Esto es lo que se sabe del helicóptero Bell 206L que cayó al río Hudson con ciudadanos españoles a bordo

La aeronave formaba parte de una operación turística privada en Nueva York y estaba registrada a nombre de una compañía con antecedentes mecánicos y financieros, según registros oficiales y reportes federales

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La aeronave involucrada estaba arrendada
La aeronave involucrada estaba arrendada por una empresa que ha operado recorridos aéreos en Nueva York durante más de 30 años. (AP Foto/Ted Shaffrey)

El helicóptero en el que murieron seis personas al estrellarse en el río Hudson este jueves 10 de marzo, era un Bell 206L LongRanger, un modelo de un solo motor ampliamente utilizado durante décadas en operaciones de vigilancia, evacuación médica, coberturas periodísticas y vuelos turísticos. Entre las víctimas se encontraban varios ciudadanos españoles, quienes participaban en un recorrido aéreo sobre la ciudad de Nueva York.

La aeronave, de fabricación estadounidense, había sido alquilada por la operadora New York Helicopter Charter, una empresa con décadas de experiencia en vuelos turísticos alrededor de Manhattan, pero también con antecedentes de incidentes mecánicos. Según registros de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), el modelo de helicóptero involucrado ha tenido múltiples accidentes mortales en Estados Unidos en los últimos años.

Aunque las causas del accidente siguen bajo investigación, especialistas en aeronáutica consultados por The Washington Post coinciden en que el modelo Bell 206L es confiable si se mantiene adecuadamente. La aeronave había sido arrendada a New York Helicopter Charter por la empresa Meridian Helicopters, con sede en Luisiana.

El Bell 206L LongRanger es
El Bell 206L LongRanger es una versión extendida del Bell 206 original, con mayor capacidad de pasajeros y alcance operativo, lo que lo hace frecuente en vuelos turísticos y comerciales. (Crédito: ARCHIVO / Zona Cero)

Un modelo probado, pero con historial de accidentes en el país

El Bell 206L LongRanger es una variante extendida del Bell 206, una familia de helicópteros introducida por la empresa Bell Textron y que fue retirada de producción hace menos de una década. La versión LongRanger es capaz de transportar hasta seis ocupantes y alcanzar velocidades de hasta 115 millas por hora, de acuerdo con Greg Feith, exinvestigador de la NTSB citado por The Washington Post. Según Feith, “es una aeronave probada” y segura siempre que el mantenimiento se haya ejecutado correctamente.

No obstante, datos de la NTSB citados por el mismo medio indican que, en los últimos 25 años, helicópteros de esta familia han estado involucrados en al menos 82 accidentes fatales en territorio estadounidense. Aunque se trata de un modelo común en vuelos turísticos, de prensa o servicios de emergencia, su historial técnico ha sido objeto de análisis, especialmente en contextos de operación intensiva como los recorridos panorámicos.

Una portavoz de Bell, Lindsey Hughes, señaló que la compañía estaba siguiendo los reportes del accidente, pero remitió todas las consultas directamente a las autoridades federales encargadas de la investigación.

Las autoridades investigan las condiciones
Las autoridades investigan las condiciones mecánicas y operativas de la aeronave antes del accidente. (Kimber Morais/TMX/via REUTERS)

La operadora del vuelo ya había tenido fallas previas en sus aeronaves

La empresa responsable del vuelo siniestrado, New York Helicopter Charter, ha sido mencionada anteriormente en investigaciones de la NTSB por accidentes relacionados con fallas mecánicas. En 2015, uno de sus helicópteros se desplomó mientras realizaba una maniobra de despegue en Nueva Jersey. El piloto reportó que la aeronave comenzó a girar de forma incontrolada antes de ejecutar un aterrizaje forzoso.

La investigación posterior reveló que el helicóptero en cuestión había sufrido un accidente previo en Chile en 2010 y que una de las piezas utilizadas como repuesto —un eje de transmisión— era inadecuada para el vuelo. Ambos incidentes involucraron helicópteros del modelo Bell 206 y fueron operados por New York Helicopter Charter, aunque los aparatos eran propiedad de Meridian Helicopters.

En otro episodio registrado en 2013, una familia sueca que participaba en un tour turístico también debió ser rescatada después de que su helicóptero perdiera potencia y descendiera de emergencia sobre el Hudson. En esa ocasión, el piloto logró inflar los flotadores de la aeronave, lo que evitó que se hundiera. No se reportaron heridos graves.

El modelo Bell 206L ha
El modelo Bell 206L ha sido ampliamente utilizado por la industria del turismo aéreo en distintas ciudades del mundo. (EFE/EPA/SARAH YENESEL)

La industria del turismo aéreo y las preocupaciones por seguridad operacional

Más allá del modelo del helicóptero, expertos en seguridad aérea han expresado preocupaciones sobre la industria del turismo aéreo. Shawn Pruchnicki, profesor del Centro de Estudios de Aviación de la Universidad Estatal de Ohio y expiloto comercial, afirmó a The Washington Post que el historial de las compañías de vuelos turísticos es más preocupante que el de los propios helicópteros. “Los recorridos turísticos en helicóptero tienen un historial problemático desde hace tiempo”, explicó.

Estos vuelos suelen realizarse de forma intensiva, con múltiples despegues diarios, y en condiciones de gran exigencia para los equipos. Por ello, las autoridades recomiendan una vigilancia constante sobre las condiciones mecánicas de las aeronaves, la formación de los pilotos y el cumplimiento de los protocolos de mantenimiento.

Greg Feith, exinvestigador de la NTSB, señaló que las pesquisas sobre el accidente deberían centrarse en verificar cuántos vuelos había realizado el helicóptero ese día, si se le había practicado algún servicio reciente y si existen indicios de fatiga o sobrecarga en los componentes del aparato. “Hay muchos elementos por explorar”, indicó.

La empresa operadora enfrenta antecedentes
La empresa operadora enfrenta antecedentes legales y restricciones regulatorias en la ciudad de Nueva York. (REUTERS/Eduardo Munoz)

Antecedentes financieros y restricciones operativas en Nueva York

La operadora del vuelo fatal también enfrenta dificultades económicas. Documentos judiciales citados por The Washington Post indican que en diciembre pasado una de sus aeronaves fue embargada por falta de pago. La compañía, además, se declaró en bancarrota en 2019, argumentando que su actividad había sido afectada por nuevas normativas de la ciudad de Nueva York sobre el uso del espacio aéreo.

En respuesta a quejas ciudadanas por el ruido provocado por los helicópteros, las autoridades locales impusieron restricciones a las rutas de vuelo y prohibieron las operaciones turísticas los domingos. Las compañías que operan desde el helipuerto público en el sur de Manhattan aceptaron esas condiciones para evitar ser excluidas del espacio aéreo metropolitano.

Michael Roth, director de New York Helicopter Charter, reconoció que el helicóptero del accidente fue arrendado por su empresa, pero dijo no tener información sobre lo ocurrido. En declaraciones telefónicas, citadas por The Washington Post, expresó estar “devastado” por el desenlace del vuelo.