objetivo de realizar labores de voluntariado en cada uno de ellos. La ha llamado “Dying to Serve Tour”, un juego de palabras que refleja tanto su realidad médica como su determinación de servir a las comunidades más vulnerables del país.

La gira comenzó después de que sus médicos le comunicaran que el cáncer, detectado inicialmente en 2021, había hecho metástasis y avanzado a su etapa más agresiva. “Tengo dos opciones. Puedo quedarme en casa a esperar la muerte o salir a vivir”, declaró Ruch a la cadena KABC de Los Ángeles. La elección fue clara: recorrer el país ayudando a otros mientras le quede tiempo y energía para hacerlo.

En sus propias palabras, Ruch explicó que su diagnóstico lo llevó a una profunda reflexión sobre lo que pudo haber hecho mejor en su vida. “No puedo volver atrás, pero puedo seguir adelante y ayudar a la mayor cantidad de personas posible antes de partir”, dijo en una entrevista recogida por The Guardian.

A través de su gira
A través de su gira solidaria, busca inspirar a otros a participar activamente en sus comunidades. (Crédito: Facebook / Project Open Hand)

De San Antonio a Oregón: un recorrido motivado por el altruismo

Desde mediados de marzo, Ruch ha logrado completar su misión en nueve estados: Texas, Oklahoma, Kansas, Colorado, Nuevo México, Arizona, Nevada, California y Oregón, según el seguimiento de su recorrido publicado en The Guardian. Para el 15 de abril, planeaba llegar a Idaho y Washington, extendiendo así su gira por el oeste del país.

Durante sus visitas, ha participado en actividades como servir almuerzos y cenas a personas sin hogar, preparar comidas para adultos mayores o personas con enfermedades médicas, y organizar productos donados en bancos de alimentos. También ha entregado comidas a domicilio a personas con movilidad reducida o que viven en aislamiento social.

En San Francisco, su historia motivó a cuatro personas a unirse a su causa después de conocer su iniciativa a través de su página web. Juntos prepararon comidas personalizadas para personas enfermas o de edad avanzada como parte de las actividades del programa Project Open Hand. La organización brinda asistencia alimentaria adaptada médicamente a personas con problemas de salud o en situación de vulnerabilidad.

Una causa personal marcada por la lucha contra un sistema de salud que lo dejó sin ahorros

Antes de su enfermedad, Doug Ruch trabajaba en el sector de la energía solar. Su diagnóstico de cáncer de próstata en 2021 lo obligó a dejar su carrera para enfocarse en los tratamientos, los cuales costeó con sus ahorros personales. Como explicó en declaraciones reproducidas por The Guardian, no tenía otra opción debido al funcionamiento del sistema de salud en Estados Unidos, al que calificó como “roto”.

Ruch señaló que su situación es una más entre muchas en el país, donde los altos costos médicos a menudo obligan a los pacientes a agotar sus recursos económicos para recibir tratamiento. Aun así, en lugar de recluirse tras recibir la noticia de que su cáncer era terminal, optó por transformar sus últimos meses de vida en una campaña de servicio voluntario que, además de ayudar directamente a quienes lo necesitan, pretende generar conciencia y movilización social.

La gira se sostiene exclusivamente a través de donaciones filantrópicas, lo que ha permitido a Ruch costear los gastos logísticos de sus desplazamientos, así como los materiales necesarios para los proyectos en los que colabora. En su página web, hace un llamado a otras personas a donar su tiempo o recursos a causas locales que combatan el hambre, la falta de vivienda o los efectos de desastres naturales.

Cada parada en su recorrido
Cada parada en su recorrido representa una acción de voluntariado orientada al servicio social. (Crédito: Facebook / Project Open Hand)

Inspirar a otros como legado final: el propósito detrás de su gira nacional

El propósito de la gira no se limita al voluntariado individual de Ruch. Una de sus aspiraciones es que su historia motive a más personas a participar activamente en sus comunidades. “Ayudar a las personas e inspirar a más personas a ayudar a otras. Eso es todo”, resumió Ruch en lo que The Guardian describió como su deseo final.

Más allá de los estados ya visitados, su meta es mantener la gira activa hasta haber completado las 50 entidades del país. Aunque enfrenta limitaciones físicas por su condición médica, ha declarado que el contacto humano y el servicio a otros le proporcionan una vitalidad que contrarresta en parte los efectos debilitantes del cáncer.

Ruch ha declarado que el voluntariado le da energía y propósito, a pesar de las dificultades físicas que enfrenta cada día. Aunque su salud se deteriora progresivamente, su determinación de continuar su gira permanece intacta. Con cada parada en su recorrido, su historia se difunde a través de redes sociales y medios de comunicación locales, inspirando a personas de distintos orígenes a involucrarse en sus propias comunidades.

La “Dying to Serve Tour” continúa en marcha mientras Ruch avanza hacia el noroeste del país. Cada acción, cada comida servida, cada conversación que sostiene en sus visitas, es parte de un legado de servicio que espera dejar antes de que su tiempo se agote.